Dona y Yo 2

[ALAMA36]

Capítulo 2

Pasadas dos semanas de nuestro primer encuentro clandestino, nos mantuvimos en una comunicación intermitente. Seguiamos conversando por las noches, hasta llegar al sexo telefónico. Recuerdo el sonido de sus dedos mientras palmeteaban su vagina humeda, diciendo las mismas guarradas que me decía en directo.

Ya en noviembre perdimos contacto.

En diciembre consegui un trabajo de campaña muy cerca a mi casa. El dia 24 decidi que no debía dejarla sin su noche buena. Le escribi y oh sorpresa pensaba en lo mismo, me envio unas fotos muy hot. Pactamos el encuentro.

5 de la tarde del 24 de Diciembre

La vi en el parque frente al hotel con un look diferente. Un poco menos femenino pero mas sexy. Me pregunto el típico ¿que hacíamos ahí? yo le respondi que sabíamos lo que hacíamos, se sonrio, se dio media y camino por delante hacia el cuarto de torturas.

Al cerrar la puerta la cogi de las nalgas todo lo que pude mientras ella metia su lengua en mi garganta. Poco a poco le rompía los botones de la blusa. Desabroche su pantalón y descubri ese hilito rojo que siempre se ponía cuando quería encenderme mas de la cuenta. Ya desnuda la cargue y lance contra la cama. No era muy fanatica del sexo oral, sin embargo no lo necesitaba. Al enterrarle mi sexo sentí la humedad de su deseo. El primer grito me confirmo que estaba arrecha por mi desde la ultima vez que lo hicimos. Las piernas abiertas comenzaban a temblar conforme aumentaba mis embestidas. Yo me bañaba en sudor y ella no se quedaba atrás. Luego se voltio porque le encantaba también que me la cogiera asi. Que la volviera mi perrita. Su bonito culo me pedia a gritos que lo azotara. A lo bestia le daba hasta que de tanta fuerza rompi el condon. Ella me dijo que no importaba, que estaba en días seguros. Me sente en una silla y ella se lanzo encima de mi, colocando sus piernas a mi alrededor mientras empujaba la pelvis de atrás hacia adelante. Me besaba con furia.

Al termino, ya cansada se despingo y me la mamo como siempre hacia, con una dedicación dignas de un nobel. Se acurruco en la cama, yo hice lo propio. Conversamos un poco, denotábamos buena química. Hasta que otra vez las lagrimas llegaron. Esta vez tmb cedi. Soy humano y la culpa me corroía.

La calle de un beso y con lagrimas en los ojos la puse a cabalgar. En esa pose se le olvidaban sus problemas. Ahora ella tenia el control. Comenzó de arriba hacia abajo y a medida que su tristeza se iba, la velocidad de sus caderas aumentaba. Ahora en circulos. "Me encanta como me bailas arriba, mami" le decía. Y ella tornaba la sonrisa en un gesto sucio, perverso, mordiéndose los labios y alzando una ceja. Me arañaba el pecho y se venia una vez. Comenzaba a llegar el segundo y vociferaba grocerias: "Que rica pinga tienes mierda" "eres todo mio carajo" . Se venia por segunda vez. Para la tercera y cuarto decidio darme unos buenos sentones de gimnasio. Ver sus nalgas rebotar contra mis bolas empapadas era como ver una porno norteamericana.

Antes de venirme en su vientre se volvió a despingar y se tomo toda mi leche por completo. Me dejo seco por completo.

Pero no me dio tregua, con una buena paja la paro de nuevo y seguimos la faena esta vez de pie y contra la pared, mientras la nalgueaba con una mano y con la otra tiraba de su cabello.

Asi estuvimos por un rato mas hasta que dieron las 8 de la noche y en casa se acordaban que debía estar presente para el clásico chocolate caliente de verano y donofrio infaltable.

Al salir, le desee una muy feliz navidad, saludos a su familia y prosperidad en todo. Me beso y sentí su dolor.

Un comportamiento bastante maniqueísta, teniendo en cuenta que en la cama olvidaba todo ello.

Me vuelvo a reafirmar patan. No se lo merecia, tampoco mi flaca de turno. Pero ya estaba ahí, no disfrutarlo hubiera sido estúpido.

 

Hasta la próxima, Hmnos