tolstoi Publicado 9 de Marzo del 2023 Publicado 9 de Marzo del 2023 Hace un tiempo mientras estudiaba en la Universidad, lleve un curso donde hacíamos un trabajo como una tesis de final de curso, era grupal y había 2 mujeres en mi grupo. La historia se centra cuando mi relación con una de ellas, Leslie, se vuelve más cercana. Siempre había confianza entre ambos, sin ninguna insinuación de por medio solo amistad, era como cuando tratas a una mujer como si fuera tu amigo, le haces bromas, conversas de todo, le cuentas cosas de tu niñez, anécdotas, la molestas, un sin número de situaciones que hacen que la confianza entre ambos sea intensa por decirlo de ese modo. Yo percibía que Leslie era una chica muy sana, ingenua, y aquí es donde la historia pues se torna un poco más turbia. La lleve por ese camino, en la que le decía para salir a comer, salir al cine, pero siempre teniéndola cautiva en el sentido de no ir más allá, acompañarla a tomar bus o taxi a su casa, conversar por chat, mensajearla por las noches, o por las mañanas, o a veces en el día, prácticamente la tenía interesada. Mis intenciones no eran nada serias, por lo que solo podía tener un interés de que sea una más en mi lista. En una de esas conversaciones por chat, sale un tema sobre quien es mejor en un juego, cosa que reconozco que ella es muy inteligente y domina muy bien los temas que ha estudiado. Pero yo trate de llevarla por la parte lúdica, una especie de guerra de los sexos, hasta tocar el tema de un juego de cartas como el poker, sobre el poder mental, engaños, decir la verdad o quizás mentir, y caer en la trampa. Un día, luego de salir de nuestra exposición final, ya habíamos planeado tener una salida solos a un lugar al que había planeado llevarla. Pero para comenzar previamente fuimos a un local donde vendían cerveza en unos vasos bien grandes, y también te daban tu gran plato de maíz o cancha. Ahí ponían música a un volumen alto, por lo que estábamos sentados bien juntos para poder escucharnos, y nos obligaba a casi acercarse a la oreja para que las palabras sean entendidas. Puedo decir que Leslie tenía poca resistencia a la cerveza por lo que sus expresiones, risas, manifestaban que estaban haciendo efecto en ella. La tenía alegre, por lo que aproveche en sacar el tema del poker, y saque de mi bolsillo una baraja de cartas, que luego de mostrársela, me miro y me dijo: - así que quieres perder. A lo que yo respondí: puede ser, pero quiero que sea una apuesta mucho más alta. Plata no me pidas, me dijo. - No es necesario, le dije, -Vamos a jugar poker de prendas. De pronto me miro levantando una ceja, tratando de asimilar, - noooo, aquí no voy a hacer eso. – no aquí no, pero podemos ir a otro lugar. Después de terminar la bebida, salimos rumbo a un hotel cercano, del cual tenía buenas referencias. Llegamos, y era muy elegante, ella estaba todavía curiosa mirando aquí, allá, disfrutando la experiencia, al parecer nunca antes había entrado a un hotel. Entramos a la habitación, vio todo, se sentó al lado de la cama, me dijo, -¿aquí quieres que juguemos?, - sí, acaso tienes miedo, te estas acobardando, porque vas a perder, le dije tratando de sacar esa competitividad. Era la última mano, yo me encontraba ya en calzoncillos, y ella en su calzón, y con una mano tapaba sus pezones. De pronto recordé, ella no tenía ni idea de que iba a terminar medio desnuda en un cuarto de hotel, eso de que la lencería combina no se si aplicaba para ella porque no combinaban para nada. Pero había tomado mis precauciones, sin que ella se dé cuenta había escondido dos As, por lo que no podía perder esa mano por nada de este mundo. Gane, y tocaba que pague. Se levanto, se paró casi junto a la ventana mirando hacia abajo, con una mano tapando sus pezones y la otra cogiendo su calzón, le dije: - Perdiste, así que tienes que pagar. Casi muriendo de vergüenza, se armó de valor y bajo su calzón deslizándolo por sus piernas hasta que cayó a sus pies, lo levanto y me lo tiro en la cara. – Ahí está, ganaste, ¿Felíz? Lo cogí, lo mire, me levante, camine hacia ella y delante, me quite mi calzoncillo y la abrace. Le dije parar entrar en la ducha a bañarnos, y ahí le dije, porque tienes vergüenza si también estoy igual que tú, le levante la cara y me acerque a sus labios y nos besamos. Nota mental para mis queridos lectores, Leslie es una mujer así como sería una kawaii loli, no es japonesa ni china ni koreana, solo es una forma de referenciar como se ve, ella tiene el cabello negro, lacio, largo con ojos grandes negros, labios rosados gruesos, sin acné, su piel es blanca, es delgada, medira 1.65, masomenos, tiene unos senos pequeños como limoncitos, con los pezones rosados con las aoreolas medianas levantadas , caderas pronunciadas, un cuerpo fit duro, sin panza, abdomen plano y marcado, nalgas y piernas bien definidas. Sumado que tiene un bello púbico negro, largo, tupido, en forma de V, como si nunca lo hubiera cortado. En la ducha nos abrazamos, y como jugando le comencé a enjabonar todo su cuerpo, poniendo énfasis en su culito, en sus senos, tocando su vaina, despacio le cogí la mano y la llevé a que me cogiera el pene, que tenía buen rato frotándolo contra ella, se puso a jugar, agarrarlo gentilmente, parecía una novedad para ella. Pero mis sospechas sobre que ella no había hecho algo así pues no tenía dudas. Salimos de la ducha con la toalla y le seque todo su cuerpo, no se porque la cargue y la lleve a la cama, en donde la deje boca arriba y baje a ver como estaba esa zona que tanta curiosidad me tenía realmente intrigado. La besaba, por la cintura, el ombligo, por sus caderas hasta llegar a su zona V, y comenzó la exploración y mis dudas fueron confirmadas, se detecto la presencia a simple vista del himen, y eso me dio una alegría, era como estar el primer hombre pisando la luna y voy a clavar mi bandera, pero quise ser muy cuidadoso con ella, se lo merecía, así que comencé a darle una lamida que nunca en su vida nadie creo que se la vaya a dar, una sesión de lamida de concha tan seria, que por los gemidos de placer que daba, y hasta llegue a escuchar como pronunciaba mi nombre, para luego sentir esa tembladita de piernas. No les voy a mentir, habré estado ahí abajo maso menos casi una hora, nunca había disfrutado tanto de lamer un coño, tan solo ver el himen ahí intacto, que ganas y animo me daba para seguir lamiendo y saboreando esos jugos, lamerle todo el clítoris hasta sentir que ella podía haber llegado a su climax, en realidad no lo sé, no es algo que pueda confirmar a ciencia cierta pero creo que por experiencia propia puedo decir que se logró. Ya la tenia lista, así que subí y me puse sobre ella, mientras la besaba, me acomodé y comencé a frotar la cabecita para luego terminar introduciéndola dentro de ella. La miraba y le preguntaba en todo momento si estaba bien, si sentía algo incomodo, pero ante su feliz respuesta, seguí y comenzó la acción. Al parecer no había la reacción que yo esperaba, no había sangre, era imposible pero dije que raro, si el himen estaba ahí, no era la primera vez que había pasado una mujer 0 kilometros por mis manos, pero dije ya saldrá. Pasamos a otra posición, le dije que subiera encima mío, mirándonos a la cara, y ella encima mío, me dijo que sentía que le dolía un poco, así que le dije que ella sea la que lo introduzca y controle el movimiento, ella seria la que maneje la intensidad del placer. Raro fue que estaba sentada encima mío, con los brazos para atrás, pero sentí como la cabecita comenzaba a explorar e introducirse pero no era donde yo imaginaba sino estaba yendo por la otra puerta, no dije nada solo ayudaba, acomodando para que quede mejor, mientras trataba de verla a ella en su momento, parecía que quería disfrutar, su rostro era como un poema viendo como le gustaba o a veces pasaba al drama, a la tristeza al llanto, volvía a la alegría, pero yo solo sentía que se la estaba metiendo por el culo, mi sorpresa fue cuando estaba ya dentro de ella, si le dolía, me dijo que solo un poco, pero normal. No dije nada más, seguí en lo mío, al rato cambiamos de pose, y le dije que sabes que estamos haciéndolo por tu culo no? A lo que me dijo, que sentía que por ahí le dolía menos, me reí, bueno dentro mío pensaba como podía haber sido doblemente bendecido, saltar al ruedo para terminar cortando oreja y rabo. Le dije que por higiene si ya comenzábamos por detrás, se tenia que terminar por ahí, accedió, la puse de perrito, quedando su culo paradito, salivita a ese culito, y comencé a desahogar y liberar toda mi maldad. Para terminar toda mi lechita dentro de ella. Al terminar la abrace para que se sienta contenta, le pregunte que se siente haber perdido la virginidad 2 veces, duele menos por detrás, cosa que no podía discutir, pero si te gusta pues habrá que complacerla. Aún tenía esa duda del porque no sangro, no me dijo nada, pensaba ella que también lo iba a hacer. Pero al final nada. Vimos la hora y era muy muy tarde para ella, nos cambiamos rápidamente y salimos, al final nos despedimos, y ya más tarde cuando había llegado a mi casa, ella me llama y me dice preocupada, que había comenzado a sangrar, me dijo que le había contado a su mama, y que ya se había encargado de ayudarla, cosa que me dejo helado, pero ella no se sorprendió, porque tenía mucha confianza con su mama y que ella le contaba todo, así que no tenia de que preocuparme, cosa que me preocupo más. Le dije que me alegro que no sea nada malo y que bueno que tu mama te haya ayudado. Nuestra historia, se volvió mas activa sexualmente a partir de ese día, ya que había algo especial ahí que aprovechar. 1
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