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Carta a Nayeli... de parte de Pedro.


1111

Publicaciones recomendadas

Hola, Nayeli.  

Espero que te encuentres muy bien. 

Esperaba que supieras entender mi molestia cuando te dije aquellas palabras por escrito mencionándote cuestiones como las siguientes: la salud de mis manos, tu respeto, mi dinero, la ayuda que te pedía para ser más ahorrativo, mi añoranza, mis celos, mi soledad y mi deseo de encontrar quizás algo un poquito más personal con alguna (otra) mujer (fuera del mundo de las caricias vendidas)... Me arrepiento de haberte dicho todo aquello. Y claro que sí era lo que quería decir, pero no eran palabras para ti, tal vez sólo la parte donde te reclamo sobre mis manos; todo lo demás dicho en esa carta, no era para ti, eran sólo ideas sueltas e íntimas que decidí compartir contigo, pero no eran dirigidas a ti... Claramente no debí compartir esas ideas y opiniones contigo, pues no supiste cómo manejar todo eso, y creíste que lo mejor era que yo deje de ser tu cliente porque deseas que las cosas sean sencillas entre tú y tus clientes en general. En realidad, la relación contigo era muy sencilla, pero todo se complicó a partir del incidente (accidente) con mis manos y que tú de alguna forma provocaste por negligencia y por desconocimiento de vulnerabilidad de la anatomía humana; entonces, lo mínimo que esperaba de ti eran unas disculpas sinceras. 

"He leído tu carta.Te pido disculpas... Y te voy a ayudar: ya no te voy a atender..." me dijiste. Pero veo y siento que tu tipo de ayuda no me está ayudando; el hecho de que hayas decidido no atenderme más sólo me hace sufrir de manera innecesaria. Tu rechazo sin explicaciones plausibles y sin la posibilidad a que te explique en persona por qué dije esto o aquello, me está haciendo sufrir mucho. Querer pero no poder tener sexo contigo me está haciendo sufrir de manera innecesaria, ¡no necesito este castigo que me estás imponiendo para retirar lo que te dije y que creo que no era necesario ni importante decírtelo!, sólo se que  quería decirte algo, pero no sabía qué exactamente, y te dije tontería y media, cosas obvias y no tan obvias que no necesitabas saber, pero las dije porque algo tenía que decir, estaba muy molesto por lo de mis manos; Nayeli, intenta ponerte en mi lugar. No quiero creer que eres una mala persona, una mala mujer, que castiga y hace sufrir a los hombres porque sí, y porque simplemente te gusta verlos sufrir. Quiero creer que tenías un poquito (tan sólo un poquito, con eso me conformo) de sincera simpatía por mí.

Estás forzando a que las cosas se acaben entre nosotros de manera innecesariamente brusca. En lugar de ello, deja que tú y yo nos volvamos a amistar y que si las cosas entre nosotros han de acabarse de todos modos, pues que sea de manera gradual y natural, y no porque haya habido malos entendidos o por decisiones impulsivas. 

Yo voy a un chongo a tener unos momentos de alegría, no para retirarme todo triste y frustrado; pero estás permitiendo que eso ocurra, que en lugar de placer, obtenga tristeza, frustración, desesperación, ansiedad y hasta depresión, ¿merezco eso realmente?, ¡no lo merezco!, ¡nada lo justifica!, ¡nunca te he dicho cosas demasiado negativas!, sólo te he dicho que todo tiene un límite, pero ese límite no se marca como lo estás queriendo marcar. No puedes decirme a la mala que me vaya con otra cuando mi cerebro y mi sexualidad ya están enganchados fuertemente a ti; y si tiene que haber un desenganche, eso debe hacerse gradualmente, poco a poco, ¿puedes entender eso?

Sé buena persona y simplemente vuelve a atenderme, ¿qué te lo impide?, ¡sólo un falso orgullo tuyo que no vale la pena mantener ni fortalecer! ¿Qué ganas haciéndome sufrir?, ¿qué ganas derivando el problema a los señores encargados de la seguridad del local en un problema que debió ser resuelto sólo entre tú y yo? En estos momentos no se me ocurre otra manera de decirte algo más que ésta. Estoy desesperado, ¡no sé qué más hacer!

Nayeli, tú sabes que me gustas y que me gusta que me atiendas tú. Deja de ser cruel conmigo y atiéndeme. Y discúlpame si no supe manejar los dilemas que se interpusieron entre tú y yo, espero que comprendas y disculpes mis limitaciones como ser humano; y si verdaderamente quieres ayudarme, pues no hay mejor ayuda que tu puedas darme que el hecho de que simplemente vuelvas a atenderme, como  tu casero, al que recibías con un sonrisa, el mismo que te daba tu flor de poronga 🙂

Te extraño, Nayeli, ¡TE EXTRAÑO!, ¿qué puedo hacer para volver a encontrarme contigo y para que me vuelvas a recibir? Me dijeron que ya no puedo volver al local de las niponas artistas, bailarinas, poetizas y cantantes, y en el que una de ellas eras tú: la guapa, fabulosa, sensual, seductora y erótica Nayeli. En un pequeño espacio cuatridimencional con un letrerito que reza a las cuatro por cinco unidades arábigas de cantidades relativamente generales, y con cincuenta doblones solares de plata por el derecho a habitarlo por un momento contigo en un viaje hacia Saturno y el infinito que la nave del regalo de la naturaleza humana montada en la imaginación de este pobre desgraciado con gracia lo permite. En palabras sencillas, pero respetuosas (aunque las apariencias digan todo lo contrario): ¡TE QUIERO CACHAR RICO, PUTA!

Te DESEO, mi dulce meretriz dulcinea, Nayeli, tu nombre significa algo especialmente humano en el idioma zapoteca. En estos precisos momentos, nada me haría más feliz que volver a tratar corporalmente con vos. Hace unos minutos que me sacudí la cosa cosa, la tremebunda cosa, recordándote e imaginándote, en el inevitable recuerdo de la última vez que me ayudaste a frotármela con tu frotador especial que hay en ti de manera natural y por ley del Universo. Que el destino haga que te encuentre tan pronto como el ciclo de un día y una noche, o no más como el ciclo de una Luna.

Aún me duelen los dedos, iré al médico...

Recíbeme con los brazos (y piernas) abiertos, por favor, Nayeli!

¡Te deseo lo mejor!, ¡que tengas una linda, fabulosa y satisfactoria vida!, ¡y que Dios guíe cada uno de tus pasos!

Atentamente, 

                         Pedro, tu casero un poquito extraño pero buen sujeto al fin y al cabo.

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hace 9 minutos, 1111 dijo:

Hola, Nayeli.  

Espero que te encuentres muy bien. 

Esperaba que supieras entender mi molestia cuando te dije aquellas palabras por escrito mencionándote cuestiones como las siguientes: la salud de mis manos, tu respeto, mi dinero, la ayuda que te pedía para ser más ahorrativo, mi añoranza, mis celos, mi soledad y mi deseo de encontrar quizás algo un poquito más personal con alguna (otra) mujer (fuera del mundo de las caricias vendidas)... Me arrepiento de haberte dicho todo aquello. Y claro que sí era lo que quería decir, pero no eran palabras para ti, tal vez sólo la parte donde te reclamo sobre mis manos; todo lo demás dicho en esa carta, no era para ti, eran sólo ideas sueltas e íntimas que decidí compartir contigo, pero no eran dirigidas a ti... Claramente no debí compartir esas ideas y opiniones contigo, pues no supiste cómo manejar todo eso, y creíste que lo mejor era que yo deje de ser tu cliente porque deseas que las cosas sean sencillas entre tú y tus clientes en general. En realidad, la relación contigo era muy sencilla, pero todo se complicó a partir del incidente (accidente) con mis manos y que tú de alguna forma provocaste por negligencia y por desconocimiento de vulnerabilidad de la anatomía humana; entonces, lo mínimo que esperaba de ti eran unas disculpas sinceras. 

"He leído tu carta.Te pido disculpas... Y te voy a ayudar: ya no te voy a atender..." me dijiste. Pero veo y siento que tu tipo de ayuda no me está ayudando; el hecho de que hayas decidido no atenderme más sólo me hace sufrir de manera innecesaria. Tu rechazo sin explicaciones plausibles y sin la posibilidad a que te explique en persona por qué dije esto o aquello, me está haciendo sufrir mucho. Querer pero no poder tener sexo contigo me está haciendo sufrir de manera innecesaria, ¡no necesito este castigo que me estás imponiendo para retirar lo que te dije y que creo que no era necesario ni importante decírtelo!, sólo se que  quería decirte algo, pero no sabía qué exactamente, y te dije tontería y media, cosas obvias y no tan obvias que no necesitabas saber, pero las dije porque algo tenía que decir, estaba muy molesto por lo de mis manos; Nayeli, intenta ponerte en mi lugar. No quiero creer que eres una mala persona, una mala mujer, que castiga y hace sufrir a los hombres porque sí, y porque simplemente te gusta verlos sufrir. Quiero creer que tenías un poquito (tan sólo un poquito, con eso me conformo) de sincera simpatía por mí.

Estás forzando a que las cosas se acaben entre nosotros de manera innecesariamente brusca. En lugar de ello, deja que tú y yo nos volvamos a amistar y que si las cosas entre nosotros han de acabarse de todos modos, pues que sea de manera gradual y natural, y no porque haya habido malos entendidos o por decisiones impulsivas. 

Yo voy a un chongo a tener unos momentos de alegría, no para retirarme todo triste y frustrado; pero estás permitiendo que eso ocurra, que en lugar de placer, obtenga tristeza, frustración, desesperación, ansiedad y hasta depresión, ¿merezco eso realmente?, ¡no lo merezco!, ¡nada lo justifica!, ¡nunca te he dicho cosas demasiado negativas!, sólo te he dicho que todo tiene un límite, pero ese límite no se marca como lo estás queriendo marcar. No puedes decirme a la mala que me vaya con otra cuando mi cerebro y mi sexualidad ya están enganchados fuertemente a ti; y si tiene que haber un desenganche, eso debe hacerse gradualmente, poco a poco, ¿puedes entender eso?

Sé buena persona y simplemente vuelve a atenderme, ¿qué te lo impide?, ¡sólo un falso orgullo tuyo que no vale la pena mantener ni fortalecer! ¿Qué ganas haciéndome sufrir?, ¿qué ganas derivando el problema a los señores encargados de la seguridad del local en un problema que debió ser resuelto sólo entre tú y yo? En estos momentos no se me ocurre otra manera de decirte algo más que ésta. Estoy desesperado, ¡no sé qué más hacer!

Nayeli, tú sabes que me gustas y que me gusta que me atiendas tú. Deja de ser cruel conmigo y atiéndeme. Y discúlpame si no supe manejar los dilemas que se interpusieron entre tú y yo, espero que comprendas y disculpes mis limitaciones como ser humano; y si verdaderamente quieres ayudarme, pues no hay mejor ayuda que tu puedas darme que el hecho de que simplemente vuelvas a atenderme, como  tu casero, al que recibías con un sonrisa, el mismo que te daba tu flor de poronga 🙂

Te extraño, Nayeli, ¡TE EXTRAÑO!, ¿qué puedo hacer para volver a encontrarme contigo y para que me vuelvas a recibir? Me dijeron que ya no puedo volver al local de las niponas artistas, bailarinas, poetizas y cantantes, y en el que una de ellas eras tú: la guapa, fabulosa, sensual, seductora y erótica Nayeli. En un pequeño espacio cuatridimencional con un letrerito que reza a las cuatro por cinco unidades arábigas de cantidades relativamente generales, y con cincuenta doblones solares de plata por el derecho a habitarlo por un momento contigo en un viaje hacia Saturno y el infinito que la nave del regalo de la naturaleza humana montada en la imaginación de este pobre desgraciado con gracia lo permite. En palabras sencillas, pero respetuosas (aunque las apariencias digan todo lo contrario): ¡TE QUIERO CACHAR RICO, PUTA!

Te DESEO, mi dulce meretriz dulcinea, Nayeli, tu nombre significa algo especialmente humano en el idioma zapoteca. En estos precisos momentos, nada me haría más feliz que volver a tratar corporalmente con vos. Hace unos minutos que me sacudí la cosa cosa, la tremebunda cosa, recordándote e imaginándote, en el inevitable recuerdo de la última vez que me ayudaste a frotármela con tu frotador especial que hay en ti de manera natural y por ley del Universo. Que el destino haga que te encuentre tan pronto como el ciclo de un día y una noche, o no más como el ciclo de una Luna.

Aún me duelen los dedos, iré al médico...

Recíbeme con los brazos (y piernas) abiertos, por favor, Nayeli!

¡Te deseo lo mejor!, ¡que tengas una linda, fabulosa y satisfactoria vida!, ¡y que Dios guíe cada uno de tus pasos!

Atentamente, 

                         Pedro, tu casero un poquito extraño pero buen sujeto al fin y al cabo.

(Carajo!, no puede ser!, lo escribí con errores ortográficos!, corregiré esos putos errores!)

Hola, Nayeli.  

Espero que te encuentres muy bien. 

Esperaba que supieras entender mi molestia cuando te dije aquellas palabras por escrito mencionándote cuestiones como las siguientes: la salud de mis manos, tu respeto, mi dinero, la ayuda que te pedía para ser más ahorrativo, mi añoranza, mis celos, mi soledad y mi deseo de encontrar quizás algo un poquito más personal con alguna (otra) mujer (fuera del mundo de las caricias vendidas)... Me arrepiento de haberte dicho todo aquello. Y claro que sí era lo que quería decir, pero no eran palabras para ti, tal vez sólo la parte donde te reclamo sobre mis manos; todo lo demás dicho en esa carta, no era para ti, eran sólo ideas sueltas e íntimas que decidí compartir contigo, pero no eran dirigidas a ti... Claramente no debí compartir esas ideas y opiniones contigo, pues no supiste cómo manejar todo eso, y creíste que lo mejor era que yo deje de ser tu cliente porque deseas que las cosas sean sencillas entre tú y tus clientes en general. En realidad, la relación contigo era muy sencilla, pero todo se complicó a partir del incidente (accidente) con mis manos y que tú de alguna forma provocaste por negligencia y por desconocimiento de vulnerabilidad de la anatomía humana; entonces, lo mínimo que esperaba de ti eran unas disculpas sinceras. 

"He leído tu carta. Te pido disculpas... Y te voy a ayudar: ya no te voy a atender..." me dijiste. Pero veo y siento que tu tipo de ayuda no me está ayudando; el hecho de que hayas decidido no atenderme más sólo me hace sufrir de manera innecesaria. Tu rechazo sin explicaciones plausibles y sin la posibilidad a que te explique en persona por qué dije esto o aquello, me está haciendo sufrir mucho. Querer pero no poder tener sexo contigo me está haciendo sufrir de manera innecesaria, ¡no necesito este castigo que me estás imponiendo para retirar lo que te dije y que creo que no era necesario ni importante decírtelo!, sólo se que  quería decirte algo, pero no sabía qué exactamente, y te dije tontería y media, cosas obvias y no tan obvias que no necesitabas saber, pero las dije porque algo tenía que decir, pues estaba muy molesto por lo de mis manos; Nayeli, intenta ponerte en mi lugar. No quiero creer que eres una mala persona, una mala mujer, que castiga y hace sufrir a los hombres porque sí, y porque simplemente te gusta verlos sufrir. Quiero creer que tenías un poquito (tan sólo un poquito, con eso me conformo) de sincera simpatía por mí.

Estás forzando a que las cosas se acaben entre nosotros de manera innecesariamente brusca. En lugar de ello, deja que tú y yo nos volvamos a encontrar y amistar, y que si las cosas entre nosotros han de acabarse de todos modos, pues que sea de manera gradual y natural, y no porque haya habido malos entendidos o por decisiones impulsivas. 

Yo voy a un chongo a tener unos momentos de alegría, no para retirarme todo triste y frustrado; pero estás permitiendo que eso ocurra, que en lugar de placer, obtenga tristeza, frustración, desesperación, ansiedad y hasta depresión, ¿merezco eso realmente?, ¡no lo merezco!, ¡nada lo justifica!, ¡nunca te he dicho cosas demasiado negativas!, sólo te he dicho que todo tiene un límite, pero ese límite no se marca como lo estás queriendo marcar. No puedes decirme a la mala que me vaya con otra cuando mi cerebro y mi sexualidad ya están enganchados fuertemente a ti; y si tiene que haber un desenganche, eso debe hacerse gradualmente, poco a poco, ¿puedes entender eso?

Sé buena persona y simplemente vuelve a atenderme, ¿qué te lo impide?, ¡sólo un falso orgullo tuyo que no vale la pena mantener ni fortalecer! ¿Qué ganas haciéndome sufrir?, ¿qué ganas derivando el problema a los señores encargados de la seguridad del local en un problema que debió ser resuelto sólo entre tú y yo? En estos momentos no se me ocurre otra manera de decirte algo más que ésta. Estoy desesperado, ¡no sé qué más hacer!

Nayeli, tú sabes que me gustas y que me gusta que me atiendas tú. Deja de ser cruel conmigo y atiéndeme. Y discúlpame si no supe manejar los dilemas que se interpusieron entre tú y yo, espero que comprendas y disculpes mis limitaciones como ser humano; y si verdaderamente quieres ayudarme, pues no hay mejor ayuda que tú puedas darme que el hecho de que simplemente vuelvas a atenderme, como  tu casero, al que recibías con una sonrisa, el mismo que te daba cortés y cordialmente tu flor de poronga 🙂

Te extraño, Nayeli, ¡TE EXTRAÑO!, ¿qué puedo hacer para volver a encontrarme contigo y para que me vuelvas a recibir? Me dijeron que ya no puedo volver al local de las niponas artistas, bailarinas, poetizas, cantantes, masajistas y acariciadoras de cabeza, y en el que una de ellas eras tú: la guapa, fabulosa, sensual, seductora y erótica Nayeli. En un pequeño espacio cuatridimencional con un letrerito que reza a las cuatro por cinco unidades arábigas de cantidades relativamente generales, y con cincuenta doblones solares de plata por el derecho a habitarlo por un momento contigo en un viaje hacia Saturno y el infinito que la nave del regalo de la naturaleza humana montada en la imaginación de este pobre desgraciado con gracia lo permite. En palabras sencillas, pero respetuosas (aunque las apariencias digan todo lo contrario):                     ¡TE QUIERO CACHAR RICO, PUTA!

Te DESEO, mi dulce meretriz dulcinea, Nayeli, tu nombre significa algo especialmente humano en el idioma zapoteca. En estos precisos momentos, nada me haría más feliz que volver a tratar corporalmente con vos. Hace unos minutos que me sacudí la cosa cosa, la tremebunda cosa, recordándote e imaginándote, en el inevitable recuerdo de la última vez que me ayudaste a frotármela con tu frotador especial que hay en ti de manera natural y por ley del Universo. Que el destino haga que te encuentre tan pronto como el ciclo de un día y una noche, o no más como el ciclo de una Luna.

Aún me duelen los dedos, iré al médico...

Recíbeme con los brazos (y piernas) abiertos, por favor, Nayeli!

¡Te deseo lo mejor!, ¡que tengas una linda, fabulosa y satisfactoria vida!, ¡y que Dios guíe cada uno de tus pasos!

Atentamente, 

                         Pedro, tu casero un poquito extraño pero buen sujeto al fin y al cabo.

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:cry:Ya se parece a un HDL con su musita....que frecuenta Molino Rojo y Divinas.....:faill:

(Oye, si tú! el que lee esto..............Espero no verte en la misma situación.......:doubt: da verguenza ajena......:pudency:)

@pechofrio69dile a tu amigo de Divinas y Molino Rojo (ese mismo)....:look_down:que lea estas lineas, que se parecen a su caso....:cry:

Buena historia HDL.... @1111

Saludos

 

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hace 20 horas, 1111 dijo:

 

Buen día, comunidad galáctica. Contaré un poco más de mi historieta con esa peculiar muchacha.

Mi nombre de guerra es Pedro, y elegí ese nombre para mí mismo por razones místicas... En el año del Señor 2023, conocí a esa repartidora de caricias llamada Nayeli.

No soy una persona supersticiosa, pero hay ciertas sincronicidades que me sorprenden. La conocí la noche del 5 de mayo de 2023, la suma de los dígitos de esa fecha dan como resultado el número 8 (5/5/2023... 5+5+2+0+2+3=17, luego, 1+7= 8), luego me enteré por casualidad que la noche del 5 de mayo hubo un eclipse lunar, fue un viernes (el día de Venus, la diosa del amor). Fue en la habitación número 125 de un conocido burdel de la ciudad; la suma de los dígitos de ese número (1+2+5) dan como resultado también el número 8, el cual representa al "  (el infinito)". Al momento que la conocí, hace poco que ella había cumplido años, 26 años de edad, y 2+6 = 8. La segunda vez que me atendí con ella, ella me dio su número de celular en cuyo WhatsApp asociado a él había un dibujo del símbolo del infinito () con una frase que decía: "Que se haga infinito todo aquello que te hace feliz". Tres meses después, ella se traslado a otro burdel, también conocido y concurrido de la ciudad, me atendí con ella en ese otro burdel por primera vez en la habitación 35, cuya suma de dígitos (3+5) también da el 8; esa misma noche en ese otro burdel, hice un trio en la habitación de su amiga cuyo número de habitación era el 8. Días después, le llevé flores a Nayeli en agradecimiento por el buen trato que me había estado dando a lo largo de unos meses, pero no la encontré, y como las flores se marchitan muy pronto, decidí regalárselas a otra prostituta de nombre Liliana. Liliana me dijo que le alegraba recibir flores en vísperas de su cumpleaños que era el 8 de agosto (un día 8 de un mes 8), Liliana fue quién luego, un par de meses después, me consoló con sus palabras tras la ruptura con Nayeli, pero esas dos veces a Liliana no la tomé de prostituta, sólo de consejera/psicóloga. Hoy es el 17 de noviembre del 2023, la suma de los dígitos de la fecha de hoy son: 1+7+1+1+2+0+2+3= 17 y 1+7= 8. Y hoy es viernes (día de Venus, la diosa del amor).

También hubo sincronicidades con el número 9. El día en que Nayeli decidió romper relaciones conmigo fue en el otro chongo, ese día fue el 10 de octubre de 2023 (10/10/2023), cuya suma de dígitos: 1+0+1+0+2+0+2+3= 9. En ese momento, ella estaba en la habitación número 45 (4+5 = 9). Ese día, me dirigía al chongo caminando (una docena de kilómetros), en el primer kilómetro una paloma me cagó en el hombro ( y tuve que meterme a un restaurante para lavarme y limpiarme y seguir caminando). Dicen que las palomas representan a Dios (El Espíritu Santo), y el número 9 representa también a Dios (el amor universal, la paz y la verdad) por el ser el dígito más alto en el sistema decimal. No fue la única vez que una paloma me caga mientras iba a visitar a Nayeli. Una de las primeras veces que fui a atenderme con ella (en el primer chongo), ya estaba por llegar al chongo y una paloma me caga en el hombro; en la entrada había un pelao entre los agentes de seguridad, él me dijo sonriendo: "¡suerte!, ¡eso es suerte!" cuando vio que una paloma me había cagado encima; y fui a lavarme en el baño del chongo... ese día Nayeli en la puerta de su cuarto que esa vez era el número 129, me mostró una teta, se la apretó y le salió un chorrito de leche, y de esa forma me convenció para entrar (esa fue como la cuarta o quinta vez que me atendía con ella), adentro estaba su amiga e hicimos un primer trio con ellas dos, ¡buen trio, carajo!; el número 12 es también importante (12 fueron los apóstoles), simboliza la autoridad y la perfección; la suma de los dígitos del 129, también da 12.

El número 11 no podía faltar en esta historia, el número 11 representa la motivación y los impulsos internos, porque está fuertemente conectado con nuestras esperanzas, sueños y deseos de nuestros corazones. Por lo tanto, el número 11 representa un viaje espiritual único. La suma de los dígitos de la fecha de mi nacimiento da 11. El 11 de noviembre de 2023 fui a ver a Nayeli por última vez, fue un sábado (el día de Saturno: Este planeta simboliza la resiliencia, la conformidad, la precisión y la persistencia, pero también las limitaciones y los límites, por lo que no es de extrañar que los sábados estén asociados con la eficiencia, la dedicación y la paciencia, pero también con la sencillez y la restricción.), y fue la vez en que los agentes de seguridad me expulsaron del chongo porque ella los llamó, y me dijeron que no volviera más. La suma de los dígitos de la fecha 11 de noviembre de 2023 da 11, o sea de la fecha 11/11/2023 (1+1+1+1+2+0+2+3= 11). Hace un par de semanas atrás yo había cumplido años y la suma de los dígitos de mi edad actual también da 11.

En el burdel de las cortesanas de Poseidón la conocí. Era la puta atractiva del chongo, de linda presencia física y de seductores movimientos corporales y faciales. Solía usar un vestidito de enagua muy corta con aberturas a los lados la cual se la levantaba para mostrar la concha pues no solía usar calzón, y de ese modo poder jalar clientes.

La noche del 5 de mayo... caminando por los pasillos de dicho burdel, buscando una puta a quien poder sacudirle el almuerzo (ya había estado con un par durante la tarde, pero estaba decepcionado, y harto de la frialdad de esas mugrosas), de pronto se abrió la puerta de un cuarto y apareció ella, se asomó al marco de la puerta, y yo me quedé paralizado a unos metros en dirección oblicua, la observé cautelosamente, "¡sí, es bonita!" me dije a mí mismo, pero tenía miedo de acercármele, temía que fuera como las otras; ella no me vio, y yo no sabía si entrar o no, me quedé paralizado, hasta que en cuestión de segundos se le acerca un parroquiano más avezado y decidido y le hace la consulta, y para convencerlo definitivamente, ella levanta su faldita grácil, pausada y delicadamente para mostrarle la "hamburguesita" mientras va mirándole a los ojos y sonriéndole leve pero coquetamente con la intención de hipnotizarlo; en ese momento me dije: "Wow!, ¿pero qué acabo de ver? Ojalá que el parroquiano no entre!, que no entre!, que no entre!, para que en su lugar entre yo, ¡esta mujer me encanta!", pero el parroquiano, seducido por aquel artificio de Nayeli y por su belleza, decidió entrar; ella cerró la puerta, y mientras la cerraba les lanzó una mirada sugerente y arrechante a los parroquianos que estaban en el pasillo, mientras ponía la punta de la lengua en el labio superior en una especie de señal de deseo sexual, un código "lujurioso" que de alguna forma el cuerpo y lamente lo entienden sin mediar palabra ni explicación alguna; así que entonces, tuve que ponerme a esperar. Esperé y esperé, no sé cuánto tiempo; me aburrí y bajé al primer piso, en el primer piso anduve y anduve por los pasillos pensando en que quizá esa noche iba a ser como prácticamente todas las noches, que me iba a ir a casa frustrado y habiendo tenido relaciones sexuales anónimas y sin importancia, estaba desanimado y quizá algo triste. Me cansé de caminar y me puse a descansar apoyando el hombro en una de las columnas con decoración pétrea que hay donde empieza el salón y terminan los pasillos de aquel burdel, al frente de una de esas máquinas automáticas y dispensadoras de bebidas, golosinas, condones, etc; cuando de pronto aparece ella, Nayeli, caminando por el pasillo, le echa una monedita a la máquina... y antes de seguir caminando, gira la cabeza hacia atrás para verme directamente a los ojos por un par de segundos, seria, sin sonreír, yo estaba a dos metros de ella, en aquel pasillo; luego se dispuso a caminar hacia la izquierda para encontrar las escaleras a su mano derecha; subió por las escaleras, y yo me apresuré a ir tras ella, me acerqué a un metro de distancia más o menos, veía como contoneaba su culo mientras subía las gradas, contoneaba las caderas de un lado a otro como una especie de "gacela", de manera pausada, sexy y elegante. Al llegar al segundo piso, ella se fue por el pasillo de la izquierda, y yo me fui por el pasillo del centro, con la intención de interceptarla en su cuarto, el cuarto del fondo, el cuarto 125; llegué al cuarto justo después de ella, evitando haberla seguido todo el tramo justo detrás de ella para no verme como un gil demasiado hambriento y desesperado. Ella abrió la puerta, y parecía que atrás había otro que la seguía y que también quería atenderse, pero lo madrugué de manera insospechada. Después de abrir la puerta, entró al cuarto y se dio la vuelta, y lo primero que vio fue a mí, y le dije: "Hola!", y ella respondió diciendo "Hooooola!!!" con actitud de sorpresa moderada y controlada, sin sonreírme, seriesita pero con actitud segura, y noté algo de lujuria en sus ojos, como con una mirada de cazadora. La verdad es que en ese momento sentía mucha ansiedad y tensión sexual por entrar al cuarto casi sin decir ni preguntar nada, ello para poder hacerle cositas, ustedes saben, pero me contuve e hice las preguntas de rutina: "¿Cuánto es el servicio?, ¿cómo es el servicio?,... ", etc... y entonces: "¿Puedo pasar?" le pregunto; parecía que ella había sentido mi desesperación y mis ansias por poseerla, entonces era obvio que conmigo no era necesario ya el truquito de levantarse la faldita y mostrar el pastelito. "Pasa", me dice. Dentro del cuarto, me pregunta: "¿Cómo estás?, ¿cómo te está yendo?... ¿deseas con la luz roja o la luz blanca?" , mientras va posando sus manos sobre mis hombros y las enrolla alrededor de mi cuello, y empieza arrimarme sus tetazas hacia mi pecho sosteniendo el contacto visual... le respondo que prefiero la luz blanca... Era la cuarta puta con quien me atendía aquella noche, y con la que la pasé muy bien (las otras me decepcionaron)... Me gustó tanto su trato de la primera vez que al día siguiente volví al burdel  por ella, la encontré pero en otro cuarto... en ese otro cuarto me recibe toda arrecha, se quita la ropa rápidamente y se abre de piernas en una esquina de la cama y se pone a masturbarse mientras me mira fijamente a los ojos. Me decía a mí mismo: "¡pero qué tal putaza que es ésta!".... hicimos varias poses, y de costadito para observar lo que le hacía en el reflejo del espejo que está junto a la cama, en eso ella decide girar la cabeza hacia atrás y verme a los ojos mientras me la cachaba, aproveche para decirle a la cara: "¡Eres mí puta!"... a lo que ella respondió: "¡Soy tu puta!" con esa mirada suya fija y lujuriosa... al terminar, le dije: "Me gustaría conocerte más...", se me cercó por el borde de la cama gateando como una gata mirándome a los ojos como intentando descubrir en ellos algún signo que le diga que puede confiar en mí, y me dijo: "Podría darte mi número de celular", y yo le respondí: "Sí, dámelo... pero no traje mi celular... ¿podrías anotarlo en un papel?, ¿tienes lapicero?"... me dijo que no tenía lapicero, entonces le pedí que escribiera en un trozo de papel higiénico su número, y así lo hizo, echada en la cama, boca abajo, totalmente desnuda, cruzaba los pies, y cantaba cada dígito que escribía con una vocecita aguda... Más de un mes después, le escribí a su WhatsApp pero ella hacía poco que había cancelado esa línea telefónica suya... Dicho se de paso, acabo de revisar ese su número de cel, y la suma y reducción de dígitos de ese número da el 11, nuevamente el 11... y el 8 si incluyo en la suma al código de país...

Una semana después de haberla conocido, un lunes, un día después del segundo domingo de mayo, el día de la madre... aproveché para preguntarle si era madre, me dijo que sí lo era, de un bebé de pocos meses de nacido... me dijo un par de semanas después que yo tenía cierto rasgo físico que su bebé lo tenía también...

A los dos meses y medio, ella se trasladó a otro burdel, y para ubicarla, me apoyé en un patita que no conozco personalmente... Pasó una semana en ese nuevo chongo, y justo cuando me disponía a empezar a frecuentarla menos, ocurrió el incidente que de alguna forma fue el punto de quiebre que más adelante me separaría de ella de la manera más inesperada....

Cierto día, después de cachármela, decido pagarle por unos minutos de su compañía sin sexo incluido, sólo charlar un poco y un poco de contacto físico. Me eché de espaldas en la cama con la ropa puesta (ella también ya estaba vestida), y le pido que se monte encima de mí, y así lo hace. Tomo sus manos y entrelazo sus dedos con los míos; y lo inmediatamente después que hizo fue doblarme los dedos hacia los lados con la intención de hacérmelos tronar, me dobló casi todos los dedos de las dos manos con rapidez y con fuerza (la suficiente como para lastimármelos) y en varios puntos de articulación entre las falanges, los dobló hacia los lados, en una dirección antinatural y en que la articulación se ve forzada y expuesta a un posible daño en los ligamentos. Grité de dolor cuando me hizo eso, y entonces ella dijo algo en un tono que me sonó extraño y cruel: "Ah, eres delicadito, ¿no que eras el macho fuerte que decías ser?"... No respondí a su pregunta, respondí con otra pregunta, cambié el tema totalmente, e hice de cuenta que ya no me dolían los dedos... pero al día siguiente amanecí con un intenso dolor de dedos... estaba molesto con ella por lo de mis dedos, pero no sabía cómo reclamarle. Al día siguiente decidí comprar un ramo de flores y llevárselo al burdel, para de esa forma hacerle un obsequio a pesar del daño que le hizo a mis manos. Pero ese día no la encontré en el burdel, y decidí entregarle las flores a otra prostituta con la que esa vez no tuve sexo ni la vez posterior a ésa, sólo la tomé de psicóloga/consejera...

Pasó un día más, y volví al chongo. Esta vez sí la encuentro, me la cacho bien y después de cachármela, le comento que aún me dolían los dedos y que ayer le traje flores, pero que tuve que entregárselas a otra... se puso un poquito picona por eso, pero no demasiado, parecía que intentaba contenerse... Me dijo que se iría a su país de origen por un mes...

Se ausentó todo el mes de agosto, eso me dio un respiro y la oportunidad de empezar a ahorrar dinero. En setiembre volví a verla, pero todo ese mes la visité sólo tres veces, estaba decidido a ahorrar dinero; esas tres veces me atendió bien, la tercera vez fue la mejor y la última... 

Luego, un 10 de octubre me dijo que ya no más, y en el transcurso de octubre volví al chongo una cuantas veces más a intentar convencerla de que me volviera a atender, hasta que un 11 de noviembre pasó lo que pasó...

Hoy, me encuentro extrañándola, con mis dedos aún adoloridos (entumecidos) después de más de tres meses (definitivamente necesito consultarlo con un especialista...). Ojalá pudiera haber alguna forma en que ella pueda reflexionar y entender que puede atenderme sin problemas, como a un cliente más, y que ella misma les diga a la gente de seguridad que me dejen pasar, que todo fue una equivocación, un malentendido, ¡cuánto quisiera que eso fuera posible!... El jefe de seguridad me dijo la última vez que la vi: "¿y para qué quieres aclarar las cosas con ella?, ¿acaso es tu esposa o qué?"... no le dije nada, pero era obvio que quería aclarar las cosas con ella porque ella de alguna forma es importante para mí... y pero, ¿tiene alguien que ser mi esposa y haber habido juramentos ante unos payasos conocidos como autoridades o representantes de la iglesia y con firmas avaladas por otros payasos de la abogacía burocrática, para decir que cierta mujer tiene cierta importancia en mi vida? Sólo sé que cuando uno siente cierta atracción o afinidad por alguna mujer, el corazón y el pene no necesitan huevadas para determinar que esa mujer es relevante en la vida de uno aunque se trate de una "mera prostituta" a quien sólo Dios sabe si la volverás a ver o no el día de mañana. Tampoco quiero la payasada de buscar una relación sentimental con ella, y menos con todos los formalismos; sólo Dios puede determinar la validez, superficialidad o profundidad, de mi relación con ella.

Al final de todo, ella es quien decide; o mejor dicho, sus prejuicios y miedos son los que deciden por ella y por mí en relación a ella. Sólo sé que sólo quería seguir siendo su casero cachero y disfrutarla hasta donde se pueda, tan simple como eso ¿Por qué es eso tan difícil de entender para el mundo, incluida ella misma?

¡Te extraño, Nayeli! ¡Deseo ver tu sonrisa una vez más!

 

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hace 1 hora, HARVEY SPECTER dijo:

Palteas bro, ten dignidad

Por supuesto que tengo dignidad, mi hermano, pero mi manera de tener dignidad no es universal, y la tuya tampoco! Y lo verdaderamente palteante es que no entiendas ni respetes eso!

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Dudo mucho que ella sea la bondad perfecta hecha mujer, pero también dudo mucho que sea la encarnación de Satanás en La Tierra. Simplemente que ella es una persona agradable, amable, lo suficientemente respetuosa y eficaz en su oficio; y por eso te gustó tanto. Hasta es posible que sea mejor persona, y mejor mujer, que muchas otras mujeres que nunca han estado metidas en ese estilo de vida, mujeres hipócritas, impredecibles y maliciosas como las serpientes; apuesto que ella es más honesta y sincera que otras a las que nunca se te ocurriría tildarlas de "putas". Supongo que sabes que ella tiene derecho a tomar sus decisiones personales aunque eso tenga que tener efectos colaterales afectando en consecuencia a los sentimientos de alguien ¿Convencerla de que vuelva a atenderte?, seguramente que sí se puede. "Todo problema tiene una solución", como diría mi compadre Albertito Einstein. Obviamente, no supiste cómo presentarle tus quejas de manera eficaz, ni supiste re encausar las cosas a tu favor cuando las cagaste inicialmente. Y ahora que parece que las has cagado aún más, aun así, ¡todo tiene solución, mi amigo!, pero me temo que esa solución yo no la conozco; quizás yo tendría que ser amigo de ella para poder interceder por ti, pero no lo soy. Lo único que te puedo aconsejar por el momento es que te pongas a rezar, a rezar mucho; por ahí que se te hace el milagrito y te vuelve a entregar la vagina. Yo también voy a rezar por ti, amigo, ¡te lo prometo!

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Rezar? Jajajajaja en serio? Y encima para que le entregue la cuca. Creo que mas de uno está mal de la cabeza en serio, pero bueno cada loco con su puto tema

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Great Scott! Con gusto te daría un aventón con mi "máquina del tiempo" hacia el punto del tiempo en el pasado anterior al momento en que cometiste la gilipollez que te llevó a que tu putita favorita te rechazara, para que le dejes una nota a tu yo del pasado y entonces él pueda evitar esa gilipollez... Pero, me temo que la ficción no podemos llevarla a la realidad, mi querido Marty.

¿Qué podemos hacer?, le haría un transplante de cerebro a tu putita para que tenga una mejor perspectiva de la situación y entonces te vuelva a aceptar como su cachero a 50 sol-anos el pol-vete, pero me temo que esa área de la ciencia no es mi especialidad.

¿Y entonces qué? No lo sé, Marty, la mujer es el otro gran misterio del universo que me gustaría conocer, un misterio que me temo que no lo conozco. Preguntémosle a buen Erwin Schrödinger, el tipo tiene fama de mujeriego, el debe tener la solución. Erwin, amigo mío, ven a ayudar a este muchacho, por favor!, ayúdale a domar a su gata, perra, o lo que fuera, y a meterla en la caja, para hacer el experimeterlo.

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Haber, las mujeres buscan hombres... duros, seguros,  protectores, proveedores, q no se arrastran por mujeres...a estos ultimos los usan con migajas de sexo....

Obvio q esta claro q hablamos de una puta, y con esas actitudes ... creo en mi opinion, la puta vio un man inseguro, debil... por tanto para ella eres unpeligro para su integridad... . E imagina q podrias hacerle algo dentro de su cuarto... 

Entonces queda demostrar otra vez fuerza y seguridad.... en mi opinion, anda al chongo y entra a otroscuartos, asi claves o no... es una fase a pasar.... q ella te vea en elchongo pero no entrando a otros cuartos.. obvio sabra q has entrado a algun cuarto... luego de varias entradas...pulseala frio y seguro... y si no quiere... chau... y segur pulseando.... y en dias te dejara entrar... pero cuando pase.. no la cagues de nuevo cin explicaciones y actitudes debiles y arrastradas.. una hembra no piensa como un hombre .. y una puta menos.......ellas no quieren un man arrastrado xq no tiene un culo... ellas perciben eso... que ninguna hembra esta con ese man y ell no hara labor social.... ellas pelean x los alfas.

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hace 2 horas, Platanito2 dijo:

Haber, las mujeres buscan hombres... duros, seguros,  protectores, proveedores, q no se arrastran por mujeres...a estos ultimos los usan con migajas de sexo....

Obvio q esta claro q hablamos de una puta, y con esas actitudes ... creo en mi opinion, la puta vio un man inseguro, debil... por tanto para ella eres unpeligro para su integridad... . E imagina q podrias hacerle algo dentro de su cuarto... 

Entonces queda demostrar otra vez fuerza y seguridad.... en mi opinion, anda al chongo y entra a otroscuartos, asi claves o no... es una fase a pasar.... q ella te vea en elchongo pero no entrando a otros cuartos.. obvio sabra q has entrado a algun cuarto... luego de varias entradas...pulseala frio y seguro... y si no quiere... chau... y segur pulseando.... y en dias te dejara entrar... pero cuando pase.. no la cagues de nuevo cin explicaciones y actitudes debiles y arrastradas.. una hembra no piensa como un hombre .. y una puta menos.......ellas no quieren un man arrastrado xq no tiene un culo... ellas perciben eso... que ninguna hembra esta con ese man y ell no hara labor social.... ellas pelean x los alfas.

El caso del man es terrible, bro. No puede volver a ese chongo como le sugieres porque le dijeron que no puede volver, o sea que fue expulsado. Si lo que ella quiere es protegerse, está haciendo todo lo opuesto al sentido común y a la razón. Que una mujer le niegue el sexo a un hombre, digamos, obsesionado con ella, eso sólo genera frustración en él, una frustración que puede llevar a cosas peores si el man no es alguien que esté dispuesto a aceptar su cruz como un "Cristo"... y ella no lo cree un "Cristo", sino un pobre diablo capaz de lo que sea... pero eso cree ella porque a lo mejor ella es quien sí es capaz de lo que sea (de hecho, ya está siendo capaz de una crueldad injustificada, de la maldad de hacer sufrir a alguien por la hueva, no hace falta hacerlo sufrir), ella proyecta sus miserias y debilidades en el pobre tipo ese... o sea, en realidad, es más probable que la loca sea ella por pensar huevadas, que el man que sólo quiere cacharsela como un cliente más, ¿qué chucha le pasa a esa puta?, una puta atiende a cojos, mancos, cuadrapléjicos, feos y bien feos, guapos, altos, enanos, trabajadores, delincuentes, limpios, sucios, hasta borrachos los aceptan, ¿y no va a aceptar a este man?; o sea, ella misma contribuye a la potencial peligrosidad de ese o cualquier hombre que se obsesione con ella, porque de una frustración acumulada no sale nada bueno; algunos pocos que no aceptan su dolor y frustración se desquitarán con la mujer; y ella cree que él es incapaz de aceptarlo porque en el fondo ella es así, ella no acepta ni se hace responsable de lo ocurrido con el man y la problemática que finalmente los separó, ella cree que no es responsable de absolutamente nada, que el man simplemente que se joda, esa es la actitud de ella. Si le da sexo, él se apaciguaría y sus impulsos mermarían al poco tiempo; negarle el sexo sólo genera un posible el efecto contrario al que ella desea ¿Pero cómo hacerle entender algo tan elemental a una puta?, esa es la cuestión.

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