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Una historia peculiar - Parte 1


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Primera vez que hago esto, pero esta historia que viví se las tengo que compartir pues me gusta tanto, que de solo recordarlo tengo sentimientos encontrados: Orgullo y culpabilidad.

Era fines de Enero del 'wxyz' año. Manejando mi auto nuevo rumbo a la casa de mi hermana, pasaba por el emporio de Gamarra. Aprecie que había mucha gente esperando bus y/o Taxis. (Usual en esa zona)

Se me ocurre  que podría usar mi auto como taxi a fin de poder compensar la gasolina que gastaría por ir hasta los Olivos, por lo que decidí tocar el claxon a las personas (como lo hacen los taxistas, incluso alzando manito). No tuve suerte, pues como seguro veían que el auto era facherito (como dicen ahora los jóvenes a lo bonito), probablemente por eso nadie se animaba a preguntarme por un servicio.

Cabe mencionar que yo no soy taxista, y aunque eso ya lo había intentado antes con algo de éxito, esta vez no tuve suerte,  al menos NO en ese sentido.

Desconchinflado, me ubiqué varios metros por delante de la muchedumbre, un poco apenado pues no pescaba nada. Me resigné y comencé a dar marcha para ir a mi destino. Llegando al semáforo de la esquina, observe que habían algunas personas esperando movilidad, y entre ellos una señorita casi chibola. Muy guapa. Me dije dentro de mi, voy a ofrecerle taxi, y sino quiere, ya pues, piña.

Bajé el vidrio de la puerta derecha, Toque el claxon ofreciéndome como servicio, y la chica me ignoraba por completo. Lo intenté por casi 30 segundos, hasta que me percate que de reojo me miraba y medio que sonreía. Por un momento pensé que me gritaría cosas típicas de las feministas (acosador, enfermo, etc), pero yo mantenía mi línea de respeto. Pensé que no lograría llamar su atención, pero noté que sonreía. Se me metió el demonio, y Pasé de mirarla como potencial pasajera, a un posible agarre o snack... Cuánta razón tuve en tan solo 30 segundos!!!

Desde que la vi parada, me gustó muchísimo: Chibola blancona, cabello castaño medio ondulado (y eso que era de noche), ni flaca y ni gorda. Bonita figura aunque el leggin que llevaba no le favorecía tanto pues la hacía algo desculada, pero sus senos desbordaban a un brasier que pedían auxilio debajo de un polo banco normalito pero ajustado 

Pensé que lograba mi cometido, hasta que retrocedió y se alejó de auto algunos metros: mierda! (Exclamé) algo hice mal, que la alejé. Comencé a increparme que cosa hice mal. Analicé bien el momento, y concluí rapidamente que sus movimientos de alejamiento fueron tímidos y hasta de vergüenza. Le miraba desde el espejo retrovisor y le veía algo nerviosa y media sonriente. Luego de 4 minutos, me animé a retroceder el auto y ha hablarle: 

"Hola! Donde vas? Te puedo ayudar? Necesitas taxi? Vamos, te doy un jale (aventón)" 
Tengo que aceptar que debido a esto último, me arriesgaba a ser insultado o incluso hasta denunciado por acoso, pero su comportamiento (risa y nerviosismo) me dio confianza en mí mismo.

Hicimos contacto visual y me dijo con respeto: "No gracias señor. Estoy esperando mi combi"
Particularmente, me considero una persona inteligente y me gusta hacer cosas disruptivas. Difícilmente copio a los demás y está vez no fue la excepción.
Con pulgar arriba, sorreí y le dije:
'Ok, disculpe. No soy taxista, pero por si acaso, me voy hasta Los Olivos. Si desea, podría llevarle"
Inmediatamente la chica se negó a mi ofrecimiento, pero no dejaba de sonreír... Clara señal de las mujeres: Te digo no, pero sígueme rogando... por lo que hice un último intento:

"Pierda cuidado. Tranquila. Le llevo gratis o Cuanto tiene para ofrecerme?"
bajo mi experiencia, considero que el juego de la seducción en los hombres, se trata de eso. No mostrarse afanoso en lo que realmente quieres, y tratar de crear un clima de confianza siendo ameno.
"Solo tengo 1 sol para mi combi" y soltó risas!!! 
Bingo!!!!, el trabajo estaba hecho. Mi perseverancia dió resultado. Inmediatamente sonríe. Con toda coquetería y sarcasmo  me hice de rogar:
"Solo 1 sol??? Ummmmmm déjame pensarlo. Tendrás al menos un sol cincuenta????. Ok esta bien" 

Ni sonso ni perezoso, le abrí la puerta desde mi asiento, lo que de inmediato Patricia se negó, pero de nuevo, entre líneas , quería que le siga rogando... Lo leí de inmediato por su sonrisa tímida de niña traviesa.

Los que me conocen, dicen que soy bueno platicando, hablando y debatiendo. Eso tal vez gracias a mi instrucción superior y porque tengo mundo, lo que distinto a tener calle.. en eso sí soy hasta ahora, Monse.

Cambie mi recorrido para pasar por Jesús María, sin importarme que gastaría más gasolina, por hacerle el favor a una completa desconocida. 

Ya en el auto los 2, pude apreciar a una guapa chiquilla, nerviosa y super ingenua/inocentona, que no podía mirarme a los ojos, por la vergüenza de su osada acción.

"Te puedo confesar algo? Pero por favor no lo tomes a mal", ok respondió ella. "Hoy creo que has tenido mucha suerte". Por que? Replicó. "No me conoces y que tal si soy un depravado? Que tal si te duermen y te dejan botando por allí?. No crees que es muy arriesgado lo que has hecho?" Le exhorté.

Continuará...


 

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