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Mi aventura con milf


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Esta historia me está ocurriendo en este momento, es algo que no planifique pero que ahora estoy disfrutando hasta donde se pueda, yo acabo de cumplir 30 años y me case no hace mucho, me describiría externamente como una persona seria y respetuosa, aunque por dentro soy bastante diferente. Asi pues, le cuento algo no planificado que me ocurrió, mi esposa quedo embarazada poco tiempo después de matrimonio, lo que provoco que comencemos a tener algunos problemas derivados del embarazo, como por ejemplo las peleas en el día a día y la dificultad para tener intimidad con mi esposa, la cual era cada vez era más esporádica y un poco más aburrida, pues al detectarle amenaza de aborto, la intimidad tenía que ser de forma muy delicada y con el paso del tiempo simplemente ya no la teníamos. Esto en mi caso empeoraba, pues si bien soy muy serio en público, yo me describo como una persona enferma en la intimidad, es decir me gusta morder y cachetear a mi mujer, gritarle hasta el punto de someterla (obligarla a que me haga orales mientras veo la tele o leo un libro, o que a mitad de madrugada, sin hacer mucho ruido y con ella aun dormida abrirle las piernas, para luego hacerla gritar de golpe al enterrarle mi pene sin pedir permiso), me gusta hacerla gritar y dejarle marcas en la piel de mordidas, tanto en el culo o en los senos, es un punto de excitación que a veces no controlo y que ella entiende y le gusta, pero bueno, al estar acostumbrado a ello, el cambio que se generó por el embarazo me complico el día a día, pues me tenía que aguantar por meses y la leche ya se me salía por todos lados y comenzaba a ver como carne a todas mis amigas o compañeras de trabajo, ya no sabía qué hacer.

 

Es aquí donde apareció una nueva compañera de trabajo a quien llamaremos Tatiana, ella llego en el último mes a la oficina,  es mucho mayor que yo, creo que la podríamos considerar una Milf, ella es divorciada y ya está en sus 45 años creo, no me animo a preguntarle su edad exacta y creo que ella tampoco quiere que lo sepa; pero en fin eso es lo de menos, ella en la oficina me comentaba que se casó joven, con el primer novio que tuvo, pero que se separó al poco tiempo por una serie de infidelidades de su esposo, no llegando a tener hijos, así que volvió a vivir con sus padres para cuidarlos y ver también a sus sobrinos (ella es muy servicial); yo por mi parte le comente mi reciente matrimonio y la espera de mi bebe, al ser alguien tan serio y conociendo mi historia ella sintió mucho apego por mí, al verme tan pendiente de los controles de mi futuro bebe, ella me miraba como un buen padre (lo soy hasta cierto punto claro), a veces pienso que ella me miraba como hubiera querido que fuera su ex-esposo (serio, respetuoso y claro que no la engañe); en fin, ella es una persona muy alegre y juvenil siempre tiene sonando rock en su computadora, aunque a veces peca de inocente cuando en la oficina comentan chistes colorados o cosas por el estilo (parece que por eso la engañaba su esposo, muy inocente y le falta malicia para su edad), físicamente está muy buena, tiene el rostro de una señora que siempre volteas a ver de reojo, alta, espigada, de buen porte y con el cabello negro largo, con una sonrisa siempre para todos, muy amiguera, es de las mujeres que no sale al trabajo sin antes correr unos kilómetros o hacer bicicleta estacionaria, y en las noches hace natación, tiene un cuerpo muy bien formado, aunque lo que más me llama la atención son sus piernas, si bien nunca usa falda algunos días de la semana utiliza unos pantalones claros ceñidos en los muslos y con unos tacones que hacen que sus piernas muestren unos muslos muy bien trabajados y duros, terminando en un señor culo, no grande ni voluptuoso, sino simplemente musculoso y bien parado, el que se luce muy bien cuando se pone tacos altos que hacen que se me vayan los ojos al ver como mueve el culo de lado a lado, en fin, es una señora muy bien puesta

 

Así, como les comente, la abstinencia con mi esposa hacia que viera a todas mis compañeras como carne fresca, y el carácter de tatiana, su inocencia o complacencia para algunas cosas y el ánimo de querer ayudar a todos me hicieron imaginar situaciones en las que la sometía como lo hacía con mi mujer, más aun me excitaba la idea de someter a alguien mucho mayor que yo, sin embargo esto solo estaba en mi imaginación pues la verdad no sabría cómo hacer para tentar al diablo.

 

Hasta que ocurrió, se presentó la fiesta de aniversario del trabajo, todos fuimos a la reunión, era un almuerzo en Chosica con orquesta y bastante trago (todos comenzamos a llegar en buses de la empresa o en taxis golpe de las 11 de la mañana), como en todas las fiestas, la mesa de la oficina comenzó suave, pero después del almuerzo la gente comenzó a pedir cada vez más tragos, fue en ese momento que vi a Tatiana risas y risas con las demás chicas, salimos a bailar en plan de amigos y la molestaba con los tíos de la oficina, como les dije todos volteaban a verla siempre pues era llamativa su postura, parecía más alta de lo que realmente era y muy guapa, y bueno yo, al ser notoriamente menor que ella, nadie sospechaba de mi en lo absoluto. Así le seguí bromeando y le invite unos tragos, mi intención solo era pulsearla a ver si en otra ocasión podía pasar algo, sin embargo después de algunas horas me acorde que ya debía irme a casa, así que aproximadamente a las 4 de la tarde anunciaba mi retirada a los amigos, para mi suerte una compañera de trabajo que me conoce por ser muy serio y formal, me dice mira como esta Tatiana hazte cargo que tú le has dado mucho trago, yo me hice el tercio, como que no quería y que resultaba incomodo tener que llevármela.

 

En fin, ante tanta insistencia me pedí un taxi, pues los buses regresarían a la ciudad aun de noche, nos subimos y Tatiana estaba risas y risas, recontra sazonada recordando lo que había acontecido en la reunión, la caída de una chica, la revelación de una nueva pareja en otra área de la oficina y demás cosas que ocurren en esas reuniones, así, mientras el taxi avanzaba para salir del club por una pista medio como trocha, el movimiento del carro hizo evidente que Tatiana estaba bastante pasada de tragos porque se balanceaba y a veces golpeaba con la puerta del carro o conmigo, a la vez que ponía sus manos en mis piernas dando golpecitos en forma amistosa, yo le seguí el juego tomándola de las manos para sujetarla y seguir contándonos las anécdotas de la fiesta (todo dentro de algunos cruces de miradas que generaban un ambiente medio de complicidad al saber que no deberíamos estar tomándonos de las manos o jugando tan cerca), a pesar de ello el movimiento del carro hizo que se golpeara en el brazo, así que finalmente como un caballero la jale y abrace para tenerla quieta y que no se golpeara, en ese momento ella apoyo su cabeza en mi cuello y dejo caer sus brazos sobre mi pecho y piernas, diciéndome eres muy caballero, ella se notaba medio adormitada por el alcohol y lo cansada de tanto bailar.

 

En ese momento se me metió el diablo, el calor de su cuerpo, el alcohol y la calentura hicieron que me comience a mover de forma que sus manos tocaran mi entrepierna y el bulto que tenía por culpa de ella, así pasamos un rato y con mi brazo le acariciaba los hombros, sin tener ninguna respuesta, pero algo me decía que estaba despierta o solo se hacia la dormida. Al rato me la juego y me le acercó a su odio y le hablo despacito y con cariño, … estas bien preciosa ? y al mismo tiempo tomo su mano y la coloco sobre mi entrepierna y la aprieto para que sienta mi erección, ella me mira con los ojos entrecerrados y no dice nada, solo entierra más la cabeza en mi cuello, y a los pocos segundos me da un suave apretón a los huevos.

 

Ese fue el detonante, acto seguido la jalo hacia mí y busque sus labios, lo que ella quiso evitar, pero ante mi insistencia se dejó llevar, en todo ese momento ella no dijo nada, se dejaba besar y me correspondía, así que comencé a entrar en confianza meterle mano a esas piernas que tanto me alocaban y como lo pensé estaban duritas, lo que me hizo que las apriete más y más, hasta que ella puso su mano y me dijo ten cuidado, pero simplemente pase a frotar por otro lado, la besaba con lengua y ella comenzaba a seguir el juego, así le comencé a meter mano a sus pechos por encima de la ropa, notando los suaves y blanditas que eran me comencé a rallar y las apreté un poco fuerte; en ese momento ella se quejó y me bajo las manos, separándose de mi como un resorte, me dijo para por favor para, así que le hice caso y le di su espacio, pero la mantenía tomada de los hombros y aun pegada a mi cuerpo, ella me dijo por favor no hagas eso y miro hacia el frente dirigiendo la mirada al chofer; era evidente que no quería que el pata estuviera de mirón (yo pensé que me iba decir que no porque estaba casado), así que en una le dije al brother que me deje en la plaza de chosica, le pague lo suyo y nos bajamos.

 

Una vez en la plaza, a ella se le notaba muy incómoda, así que le dije tranquila mira no querías que el chofer nos viera y nos bajamos, dime que otra cosa quieres, solo dímelo y lo hago, entonces me saco en cara lo de mi matrimonio y que no debíamos habernos besado, entonces le dije que había muchas cosas en mi matrimonio que ella no sabía, y que si quería hablarlo entonces está bien, lo hablamos, pero que debía ser en un sitio más íntimo porque son muchas cosas y alguien nos puede ver y sospechar, así que le propuse alquilar un cuarto, ella me miro y sabia a que me refería, así que me dio un rotundo no, así que en ese momento me la jugué con lo que podía funcionar, me moleste y le hable mirándola enojado, casi a punto de gritarle, como si le llamara la atención a un hijo de algo que hizo mal… “tú me pides algo y te lo voy a cumplir, me haces bajar del carro y lo hago, quienes hablar, está bien, pero tampoco puedo exponerme en plena plaza, si quieres hablar lo hacemos en un cuarto más cómodos, seguros y tranquilos ambos, sino nos vamos de acá y fin”, automáticamente ella comenzó a bajarse, se quedó callada y dijo ya, pero solo conversamos y luego nos vamos. 

 

Entonces entramos a un telo, pedimos un cuarto sencillo con una sola cama en el tercer piso, ella subía por delante de mí en unas escaleras muy angostas, al subir me quede huevon de ver esas piernas y culo moverse por las escaleras, mi cabeza comenzó a rallarse y enfermarme con todo lo que le quería hacer a esas piernas; así pues llegamos al cuarto, ella entro primero y yo la seguí detrás, apenas entramos ella giro para verme frente a frente y hablar, pero yo no me estuve con rodeos, la tome de la cintura y sin darle tiempo la bese, ella como que dudo un segundo y me correspondió el beso, luego me volvió a quitar la cara para rechazarme pero poco a poco la fui recostando en la cama, le frotaba mi pene y bolas a punto de estallar contra su cuerpo, quería que sienta como estaba y lo que provocaba; ella me decía que no, que parara, que iba gritar, pero lo hacía sin convicción, es decir lo decía de la boca para afuera, pero sus manos no oponían resistencia, así una vez los dos estuvimos sobre la cama, me coloque sobre ella, quien seguía moviendo la cabeza tratando de evitar besarnos y por momentos miraba hacia el respaldar de la cama en silencio (pensando) y luego volvía a intentar poner sus brazos para rechazarme sin mucha convicción, era en ese momento que me di cuenta que me estaba ofreciendo su cuello, así que no lo pensé más y me fue sobre él, lo comencé a besar, lo lamia y lo mordía, fue entonces que ella se dejo estar, comenzó a gemir y arquear la espalda, quito los brazos rígidos que cubrían sus pechos y relajo las piernas de forma que me permitió acomodarme entre ellas y le hice sentir mi pene completamente hinchado debajo de mi pantalón contra su entrepierna, en ese momento ya no se contuvo más y me dio un beso muy profundo y caliente, nuestra lenguas comenzaron a cruzarse dentro de nuestras bocas, en ese momento conforme nos besábamos, le iba mordiendo el cuello y le abrí  la blusa quitándole el sostén de un tirón, me comencé a quitar la camisa y tirar mi ropa donde caiga, ella comenzó a ayudarme a quitarle la correa para que su pantalón salga de una vez, en ese momento pude ver lo que me desesperaba, esas piernas firmes, se veían los músculos recontra tonificados, en ese momento me descontrole, me fue a su entrepierna, apenas ella termino de quitarse el pantalón y se terminó de recostar boca arriba sobre la cama y yo me fui a su conchita, era medio peludita, no me importaba pues ese no era mi objetivo, le meti lengua un par de veces, pero lo que me obsesionaba eran sus piernas, se los comencé a besar y luego a morder, cada vez más cerca de su conchita, en una de esas le hice pegar un grito de lo fuerte que le mordí cerca a la entrepierna, luego me acerque con pequeños mordiscos y lamidas, ella solo gemía y se agarraba la cabeza, arqueando la espalda, estaba volando; sin dudarlo la puse de costado y comencé a morderle las nalgas, eran redonditas y carnosas, cada vez le mordía más fuerte, le lamia todo, poco a poco me acercaba a su ralla y le pasaba la lengua por todo el culo, me acerque como un animalito en celo y le metí la nariz entre las nalgas, así la agarre de las caderas y ella se fue acomodando en perrito, que imagen, le moví el calzoncito y le hice un beso negro, ella solo gemía, le metí saliva  al ano y le metí un dedo que la hizo saltar, pero no lo saco ni se quejó, asi que no me contuve y le di la mordida más fuerte que pude en una nalga, ella dio un gemido que termino en grito, pero aguanto, volvió a enterrar la cabeza en la cama sin decir nada, no pude más y acomode mi pene a punto de estallar entre sus nalgas, estaba todo lleno de jugos que se le salían, sin embargo sabía que tal como estaba si se la enterraba no iba durar nada, asi que comencé a frotar mis pene contra su conchita, ella también estaba mojada, se lo frotaba todo por fuera de su conchita peluda y le metía la cabecita con suavidad, escuchando como ella comenzaba a gemir pero se lo sacaba al toque, se la frote contra el culo también y se lo dejaba todo pegajoso, entonces me di cuenta que ella misma empujaba un poco sus nalgas hacia atrás sin decir nada, primero despacito y luego con más ímpetu, le dije que te pasa, ya quieres que te lo meta?, ella giro la cabeza y me miro a los ojos con pena suplicante, estaba desesperada por sentirme con todo y huevos dentro de ella, me dijo métemela ya por favor, y volvió a enterrar la cabeza en la cama.

                    

Entonces le hice caso, me acomode y de un solo golpe se lo meti todo, ella estaba completamente mojada, se sentía un ajuste perfecto que me dejaba moverme dentro de ella con mucha suavidad, dio un gemido muy placentero y relajado, como si lo hubiera estado esperando por mucho tiempo, entonces sin avisar la comencé a bombear en perrito de forma alocada, penetrándola cada vez más profundo y haciendo sonar todo el cuarto con el característico golpeteo de sus nalgas rebotando contra mi cuerpo, mientras ella solo enterraba la cabeza para ahogar sus gemidos en la almohada, estuve así por un largo rato, sin embargo,  cada vez que sentía que me quería venir, le sacaba mi pene de su jugosa conchita y comenzaba a morderle las nalgas, cacheteándole el culo y la conchita de tal forma que ella comenzaba a dar gritos ahogados para luego volver a enterrar la cabeza en una almohada, acto seguido le metía tres dedos y masturbaba con furia esa concha hasta el punto de hacer que se corra y bote más jugos, luego la seguía cacheteando hasta dejarle rojitas ambas nalgas; así pues, luego de darme un descanso la volvía a penetrar como a perrito cogiéndola de los hombros y cabalgándola de forma frenética, hasta que ella comenzaba a gritar por la intensidad en que le entraba mi pene y porque se estaba corriendo otra vez, estuve así largo rato, haciendo las pausas para morderle el cuello y luego volver a penetrarla como loco y cachetearle las nalgas, así estuve no se cuento tiempo, por momentos la cogía del cuello y con nuestros cuerpos sudorosos mientras la penetraba con suavidad, le decía al oído, quien es tu marido ahora, dime, ella solo jadeaba y bajaba la cabeza sin decir nada, se quedaba callada y gemía sin decir más.

 

Entonces sentí que necesitábamos una pausa pues me iba dar un calambre si seguía así, estábamos completamente sudados, así que en un momento que me tome una pausa, le di vuelta y me recosté sobre ella en misionero, al fin la tenía frente a frente, se le notaba avergonzada ahora que estábamos cara a cara, así que le di un beso para tranquilizarla y le dije, mi amor tú eres la mujer más hermosa que podría tener, no te avergüences de nada, entonces sentí como ella bajaba sus manos para buscar mi pene todo resbaloso de sus jugos y seguidamente colocárselo en la entrada de su concha y con sus manos jalarme de las caderas hacia ella para sentir como la penetraba, ella estaba completamente entregada, apenas me sintió dentro se me acerco al cuello y me susurro, por favor métemela toda, córrete dentro por favor, yo le hice caso y comencé con la bombeada por 10 minutos, me acomodaba como podía, en misionero le mordía el cuello y le dejaba chupetones, con piernas al hombro le mordía las piernas, o piernas abiertas y flexionadas a mis lados, todo con pequeñas pausas en las que me quedaba quieto dentro de ella, viendo que se desesperaba moviendo sus caderas para sentirme cada vez más, finalmente sentía que me venía así que se lo dije, ella me repitió vente adentro por favor quiero sentirte adentro, yo lo dude acabo de tener un hijo y no quiero tener problemas, entonces ella al notar mi duda me dice vente adentro por favor, yo no puedo tener hijos por eso mi esposo me dejo, la sentí sincera y me dije ya que chucha, así que me vine dentro de ella como nunca lo había hecho, no se si era por la arrechura o el aguante de tanto tiempo sin tener sexo con esa intensidad, pero no lo pensé y me vine dentro de ella sin ningún miramiento, así con cada empuje dentro de ella, soltaba otro disparo, termine completamente sudado y medio desmayado sobre ella. Una vez terminado me dice eres muy salvaje nunca me había corrido así, me abrazo y me beso, así que solo nos besamos una vez más y nos metimos a la ducha, yo la verdad no podía seguir, estaba destruido y solo quería dormir, ella algo menos cansada me decía tienes que alistarte para irte a tu casa.

 

Luego de eso, salimos del hotel y tomamos otro taxi, no tocamos el tema durante el viaje, solo hablamos de cosas del trabajo y de bromas con gente de la oficina mientras íbamos cogidos de la mano, pero como si nunca hubiera pasado nada entre nosotros, como si no hubiera pasado nada más. Al llegar a la ciudad ella bajo del carro primero y se despidió con un beso en los labios sin decir nada más que nos vemos el lunes, yo seguí camino a mi casa donde mi esposa me esperaba. Al lunes siguiente, en la mañana todos estaban de lo más normales en la oficina, todos hacían bromas de lo sucedido en la fiesta, pero nada diferente a lo que pasaba todos los años, salvo por Tatiana, ella fue vestida con una cafarena que le cubría todo el cuello y parecía algo delicada al caminar, pero sin que hubiera algo distinto que yo pudiera notar en esa mañana; sin embargo fue en la tarde, cuando todos se estaban retirando a su hora de almuerzo, que ella me intercepta antes de irse a almorzar y me dice, entre unas sonrisas muy coquetas, eres muy salvaje, me has dejado toda llena de marcas y moretones, me duelen las nalgas, y las piernas las tengo adoloridas de tantas mordidas, me tienes que responder por todo esto, acto seguido se fue y me dejo dudando, que quiso decir con eso?, ya me jodi ?, me va pdir algo a cambio de quedarse callada ?... en fin, para otra ocasión vendrán más relatos sobre lo que me está pasando con Tatiana, ojala me vaya bien con este.                     

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