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Caminaba por la calle era casi medio día, viendo la vía no muy transitada aproveche para cruzar a paso ligero hasta el otro lado de la calle, al alcanzar la acera noté que un rostro sonriente me miraba cruzar, al principio la vi por el rabillo del ojo y luego la mire de frente, era la excompañera protagonista de este relato (la llamaré Flor en honor de una kineamiga que en un tiempo me hizo conocer los placeres poco imaginados en mi etapa de aprendiz).
Cuando estudiábamos no éramos muy cercanos, en ese tiempo nuestra interacción creo que no había pasado del hola y de hablar de los temas académicos de ese entonces, pero si recuerdo que algunas veces con los compañeros ella entre otras había sido motivo de las discusiones de quien tenía el mejor trasero, pues ella a veces solía vestir con ropa ajustada que permitía ver su contorneada figura; en mi opinión habían mejores prospectos pero el caso es que eso lo hacíamos entre patas, casi puedo estar seguro que ella nunca se percató de nuestros rankings.
Como me miraba con una sonrisa yo le devolví otra y ya casi cerca ella dijo:     
    - cuidado que te agarra el carro
    -no creo yo soy más rápido. -yo respondí
Como se quedó quieta supuse que esperaba me acercara, así lo hice y después del saludo agregó:
    -de tiempo, mmm no te volví a ver después que terminaste -dijo
    - ahhh si, solo fui para lo de mis trámites, por el trabajo -repliqué y acto seguido le pregunté:
    -y tú, ¿qué tal? ya trabajando me imagino.
Ella dijo:
    -nooo "estoy al borde" (expresión que no se si aún se usa por estos días, la frase completa es "estoy al borde de la prostitución") Luego de unas risas continuamos charlando de cosas del tiempo de estudiantes. Un poco de esto, otro poco de aquello y la charla abarco a grandes rasgos una síntesis de la vida académica y como pretendíamos salir adelante laboralmente. Ella contó que tenía su pareja un pata menor que ella, con el que habían comprado un carro que pagaban en cuotas.
    -ahh por eso estas "al borde" -dije. a lo que ella respondió
    -siii -luego de nuevo las risas celebrando el chascarro.
La conversación, paso al tema de que cuánto dinero podría hacerse de uno al dedicarse al oficio, y luego la diferencia entre quienes están calificados para hacerlo y quienes no, y lo que eventualmente involucraría el tener ese oficio, y luego la doble vida, pero al mismo tiempo en que invertir... etc.
En un momento no lo dudé y me lancé:
    -bueno me avisas si te decidiste, así te tomo la palabra- le espeté mirándola de lado.
La sonrisa de su rostro se apagó durante un instante, pero después nuevamente apareció y algo dubitativa, haciendo una pausa; hubiera parecido que ese momento que cientos de ideas se cruzaron por su cabeza.
    -ya pues, ¡claro! -dijo. -serías el primero...  -aun sonriendo volteó ligeramente la cabeza hacia un lado y los ojos hacia arriba. aproveché ese momento para dale una revisada a la figura que aún la tenía contorneada, y nuevamente me lancé.
    -¿Para cuándo sería? -la mire a los ojos esperando una evasiva. ella al parecer no esperaba que fuera tan lanzado, otra vez con esa pausa que parecía que su cabeza pensara miles de respuestas en un instante. respondió:
    -¿Cuándo puedes?.... -y agregó  -¡yaaaa! (expresión que soltó como diciendo "te sigo la broma") cerro la boca y apretó los labios, (era como si me dijera, si quiero, pero no creas que soy fácil). Yo por mi parte hice todo el esfuerzo para que no se notara la inseguridad que se apoderaba de mí, pero al mismo tiempo el miembro ya lo tenía crecido y al ristre para la acción. Le puse la mano en el hombro para darle confianza y agregué:
    -no te preocupes por la discreción, puedes venir mañana a mi casa -sugerí eso, pues el tema de ir a un hotel, lo habíamos hablado antes cuando hablamos del trabajo de las putas.
Ella junto las manos las estiró hacia adelante un gesto que denotaba algo de nerviosismo.
    -Ya está bien- afirmó yo para mis adentros dije ¡Bingo!.
el resto de la conversa fue para pactar sus honorarios, que estaría permitido (nada de besos dijo) y dejar en claro que era un acuerdo entre dos personas mayores con beneficio mutuo, quedamos la hora, le di las indicaciones para llegar a mis aposentos y finalmente le dije que "entendería si se echaba para atrás".
    -¡Tu, más bien! cuidado con arrepentirte -aseguró.
Así nos despedimos.
Al día siguiente luego de mensajes de Whatsapp de coordinación, a la hora pactada la estaba conduciendo ya, hacia mi cubil para la faena, vino bien bañada sin maquillaje exagerado con una malla que le formaba un culo redondeado, arriba un polo ceñido al cuerpo y encima una casaca deportiva. cerré la puerta de mi casa y ahí acaricié su trasero bien formado y duro, le tome de la mano y la conduje hasta mi habitación.
La curiosidad natural hacía que mirase por todo lado, en la habitación miro la ventana y se refirió al paisaje que tenía a mi disposición cuando me despertaba.
La acerqué a la cama me senté y le tome de la cintura.
    - ¿cómo me ves? -preguntó
    -buenota -repliqué -agarraste más cuerpo ¿eh?  -acto seguido se abrió la casaca y dejo ver sus abultados pechos, mirándolos para que yo también los viera, no espere más y los acaricie.
    -¿qué te parece?- inquirió
    -si buenos y grandes -dije mientras los acunaba y hacía ligera presión.
    -pero yo no los tenía así-. -eran más pequeños- afirmó
    -¿sí?- dije con cierta duda -¿te operaste?
Ella sonrió y me miro con ternura, supongo celebrando mi inocencia.
En tanto mis manos ya habían levantado su camiseta y se podían ver esas tetasas que aun detrás del brasier, se mostraban plenos; intenté alcanzar el broche y ella presta se desabrocho dejando a plenitud esas mamas con esos pezones marrones, grandes, firmes y listos la succión. Me acerqué y besé sus aureolas bien definidas para luego besar cada pezón y luego apretarlos entre los labios, ella para acompañar la acción puso su mano en mi cuello correspondiendo el momento.
Después de un buen momento en ese ínterin, intenté bajar su malla, ella me levantó la camisa, entendimos en ese momento que ambos debíamos pelarnos, así lo hicimos. nuevamente juntos y aun de pie mientras yo le acariciaba esas nalgas firmes y carnosas ella me agarro el miembro aun no tan firme comenzando a sobarlo, me empujó ligeramente el hombro gesticulando para que me echara. así lo hice y procedió a alistar el poncho para vestir a mi muchacho, la suavidad de sus manos y las remangadas del glande dieron sus frutos el miembro estaba alcanzando su plenitud.
    -¿Es grande eh? dijo, la mire con cara de interrogación abriendo ligeramente los ojos y antes que respondiera agregó:
    -Osea… la tienes más grande que mi... - y calló como mostrando algo de pudor al no mencionar a su consorte. (recordé ahí, a mi amiga Florcita: -"Mira «ziño» 'asi solía decirme', tu sabes: yo soy prostituta he visto penes de todo tipo. el tuyo no es pequeño, pero tampoco es tan grande. he visto piezotas que dan miedo, pero deberías estar feliz con lo que tienes, lo que tienes es de respeto. Nosotras a todos les decimos que tienen grande, eso nos asegura que terminen más rápido". Esa era Florcita, ¡ufff!  cuantas sesiones tuvimos, no solo de placer sino también educativas).  Entre tanto esta amiga ya se había acomodado apoyándose en una de mis piernas y entrelazando la otra pierna con la suya.
    -Yo sé que no es peque, pero tiene su porte -dije pícaramente - ¿te gusta asi?.
ella no contestó y comenzó la felación, primero beso el glande y luego engullo la cabeza, hizo una ligera succión que termino por completar la irrigación de sangre; el miembro ya lo tenía duro y ella comenzó con algo más de energía tratando de tragárselo cada vez más a fondo, de rato en rato pasaba la lengua por el tronco sujetándolo con la mano mirándolo con detalle.
    -Me lo comería -dijo sonriente y mirándome, en una de esas pausas.
Para ese momento pensaba que esta amiga estaba sedienta de sexo, y aunque antes la había visto algo liberal nunca paso por mi mente verla ahí, chupándomelo con dedicación, luego de que ya hubo logrado su cometido, le dije "me toca", la eché y comencé a besarla desde el cuello pasando por sus tetas sus pezones bajando por el ombligo, cuando llegué al monte de venus ella sospecho que la sopearía y puso la mano tapándose la vulva
    -eso no -dijo e inmediatamente propuso:
    -vuelve a echarte, te voy hacer algo que te va gustar -ordenó
Lo hice y volvió a chuparlo esta vez llegó a garganta profunda, hasta ahí nada extraordinario, luego chupando hacia afuera se detenía en el glande y hacia una succión en todo el glande que me hacía estremecer, en una de esas tuve que levantar el torso porque sentí que me venía.
Me miro sonriente y complacida, luego se acomodó para montarse, pero se puso de cuclillas e hizo que su vulva se acople con mi miembro erecto, sus manos apoyadas en mi cintura, comenzó a meterlo y sacarlo sin llegar al fondo, el ajuste se sentía como un aro que recorría desde el glande hasta medio tronco. ¡Ufff! que rico era eso aun puedo saborearlo (no pude evitar otra vez recordar a Florcita pues ella me hizo lo mismo por primera vez). Para ese momento mientras la veía saltar como un canguro con los ojos cerrados y la cara hacia el techo y los pechos batiéndose como un par de globos repletos de líquido, me decía "cuantas cosas sabe esta mujer". Luego de esos sentones a media caña, terminó introduciendo todo el miembro y puso sus rodillas al costado de mis piernas, ahora teníamos un acople a fondo, con el torso erguido comenzó a moverse de atrás para adelante como si remara,  ahí con esos movimientos lograba una fricción de pubis a pubis se mordía los labios y apretaba los ojos, en tanto sus manos descansaban en mi pecho, yo por mi parte agarraba sus nalgas como intentando clavarle mis uñas; ahí pude ver en un breve instante como tuvo dos tics (involuntarios por supuesto) al tiempo que el ajuste había mejorado, poco a poco de estar erguida iba acercándose más a mi, de forma que sus pechos ya estaban a mi alcance, sus pezones rozaban con mis labios de manera casual, como resultaban un tanto esquivos esos pezones, ella al percatarse sujeto su mama y con el pezón entre el dedo medio e índice y lo dirigió a mi boca, como cuando una mama le da el pecho a su bebé,  yo obsecuente comencé una pequeña succión y ahí sentí un saborsito dulce acompañado de un líquido, una fracción de segundo me detuve, eso fue suficiente para que ella me mirara y dijera:
    - tengo mi bebé.
De inmediato en mi cabeza: como si esa expresión fuera la pieza de un rompecabezas; se fue armando cual el cuadro completo, toda la explicación desde el momento del encuentro en la calle hasta las poses que me había dedicado, comenzó a tomar sentido. Un tanto dubitativo deje de succionar, pero ella:
    - quieres probar más?
No respondí pero, mi cara seguro hizo un gesto afirmativo, se tomó el pezón con el pulgar e índice y luego de una presión por cuatro o más sitios del pezón salieron hilos de la savia materna que fueron a parar no necesariamente a mi boca. ella sonrió pícaramente pues un chorrito fue para uno de mis ojos y el otro a mi nariz mientras intentaba alcanzarlos con mi boca, luego puso todo el pezón nuevamente en mi boca, ya con este movimiento el trasero quedo algo más levantado, ahora ya podía bombear desde abajo, mis manos masajeaban sus nalgas mientras el dedo medio de la mano derecha, comenzó a acariciar su chico haciendo círculos y con ligera presión, ella en principio se reusó,
    - no, eso no
    - solo estoy tocando - le dije
continué con los círculos y la presión para luego apretar más, mientras seguía introduciéndola  desde abajo y al mismo tiempo con una teta en la boca. luego de buen rato en ese interín, la primera falange del dedo medio, ya estaba dentro del chiquitin, aunque yo no estaba muy cómodo en esta posición, ella parecía disfrutarlo; cuando nuestras miradas se encontraron, dirigió su mano hacia atrás y aparto mi dedo. para evitar ese breve rato incomodo le propuse que se pusiera en cuatro. ahí pude apreciar en todo su esplendor ese culo que tantos comentarios nos había arrancado cuando entre patas nos deleitábamos  con imaginarias aventuras  con ese y otros culos ; Cuando le introduje el miembro, sentí como se estremecía de placer, el miembro se introdujo con facilidad gracias a la lubricación que tenía. comencé las embestidas primero lento y sin meterlo a fondo para luego aplicar toda la potencia, ahí en perrito pude ver como en el momento que le daba más duro, otro tic la hizo retorcerse ligeramente, para luego relajarse un poco y el ajuste disminuyo ligeramente.
En este punto comenzó a hacer comentarios de cómo fue su embarazo y la experiencia de dar a luz:
    -- me dolió cuando di a luz, tuvieron que cortarme -decia.
Añadió otros comentarios acerca de su experiencia de tener su hijo; yo por mi parte había terminado de atar cabos "esta no la veía hace tiempo"... "estaba aguantada" me decía.
Pasamos a misionero y ahí para terminar un nuevo ciclo de embestidas constantes y firmes para dejar el paquete, mientras ella continuaba hablando ya de su mamá, ya de las cuotas del carro, ya de su bebé. unos minutos después su rostro era de angustia pues al parecer ella ya había tenido suficiente, yo por mi parte casi al borde del agotamiento me puse en posición de planchas para aplicar las ultimas embestidas nuestros cuerpos algo pegajosos por el sudor producian un sonido algo sordo... termine y procure dejar hasta la última gota dentro, me quede unos segundos sobre ella, al levantarme mirándola, me dio un pico; me eché al lado suyo y así los dos desnudos nos quedamos charlando por un buen rato. Me contó que su "flaco" así le dijo, trabajaba en la mina y que no estaba por estos lares, procuré ser discreto y no entrar en detalles sobre su desempeño, pero eso si la alabé pues fue uno de los polvos más ricos que tuve.
Cuando se fue, le propuse estrenar su chiquitín, ella renuente al principio y haciendo una mueca con los ojos volteados y la lengua afuera
    -tal vez quede así... veremos. -dijo ya para irse.
tuvimos un par de sesiones más, con las mismas condiciones de nuestra primera sesión. pero ninguna igualo ni por asomo a ese primer polvo. Luego le perdí el rastro pues al parecer cambió de número y todo quedo en un buen recuerdo.

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Bien y bonito relato mi estimado @Rukanako. A propósito, sin ánimos de indagar a profundidad, esa tal Flor a la que te refieres, actualmente no se dedica al oficio más antiguo ?. Saludos.

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Florcita... Ya debe estar retirada. También le perdí el rastro, hace muchos años

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