Cachada con mi comadre

[Seiya del Vergazo]

Carolina y yo nos conocemos desde hace aproximadamente 10 años. Yo soy amigo de su esposo desde hace aproximadamente 15 años, por lo tanto, yo estuve presente en su boda y ellos en la mía.

Carolina es una mujer simpática y muy sociable, pero sí algo descuidada en su físico, ella tiene 2 hijos y es de complexión robusta, pesa aproximadamente 85 kilos (ella me lo dijo).

Todo se remonta a marzo del año pasado el 2024. Debido a mi trabajo me tocó salir de viaje por un mes a la ciudad de trujillo Era un viaje más de trabajo, pero la última semana me enteré de que Caro estaría volando también a trujillo para tomar una capacitación de la empresa para la que trabaja. Siendo sincero, jamás pensé que podría pasar algo entre nosotros, pero muy en el fondo me excitaba imaginar que sí sucedería.

Una noche después de que ella llegue con su carro a Trujillo, le envié un mensaje para invitarla a cenar. Ella accedió y fue así como pasé por ella a su hotel para llevarla a cenar. Claro que tanto su esposo como mi esposa sabían, pues llevamos los 4 una relación ya larga de amistad, por lo que no sonaba como algo anormal que fuésemos a cenar y más si estábamos al mismo tiempo en una ciudad que no era en la que vivíamos.

Llegamos al restaurant, pedimos 2 botellas de chela y cenamos. Todo fue muy normal, fue una charla muy amena como las que normalmente solíamos tener. Se llegó la hora de pagar y al salir del restaurant me dijo que si por qué no llegábamos a comprar una sixpack de chelas para seguir platicando en el hotel, a lo cual accedí.

Al llegar a su cuarto de hotel me senté en el sillón y procedí a abrir las botella para cada uno. Al mismo tiempo Caro se metió al baño y salió ya con su bata de dormir. Cuando vi a Caro en su bata comencé a imaginarme todas las posibilidades y a eso sumarle que ya traía varias chelas encima.

Continuamos con nuestra charla mientras cada quien tomaba su botella, pero en uno de esos lapsos que bajé mi mirada no pude evitar ver los senos de Caro, que con esa bata dejaban todo a la imaginación. Resultado de esto sentí cómo mi pinga inmediatamente se puso erecto y al mismo tiempo sentí cómo se me metió el demonio. Sin dudarlo, mientras Caro hablaba me acerqué y le robé un beso.

De inmediato sentí un temor ya que había dado un paso demasiado atrevido y que podría arruinar toda mi relación con mis compadres e incluso mi esposa. Pero para sorpresa mía, Caro se levantó, se subió arriba de mí, y sin soltar su botella comenzó a besarme.

En ese momento supe que esa noche Caro sería mía. Desde hace mucho sabía que Caro utiliza T de cobre por lo que no tendría que preocuparme por condones.

Mientras nos besábamos descubrí sus senos con mis manos. Pechos grandes y pezones también grandes color trigueños, ya que Caro es una mujer muy trigueña.

Inmediatamentr la llevé a la cama, la acosté, le quité la bata y la dejé sólo en sus cacheteros negros que llevaba puestos esa noche. No podía creer que tenía a Caro acostada en la cama, con sus senos al descubierto y con las piernas abiertas. Para ese momento me estaba muriendo por ver su chuca. Así es que no esperé más y procedí a bajar sus cacheteros. Cuando realicé ese movimiento, Caro me pidió disculpas por su “chuca peluda”, a lo que yo respondí que no había ningún problema. Y a decir verdad, sí era una selva ahí abajo, pero eso sólo me prendió más ya que era Caro al natural.

Continuamos besándonos y Caro procedió ahora a quitarme toda la ropa a mi. Cuando bajó mis boxers, inmediatamente brincó mi pichula, a lo que Caro no dudó en tomarlo con su mano e introducirlo en su boca.

Yo ya estaba a punto de estallar, pero me resistía ya que no quería matar la calentura del momento.

De repente, Caro se levanta, toma mi pene con una mano y lo posiciona para sentarse en él. Creo que no hay cosa más deliciosa para nosotros, que ese momento en el que sientes cómo tu pinga va atravesando cada capa de la concha hasta llegar al final. Sentir la temperatura que hay dentro de esa rica concha sumada a los jugos que se producen es una locura.

Fue así como de repente ya estaba adentro de Caro. Esta hembrota estaba demasiado caliente y no dejaba de moverse, sus jugos escurrían por mis huevos y sus gemidos eran cada vez más ruidosos. En eso siento cómo Caro llega al clímax y suelta un chorro caliente tremendo lo cual no pude resistir para así derramar todo mi semen dentro de ella. Después de la cachada nos acostamos un rato y tuve que despedirme de ella pues al otro día tenía que ir a trabajar y todas mis cosas estaban en el hotel.

Al día siguiente no podía sacarme de la cabeza lo que había ocurrido y aprovechando que ambos seguiríamos en Trujillo por unos días más, me atreví a enviarle un mensaje a Caro invitándola a mudarse a mi cuarto del hotel. El tiempo pasaba y no recibía respuesta de ella, lo cual me comenzó a preocupar. De repente, me llega un mensaje diciéndome que le encantaba la idea.

A partir de esa noche y durante otras 4 noches más, Caro y yo teníamos sexo desenfrenado y todos los días al despertar nos aventábamos nuestro tradicional mañanero. Siempre que teníamos sexo, Caro me pedía que por favor terminara adentro de ella, cosa que a los dos nos excitaba demasiado.

También, era increíble que al tener sólo una regadera, todas las mañanas nos metíamos a banar juntos, por lo que tenía el gran honor de enjabonar todo su cuerpo.

Algo que disfrutamos durante todo ese tiempo, además del sexo desenfrenado, fue que ninguno de los dos mencionábamos a nuestras parejas.

De hecho el último día que estuvimos juntos, ella me dijo que había disfrutado mucho ser mi jerma, situación que me prendió y provocó que inmediatamente le volviera a cachar

El viaje terminó y jamás hemos tocado el tema ninguno de los dos. Caro y yo nos vemos al menos 2 veces al mes junto a nuestras respectivas parejas y todo fluye como si nunca hubieran pasado las cosas. Sin embargo, yo no puedo evitar verla e imaginármela que estoy viéndola desnuda.

Editado 17 Marzo por Seiya del Vergazo