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Aventura Culinaria Ll


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Tenía la costumbre, años atrás, de que cuando me pagaban las utilidades o las gratificaciones o era mi cumpleaños, me iba a botar mis lacteos al local del chino en la calle Treneman, una suerte de darme mis pequeños gustos. Bueno tuve que cambiar esa sana costumbre dado el incremento en el precio de la atención de las kines, frente al nulo incremento de mi sueldo.

Fue en una de esas incursiones a dicho local, al cual acudía de noche, y luego de ver algunas rondas de streptease, fue que ubique a una kine a la cual llamaré Estrella. Ella era muy joven, apróximadamente 18 a 19 años, mediana estatura, no tenía mucho cuerpo, el plus o atracción que tenía, era su juventud.

Al ubicarla y dado que me gusto, le hice la consulta respectiva. Luego de pactada las condiciones del encuentro, pasamos al cuarto. El encuentro se desarrollo dentro del cauce normal, empece con las caricias, se desnudo, agarre, amase y bese sus pequeños senos, ella gemía un poco, me empezo a hacer el fellatio, lo hacía normal, nada extraordinario. Luego del fellatio respectivo, empezo a cabalgar, ella era estrecha, gemia en cada movimiento que hacía, y yo jugaba con su pecho y su cuerpo, luego pasamos a perrito, los dos en la cama y perrito al filo del catre y yo parado, le daba duro, ella me miraba con su carita de dolor y de placer a la vez, que rico ajuste que tenía. Fue en esos momento que la tenía en perrito al filo del catre, que me pide que le de por el culo: "papi, rompeme mi culito", un poco sorprendido, porque no había pactado por esa vía, le pregunte y ella me dice afirmativamente que si. No me hice de rogar y la penetre después que ella se lubricó. Ella que estaba al filo del catre, se inclino más, puso su cara a la cama y levanto más su colita y yo atrás, feliz penetrandola. Empece a taladrar ese culito, resistio sin quejarse las primeras embestidas, pero luego empieza a quejarse, pero a la vez de pedir le de más duro. Cambiamos de pose, filo de catre con piernas al hombro, nuevamente le doy duro, en un momento me pide que le de despacio, pero hago todo lo contrario, acelero más, más y más, hasta que en un momento la veo como desvanecida, y moviendo la cabeza de un lado para otro, con los ojos cerrados, ante este panorama y despues de varias movidas más, bote mi leche.

Nos vestimos y mientras ella se acicalaba yo la observaba, ella habrá visto en mi mirada, tal vez algún gesto de admiración o extrañeza por la culeada dada y dice: "que puedo hacer, me gusta, me gusta".

Me llegue a atender con ella 2 o 3 veces más en ese local, pero los encuentros ya no fueron tan intensos como el de la primera vez, luego perdí su rastro. Ante el aumento de precios en este local, me fuí obligado a irme al callao. Luego de algunos años recorriendo este local del callao me encuentro con una cara conocida, ya estaba más mayor, con los pechos siliconeados y un trasero mandado a hacer, pero siempre con el mismo gusto, el día que la encontre tuve de nuevo una aventura CULInaria con ella.

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