Con la vecina cuando menos lo esperaba

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Bueno gente, después de varios años como lector me doy el tiempo de escribir unos cuantos relatos prohibidos.

Mariana tiene aproximadamente 30 años, es blanca, caderona y con buenas teteras, cuando era incluso más joven era imposible que pase desapercibida y trabajaba como modelo. Ella era parte de un grupo de mis amigos, todos vecinos. Nos conocemos hace varios años y entre juerga y juerga alguna vez agarramos. Uno siempre está alerta a que pueda pasar algo más pero no se dio. Con el paso de los años dejamos de juntarnos, pero ella muy regularmente me buscaba para hablar y tomar, se convirtió en una buena amiga con la que podíamos conversar toda la noche, me hablaba incluso de sus malas experiencias de cama, incluso algo "subido de tono" pero siempre en tono de broma.

Al toque tasé a Mariana como una de esas flacas que calientan huevos, que juegan y tientan pero luego la hacen larga. Me llegó y tampoco intenté nada por bastante tiempo. El año pasado tenía casa sola y estaba aburrido, pensé en llamarla y decirle para tomar algo. Igual, como ella siempre me busca, no pasa nada con que la busque yo esta vez, pensé. Estaba aburrido, con ella no pasaria nada al fin que solo era una amiga, pero quería hacer hora. Al toque aceptó y comenzamos a conversar y a tomar pisco, tequila y ron. En una de esas le propongo comenzar con un juego de quitar las prendas y aceptó, al poco rato ya estábamos en ropa interior y ella estaba encima mío. Con lo borracho que estaba solamente pude pensar "Definitivamente las cosas llegan cuando ya no las necesitas".

Me tomé mi tiempo, seguíamos besándonos mientras iba recorriendo su cuerpo con mis manos, la llevé a mi cama, la eché y le saqué todo lo que le quedaba. Pude notar, por el olor perfumado que tenía cerca al vientre, que esta flaca ya sabía a lo que venía. Comencé lamiendo sus piernas hasta llegar a su zona íntima, primero lento y luego rápido y luego lento de nuevo, mientras le contaba todas las ganas que le tenía, Mariana para mi sorpresa era muy bullera. "Ptm los vecinos se van a ganar" pensé, creo que no he conocido a una flaca tan bullera, igual seguía y luego le metí dos dedos hasta que se viniera. Mariana se reía y me dijo "Solo las mujeres me han chupado así de rico". Después de haber visto como se vino y botó el chorro milagroso, yo ya no podia más. Tenía los forros a un par de metros de mí pero me hice el loco y se la clavé en misionero. Primero no me moví, quería verla, después de tantos años de hacerse la difícil allí estaba, con una cara de placer y agitamiento.

Cuando empezé a moverme pude ver como sus piernas temblaban, la flaca no paraba de venirse y solamente decía "Qué rico". Después de un rato la cambié a perrito y por fin pude ganarme con esas ricas caderas, ver como rebotaban y escuchar la bulla de Mariana me hizo pensar que no iba a durar mucho más. Entre su borrachera y placer me decía "Dame así como le das a Luna". Luna es una amiga en común que sé que lee estos relatos 😉 , está casada pero Mariana piensa que siempre me la tiro, yo nunca lo he negado pero en verdad no ha pasado (todavía 😉). Escucharla decir eso me hizo botar todo, milagrosamente logré hacerlo afuera.

Apenas terminamos Mariana quería más, estaba como en una especie de trance, solo una vez había visto a otra flaca ponerse así, supongo que tendrá que ver con el cruce de tragos. Le dije que me de unos minutos de recuperación, al inicio con la presión del momento me costó pero con todas las cosas que me decía volví al ruedo. Esta vez se subió y empezó a moverse de un lado a otro, a saltar, todo mientras yo le apretaba los pezones con mis manos o mi boca. No paraba de gemir y yo ya hace rato había olvidado qué pensarán los vecinos. No pude más y boté la descendencia adentro, a los 15 segundos estaba arrepintiéndome pero ya al día siguiente fuimos juntos para asegurarme que tome la pastilla.

Nos quedamos echados y en la mañana repetimos una vez porque empecé metiendo dedo, algo rápido de costado y misionero. Luego se fue, se puso rara y a los días nos juntamos para que me meta un floro de que no podía volver a pasar por la amistad y blablabla. Lo entendí y desde ese momento nos hemos visto dos veces más con amigos, todo ha sido como siempre pero entre broma y broma tiene ganas de repetir. Actualizaré cuando se de...