En CUSCO... siguiendo los consejos del legendario Marco Aurelio Denegri

[Caminante Nocturno]

Antes que nada, congratulo a los que han tenido o están teniendo una juventud feliz; así pues, se han cepillado ya sea a la empleada, a la compañera de la universidad y/o del trabajo, o a alguna mujer random por ahí, y han tenido al menos un par de vivencias bien vividas en lo que respecta al sexo ocasional, y en el proceso no han perjudicado a terceros ni se han perjudicado a sí mismos. Yo no he tenido tanto de eso, sólo he tenido un par de anécdotas pero sólo con putas (que considero que no es lo mismo, y no es que tenga algo en contra de las putas como personas con dignidad humana que ellas tienen a pesar de todo, pero su ajetreada vida sexual hace que una experiencia puntual con alguna de ellas no sea tan "intensa" como lo sería con una virgen o con una mujer que al menos no es puta...); tengo la esperanza de aún poder vivir algo interesante en los años que han de venir, creo que tengo ese derecho, creo que soy joven aún.

Viví en Cusco, la ciudad de los incas, por unos años, y solía ir de vez en cuando al chongo de esa ciudad, el muy mentado chongo de San Tutis (Que debería llamarse: San Putis). Ahí conocí una flaquita que estaba bien rankeada nomás, era la segunda o tercera vez que me atendía con ella y siendo el primer cliente del día, me cuenta que se sentía mal, que tenía problemas de salud, que tenía mareos, dolor de cabeza, posibles problemas derivados del consumo de estupefacientes, según lo que me contó... Me conmovió el caso de esta flaquita, pero sabía que no podía hacer mucho por ella...

Al día siguiente, le escribo una cartita con consejos y exhortaciones sencillas, luego voy al chongo a dejarle la carta pero su cuarto estaba cerrado; una amiga suya que estaba en el comedor se percata de mi espera al lado de su cuarto y le indica a ella que yo la estaba buscando. Ella sale del comedor y me dice que ese día ya no se queda a trabajar, que llegó tarde y que otra chica está ocupando su cuarto. "Mira, te traje esto ( la carta en un sobre)", le dije; ella la recibió con una sonrisa y se la guardó en su cartera.

En ese momento no tenía yo un sol en el bolsillo, pero no sé cómo ella aceptó salir conmigo del chongo caminando, y a pie nos fuimos hasta el centro de la ciudad (varios kilómetros de caminata... atravesando extensas avenidas... y ya de noche...), una caminata larga que no la sentimos por la amena conversación que tuvimos mientras duró la caminata. Llegamos al centro, pasamos por esas estrechas callecitas con muros incaicos que hay en Cusco, cerca a donde está la famosa piedra de los 12 ángulos; la noche estaba muy avanzada, era cerca a la media noche y las calles estaban vacías; una sensación rara, surrealista, caminar con ella a esas horas y en Cusco todavía; llegamos a su cuarto alquilado, y ahí continuamos con la conversación. Por la hora que era, me quedé a dormir con ella; no sé por qué no tenía ganas de tirármela, así que sólo me puse a dormir a su lado, la flaca parecía que sí quería tirar y se le notaba la ansiedad por su respiración agitada mientras yo de lo más tranquilo, creo que me sentía cansado por la caminata (considerar que no sólo caminé para regresar del chongo, sino también para ir...), además que me sentía confundido, no sabía qué hacía yo ahí... Mientras intentábamos conciliar el sueño, ella me pregunta algo como: "¿tendrías por enamorada a una chica que trabaja en un burdel?", y yo sin pensarlo ni meditarlo le dije: "No, un señor (Marco Aurelio Denegri) dice que ese tipo de mujeres son infantiles, así que no...", y me puse a dormir... En esos años veía "la función de la palabra" de Marco Aurelio Denegri, ahí algunos teleaudientes le enviaban preguntas y Marco Aurelio respondía; en una de esas un tipo le escribe a Marco diciéndole que se enamoró de una prostituta y que la prostituta era bella según comentaba el teleaudiente, entonces Marco Aurelio le responde muy respetuosamente: "Vea usted, señor... estas mujeres en su gran mayoría tienen una personalidad bastante infantil, así que no vale la pena pues, dice que es bella y usted es ingeniero..." y un blablabla bien elaborado de Don Marco...

Llegó la mañana, y nos fuimos a pasear por el centro de la ciudad; ella le soltó una moneda a un mendigo que había al final de la callecita de la piedra de los 12 ángulos (quizá para mostrarse ante mí como "bondadosa")... y nos despedimos en la plaza de armas al lado de un templo, "deséame surte" le dije... me deseo suerte, yo a ella se la deseé también...

Como uno o dos de días después... quiero decir, ya no recuerdo exactamente cómo (tengo un vacío en la memoria), no sé si la volví a buscar en el chongo, o si la busqué en la casa donde vivía ella, o si no llegamos a despedirnos realmente esa tarde al lado de ese templo, o no tengo claro algunos pasajes del inicio y desarrollo de esta historia; hay partes que no recuerdo. El hecho es que acabamos donde yo vivía que no era muy lejos de donde ella vivía, en medio de esos recovecos que hay alrededor del centro de Cusco. Acabamos en mi cuarto, esta vez echados en mi cama; ya habíamos almorzado (le invité a comer algo que yo mismo preparé en el cuarto con una pequeña cocina que tenía... le gustó lo que cociné...)... Echados en la cama y queriendo dormir una pequeña siesta, ella de pronto me abraza fuertemente y pone su pierna encima de mí, mientras yo estaba echado de espaldas mirando el techo... y entonces, me empezó a dar ganas de... No me aguanté, la besé, me puse encima de ella y empezamos a frotarnos por encima de la ropa (pero no quería tirármela... pues ni tenía un condón a la mano)... y no tiramos, y así pasamos toda la tarde, conversando. Llegó la noche, se quedó a dormir en mi cuarto, y ahí pasó lo inevitable... y sin condón, ¡mierda! No me aguanté las ganas, y me dijo mirándome a los ojos y sonriendo con cierta maldad: "Eres infantil, lo haces sin condón..."... Luego ya no me importó nada, y le di duro toda la noche... A la mañana siguiente ella me cuenta que se hizo análisis de descarte de VIH y que el resultado es dudoso, que las pruebas de ELISA eran insuficientes para determinar si tenía algo o no... (un par de años después, me hice el ELISA y me salió negativo, pasó otro par de años, me hice otra prueba y me volvió salir negativo... ¡Gracias Dios mío!...)... Creo que esta mujer estaba jugando con mis miedos y quería vengarse de mí de alguna manera por no considerarla como material para una relación seria. Todos sabemos que usar condón es esencial en este tipo de ocasiones, pero a veces se nos va de las manos ¡USEN CONDÓN! Y no es que la flaca tuviera algo malo físicamente, de hecho estaba bastante buena, pero no todo gira en torno al físico; la atmósfera que envuelve a una mujer tiene que ser buena también, el aura que la envuelve debe ser agradable... pero esta mujer estaba como marcada por una vida complicada y caótica (Espero, dondequiera que esté ahora, que esté bien, que haya mejorado sus condiciones de vida, que haya superado sus problemas y dificultades).

Me hubiera encantado tener experiencias más gratas mientras vivía en Cusco, como por ejemplo, estar con una que otra gringa, norteamericana o europea, de esas que se pasean por la plaza de armas de Cusco; pero no, nunca fui tan avezado como para entrarle a una gringa, pero ganas no me faltaban, ¡cada belleza extranjera que se pasea por Cusco!, ¡si las vieran, hermanos, si las vieran!

[Julian2369]

Gran relato hermano, hablando un poco de Marco Aurelio, yo no pude ver su programa ya que mis papas y tios veian otras cosas toda la noche, pero si me llamo la atencion por sus parodias en el programa de JB y Carlos Alvarez. Años despues ya de adulto viendo una que otra emision de su programa antiguo me di cuenta que su manera de pensar de acuerdo a las mujeres es parecida a la mia, pensaba o mis pensaban que estaba medio rayado por pensar asi de las mujeres.