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Una amiga de mi ex chamba


Ser Barristan Selmy

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Ella era una amiga de mi anterior trabajo, y mi amigo se la levantaba, pero nunca fueron enamorados. Era una chata tetona, un poco gordita, eso si, pero que se arreglaba lo bastante bien para olvidar las cuestiones de su peso. Cuando iba a la chamba se la veía apretadita, con unos escotes de infarto y unas licras que le formaban y levantaban el culo. Pero su fuerte eran sus tetas. Alguna vez me enseñó una foto donde estaba joven (una foto del HI5), y se la veía recontra rica, pero de eso ya hace mas de diez años (hoy tenemos 28). La nota es que cuando el amigo que se la levantaba se fue de la chamba cortaron comunicación y dejaron de verse. Fue ahí donde empecé a salir con la manchita del trabajo con los que salía ella. Y un sábado nos desaparecimos entre algunas de las discos que hay en el ovalo de santa anita. Tomamos algo mas y bailamos. De la nada empezamos a agarrar y me empecé a enfermar con sus tetas. Fue entonces cuando le propuse ir a un sitio más privado, aunque ella se negó en un comienzo. Fue ahí que me contó que había estado muy enamorada de mi amigo, pero ya habían dejado de verse desde hace mas de tres meses. Yo estaba completamente loco por sus senos, y no dejaba de miràrselos (es una enfermedad natural en mí). Y entre coqueteos y agarres cada vez mas fuertes, ella empezó a exitarse y accedió a ir a un hotel. Fuimos a uno de los telos del ovalo y fue entonces cuando comprendí que la gordita se cuidaba bastante bien, pues aunque era gordita , en ningún momento se desparramó como he notado en algunas otras gordas. Quedó en sostén, y un calzoncito que se perdía entre sus nalgas. Besándola le quité el sostén y aparecieron esas tetasas que empezé a besar a mi antojo. Lo que más me gustó es que ella me dijo que se los chupara fuerte, y en un ataque de exitación  me tiró a la cama y se sentó en mi pecho, poniendo todo su culo casi en mi cara, me agarró la pinga y se la puso a chupar. Y como yo tenía todo el culo a mi disposición la acomodé un poquito para hacerle la sopa. Pero creo que para ella era una locura chuparme la pinga, pues se la tragaba de distintas maneras, luego paraba un toque y jugaba con las lenguas, despues de un rato escupía al suelo y volvía al ataque. Abremos estado más de quince minutos con esa vaina del 69, y hasta yo mismo me sorprendí de que no se me viniera la leche, pues la gordita me chupaba la pinga de una manera tal que prácticamente ya no era necesario metersela por la concha. Lo bueno es que ella misma se detuvo y la agarré por la concha, donde finalmente terminamos. O terminé yo, pues ella seguía completamente exitada, y me dijo que me lavara la pinga en el baño. Yo accedí y la gordita hizo que se levantara de nuevo con otras mamadas espectaculares, aunque esta vez comenzamos a cachar por donde es mas común. Fueron dos polvos, pero debo admitir que quedé completamente gastado no solo por el ejercicio de montarla encima mío o tenerla al borde de la cama o agarrarla de perrito; lo que me desgasto más fue la tremenda chupada de pinga que me dio.

Bueno, yo deje la chamba hace mas de seis meses, y dejé de verla, así como mi amigo también dejó de verla. Aunque la he llamado un par de veces. Si esta sana hablamos de lo mas normal, como dos viejos amigos que no se ven hace mucho tiempo, pero un par de veces la he encontrado medio picadita, y ahí es cuando recordamos lo que hicimos una noche y esperamos que se vuelva a repetir.

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