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Venezolana tatuada que conocí por Facebook


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El preámbulo de cómo es que la conocí y terminé esperándola en un hotel del Cono Este lo obviaré, solo diré que la abordé por Facebook pues me llamaron la atención sus tatuajes y sus fotos por demás sensuales y luego de varias charlas virtuales aceptó encontrarse conmigo el día de ayer, en pleno encuentro "Perú VS Bolivia" en un hotel de San Juan Lurigancho.

Debo confesar que mientras la esperaba en el hotel tuve mis dudas de que ella viniera, había comprado cervezas, halls y condones para pasarla rico pero ella demoraba en llegar, por un momento me dije a mí mismo "ya perdí" y cuando tomaba una de las cervezas que había comprado tocaron la puerta, abrí y era ella.

Me había enviado varias fotos pero verla en persona era otra cosa, llegó con un vestido negro cortito, era pequeñita de tamaño y lo que resaltaba en ella, además de sus tatuajes, era su piel blanca y su culito bien paradito, la hice pasar, nos abrazamos, nos acostamos en la cama y empezamos a brindar viendo el futbol y conversando de ella, de su pasado, presente y de sus planes a futuro.

Acabado el partido ella me pidió un masaje, se puso boca abajo se quitó el vestido negro que llevaba y el brasier también quedándose solo con un calzón diminuto que dejaba a vista mia ese culito redondito que tanto me gustaba. Empecé a masajearle la espalda y luego a besarle el cuello, al hacerlo sentía que ella meneaba el culo como excitada lo cual me excitaba también a mí. Baje mi boca hacia sus nalgas, las besé y lentamente le quité la única prenda que le quedaba, separé sus nalgas e introducí mi lengua en su culito y empecé a mamarselo. Sabía demasiado sabroso, estuve ahí un buen rato y ella se meneaba y gemía de la excitación, pronto levantó las nalgas y dejó que metiera mi lengua en su concha que para ese momento estaba supermojadita, yo seguí lamiendo tanto su ano como su concha y ella lo disfrutaba tanto como yo.

Se dio la vuelta, abrió sus piernas, tomé una pastilla de halls negro y empecé a mamarle la concha con más comodidad, mientras tanto uno de mis dedos se posó en la entrada de su culo y ella se movía al ritmo de mi lengua en su concha y cada vez que lo hacía mi dedo entraba en su culo cada vez más dentro y ella gemía cada vez con más intensidad, disfrutando mi lengua dentro de su concha, mi dedo dentro de su ano y apretándose los senos cuyos pezones estaban durísimos de tanta excitación.

Después de varios minutos mamándole la concha sentí que ella lanzaba el último gemido aquel que demostraba que había llegado, que se había venido...que había terminado.

Descansó unos minutos pues me dijo que su vagina estaba sensible, más yo estaba como un toro y quería meter mi pinga, que seguía dura, en esa conchita tan deliciosa que había saboreado minutos antes.

Ella entonces tomo la iniciativa, cogió mi pinga y se la metio en la boca chupándola magníficamente, saboreando desde el inicio de mi verga dura hasta la cabecita de la misma, acariciándome los huevos que estaban llenos de esa leche mia que quería depositar en su boca, en sus tetas, en su culo, en su espalda y en todos los lugares y rincones de ella.

Luego de la espectacular mamada que ella me dio se acostó otra vez con las piernas abiertas y me invitó a ponerme encima de ella poniéndome previamente el condón, lo hice y besando su boca, cuya lengua tenía un piercing, introducí lentamente mi verga dura en su concha que estaba ya empapada y muy caliente. Empecé con mis embestidas y ella gemia ante cada empuje mío, le besaba el cuello mientras la penetraba y le acariciaba las tetas, ella disfrutaba el momento igual que yo, luego de ello, ella se puso en cuatro, que rico era verla así, chiquitita, blanquita y con el culo bien paradito esperando por mí, arqueaba la cintura de manera tal que su concha quedaba a mi merced, sabrosa, jugosa, goteando de la excitación, meneandola para mí y abriéndose el culo con sus manos para que yo pueda ver ese pedazo de carne cuyo orificio estaba a mi merced, entregada a mí, sometida a mí. Acerqué entonces mi verga dura hacia su concha y empecé a darle en cuatro, de perrito, cada vez empujando con más fuerza y ella pidiéndome que lo haga cada vez más duro, gimiendo y gritando porque la haga suya y porque no pare nunca.

Después de varios minutos embistiendola en cuatro y cuando estaba a punto de venirme, retiré el condón de mi pinga dura y le ofrecí mi leche, ella se dio la vuelta, acercó su boca a mi verga, la abrió, sacó su lengua y me rogó que le diera mi leche la cual salió a borbotones y la cual ella tomó saboreandola y mirándome mientras lo hacía.

Fue el caché más rico que tuve en los últimos años, lo volvimos a hacer un par de veces más al día siguiente luego de dormir abrazados, nos tomamos fotos juntos e incluso grabamos algunos vídeos para que nos quede en el recuerdo prometiendonos mutuamente volver a vivir esa experiencia sabrosa, sin compromisos, sin reclamos y siempre conservando ese deseo el uno por el otro.

Me encantó ella, sus tatuajes, su tamaño, su color, su olor y todo lo que me hizo sentir.

Pensé relatar esta experiencia con ustedes y le pedí una foto para la cofradía lo cual ella amablemente aceptó luego de hacerme una lluvia dorada la cual disfruté al máximo...

Las comparto con ustedes en mi foto de perfil.

Saludos y si encuentran una mujer así, disfrútenla al máximo como yo lo hice 

Buena noche..

 

 

 

 

 

 

 

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Hermano , y la foto ?? , pucha hacerlo asi siempre tomando sus precauciones , quien sabe a cuantos mas le  a tomado su semen .

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y despertaste sin piernas? ya pues pollito. esta bien tu relato pero todo es mas irreal como el mundial qatar

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