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Enamorarse de una puta, grave error


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Hola, presentes lectores de este notable punto de confraternidad.

No sé si uno pueda enamorarse o llegar realmente a amar a alguna puta dada; sin embargo, indudablemente sí que puedes sentir apego si frecuentas a una en particular, es algo que puede ocurrir; pero, luego de un tiempo, cuando vuelves a ver las cosas con claro realismo, cuando dejas de lado tu ilusión y llega el momento del desapego; pues, como todo proceso de desapego, el mismo que implica alejamiento y renuncia, puede ser doloroso, obviamente. Un puta, como ser humano, como persona y como mujer, por lo general y lamentablemente, no tiene muchas cualidades destacables que sean dignas de ser amadas; para empezar, ella ejerce un “oficio” de dudoso beneficio para sí misma y para la sociedad; llevada principalmente por la codicia, es básicamente una mujer sin dignidad y con pocos escrúpulos; ella no aporta a la sociedad, ella absorbe de la sociedad los recursos producidos por los hombres que acuden a ella, ella no está produciendo una obra de arte, no está inventando, ni creando, ni reparando, ni diseñando, ni construyendo alguna especie de máquina nueva que realmente esté poniendo en marcha a nuestra civilización, ni esto, ni aquello… ella sólo está aceptando la condición de ser un objeto casi sin alma, con la animalidad más brutal y descarada que la sociedad acepta pero que rechaza al mismo tiempo, que comprende pero no comprende, para así convertirse esa mujer en “una entidad” depredadora de pequeños y grandes productores (según su capacidad de depredación) movida por una codicia voraz, sin importar nada más. Y si ella llega a producir (mejor dicho, reproducir/procrear) algo, esos serán simplemente hijos, hijos que vienen al mundo en un hogar disfuncional e inestable… ¿Meterse con una puta para hacer familia?, ¡ni hablar!, las probabilidades de éxito con ella existen, pero son escasísimas! Son mujeres que viven al límite, están en modo “supervivencia”, y los hombres son percibidos como una amenaza para ellas (así los perciben, entonces generalmente no hay ni amistad sincera realmente con ellas…), a la vez que los hombres son una fuente cuasi gratuita e inagotable de recursos que ellas han de capturar y tomar (como una especie de botín de guerra), aunque siempre con un peligro latente; algunas se vuelven paranoicas, llegan a desquiciarse en cierto grado, su desconfianza en los hombres puede llegar a ser de un grado enfermizo.

Lastimosamente, me convertí en un putero como todos o casi todos ustedes, y ya llevo muchísimos años de putero, desde mucho antes de que este espacio de opinión y reflexión naciera… Digo “lastimosamente”, porque no considero que sea un motivo de orgullo; para otros tal vez sí lo sea, pero para mí no lo es… Me había jurado a mí mismo no tener nunca que pisar un burdel, pero me traicioné, cedí a mis instintos; por mí fuera, no gastar un centavo en puta alguna, nunca, ni antes, ni después, nunca! He acudido donde las meretrices éstas, muchísimas veces, hasta me hice cliente habitual de algunas de ellas, en especial de una a la cual apenas la vi ayer por última vez. Casi siempre tengo una sensación de insatisfacción cada vez que salgo de una sesión con una de éstas, es una mala sensación que me dura unas horas, un día, hasta una semana; es una mezcla de arrepentimiento con asco (llegando a casa, me lavo y relavo mis partes comprometidas, con abundante agua y jabón…) y también siento tristeza por mí mismo, mucha tristeza, al ver que de ninguna manera acabo de tener una relación plena con esa desconocida, misteriosa, oscura y decadente mujer; nunca me he adaptado completamente a la vida de putero, ¡¡¡¡cuánto quisiera una noviecita, una enamoradita, sexualmente atractiva, una mujer sexualmente entregada, leal y honesta!!! Pero no puedo evitar ser putero, el sexo es adictivo, aunque se dé en las peores condiciones, me temo que mis instintos son tan fuertes que prácticamente no puedo reprimirlos; y entonces cada vez que llega algo de dinero a mis manos por cualquier trabajo que realizo, sea mucho o poco ese dinero, no transcurre mucho tiempo antes de que ese dinero desaparezca de mis bolsillos y aparezca en las carteras de algunas de esas fulanas. Soy un tipo, creo que muy tímido, no tengo ni puñetera idea de cómo acercarme a una mujer (“no puta”) físicamente atractiva, mínimamente cultivada, sensible e inteligente, para que a partir de ese acercamiento inicial se pueda establecer una relación, aunque fuera de amistad, para empezar… los años no me enseñaron a vencer esa timidez, más bien creo que me he hecho más tímido con el paso del tiempo…

Soy un tipo solitario en toda regla, un lobo solitario, por así decirlo; no me gusta acudir a burdeles en compañía de amigos, por muy buenos y cercanos amigos que sean (aunque he aceptado cortésmente las pocas veces que me invitaron a ir, pero esas veces nunca hice uso del servicio de alguna puta, sólo estaba ahí por acompañar al amigo…)… pero si tengo que desfogarme, prefiero ir solo; considero que mi sexualidad es algo demasiado privado y personal como para tener que contar o compartir detalles pormenorizados… creo que ir a un burdel acompañado es como ir al baño a defecar acompañado, hay cosas que han de hacerse en soledad… hay cosas privadas, muy privadas y personales, por lo menos es lo que creo; y en un burdel, aunque se haga a puerta cerrada, todos los que están al otro lado de la puerta, saben lo que haces; así que lamentablemente nunca hay tanta privacidad que digamos, entonces es preferible que esos que están al otro lado, sean desconocidos, en lugar de que sean tus amigos; es lo que creo… Así que, si comento en este foro, es sólo porque acá hay un trato tendiente a lo impersonal y a lo anónimo. En mis visitas a estas casas de prostitutas, a veces me encontraba con que una multitud de hombres, apiñados, aglomerados y desesperados, estaban descaradamente observando muy de cerca hacia la puerta de la habitación donde posaba y se exhibía alguna meretriz cual objeto en venta, hasta que uno de ellos no tardaba en animarse a entrar a dicho cuarto; era un espectáculo casi circense y casi de zoológico que nunca me gustó ver, mientras intentaba determinar cuán hermosa era la puta en cuestión desde una distancia prudente y buscando alguna rendija de entre esos individuos ansiosos que me obstaculizaban la visión… y… lo acepte o no, soy parte de ese “zoológico”, soy uno más del “rebaño (¿dónde está “el pastor”?, ¿quién nos ha metido en este camino que inevitablemente se nos hizo más menos común?, ¿realmente elegimos este estilo de vida por voluntad propia?)”... Otras veces, cuando entraba a atenderme con alguna de estas pirujas, y antes de salir de la habitación, mientras me preparaba para salir, ya escuchaba murmullos de una multitud de gente tras la puerta, esperando afuera de la habitación, esperando a que la puerta se abriera; la puta abría la puerta y me encontraba cara a cara con ese pequeño montón de gente; muchos rostros dirigidos hacia la puerta, rostros con miradas hambrientas, algunas de esas miradas cargadas de comprensible e inocente animalidad humana, y otros rostros con miradas algo insensibles, diabólicas, psicopáticas… miradas dirigidas hacia la fémina que acababa de hacerme un servicio pseudo amoroso; y entonces me despedía de la puta y tenía que abrirme paso por en medio de ellos, era una sensación rara, muy rara!, me sentía observado y hasta invadido... a veces la mujer ésa gemía, y la multitud que esperaba afuera obviamente se ganaba con los gemidos... También, dicho sea de paso, no falta el tipo que cuando sales de un cuarto, te pregunta con descaro y sin pudor: “¿Oye, qué tal está la flaca?”, y uno por cortesía le responde: “Está bien nomás”; me parece que es una pregunta, aunque sencilla, demasiado personal e invasiva; nunca se me ocurriría hacerle ese tipo de pregunta a otro parroquiano, prefiero guardar silencio absoluto mientras espero pacientemente en el pasillo del burdel, no me parece que sea un lugar como para conversar ni para hacer amistad con nadie, pero respondo cortésmente si me preguntan algo… Cuando entro a un cuarto, hago de cuenta que no estoy en un burdel, que sólo existimos esa mujer y yo, que estamos los dos solos, que no hubo otro tipo que la penetraba antes que yo apenas hace un par de minutos, y que ni habrá otro después; intento olvidar por un momento lo evidente e inminente, y a veces lo consigo; me concentro en el cuerpo de ella y a veces olvido todo lo demás, y disfruto del momento, ¡un momento tan corto, por desgracia!... A veces tengo tan poco dinero que me voy a pie al puticlub de mi preferencia, siendo no pocos kilómetros los que hay que caminar para llegar allí, llevando en mis pequeños bolsillos el dinero justo para pagar el derecho a entrar al local y para una o dos sesiones de contacto físico con una mujer de curiosa vestimenta que apenas le cubre el cuerpo; voy, caminando en la oscuridad de la noche, en busca de ese contacto con esa desconocida, una extraña, misteriosa, y que sólo Dios sabe de dónde habrá salido, qué cosas habrá en su mente y en su corazón pero que está ahí esperando por mí (o por mi dinero, no sé…)... y tantas cosas más que para qué sigo contando?... Luego, en el camino de regreso, en medio de esos desolados y oscuros parajes, mientras me movilizo a pie por esas tenebrosas y “tranquilas” vías, a veces el cielo está límpido y despejado, y entonces puedo apreciar las estrellas que centellean “alegres y contentas”, flotando en la nada del espacio interestelar vacío, un espacio vacío que es llenado por El Misterio Más Grande Que Existe en ese cielo nocturno que se presenta ante mis ojos como Profundo e Infinito y de donde recibo todos mis sueños y hacia donde proyecto todas mis esperanzas, de aquel insondable misterio que yace tras las estrellas y que expande el espacio profundo, y que de algún modo también existe en mí; es uno de los momentos más bonitos, tanto que me hace olvidar que estuve, hace tan solo pocos minutos, en un lugar tan decadente como aquel lugar de prostitución, aunque tal vez humanamente necesario, tal vez, sólo tal vez… La Luna y las estrellas son mi consuelo en medio de la tremenda soledad que a veces siento, y miro y contemplo, según la estación del año; puedo ver en el cielo mientras voy y/o regreso caminando hacia y del burdel, la constelación de Orión, la franja del disco galáctico de La Vía Láctea, con sus millones y millones de estrellas; se trata de la galaxia donde está El Sistema Solar, vista de perfil y desde dentro de ella, vista por los ojos de una minúscula partícula de vida que es el que ahora escribe estas líneas… La verdad que la primera vez que fui a un burdel, el ver salir y entrar de manera continua y grosera, hombres tras hombres, al cuarto de una misma mujer, como que me traumó ver eso; he intentado asimilarlo, pero aún me choca a pesar de los años y la costumbre, pero intento no prestarle tanta atención; por eso es que muchas veces acudía muy temprano a estos “chongos”, para ser uno de los primeros en atenderse, para no tener que ver ese tipo de escenas…

He tenido experiencias “surrealistas” con algunas de estas meretrices, y quizá algún día me anime a contar aquí, a detalle, mis experiencias; experiencias que van más allá del mero coito (ustedes saben, cuestiones superficiales, “que lo hicimos así, asá, hubo tales posturas…” y bla bla bla… )… Alguna llegó a decirme que tengo mirada de loco, otra me dijo que le doy miedo porque camino despacito (lento), con las manos en los bolsillos y mirando al suelo; alguna otra me dijo que le parecía culto y educado, y que si no me importaría tener una relación sentimental con alguna de estas chicas de la vida “alegre” (creo que se me estaba insinuando)… otras me invitaron a ir su departamento, a la salida del “chongo”, etc…

He intentado asumirme como putero, aceptar mis impulsos, mi naturaleza; quiero creer que algo de bueno tiene gastar dinero en putas… Me deprime pensar que no hay nada de beneficioso en ello… y como fuere, creo que uno debe hacer los esfuerzos posibles por moderarse, o simplemente evitar ir donde una puta, evitarlo por completo si se pudiera… Sé que es un impulso instintivo lo que lo lleva a uno a acudir donde una puta, pero es un impulso que por sí mismo es ciego (hay que aceptar que uno tiene ese tipo de impulsos, pero tampoco hay que dejar que comanden y determinen tu vida; la emoción sin consciencia te podría orillar al abismo, y ello debe ser evitado… Hay que buscar trascender los sentimientos de soledad de alguna otra manera más productiva y satisfactoria a largo plazo, creo yo…). Como unidad biológica que uno es, uno tiene deseos innatos e inconscientes de reproducirse; pero, uno no está yendo precisamente a reproducirse cuando va a un “chongo” donde hay prostitutas; la parte consciente de uno lo sabe, y esa contradicción es dolorosa, y es aun más dolorosa cuanto más consciente de ello se es; como que uno sabe que se está engañando a sí mismo, uno se está saboteando a sí mismo y se está dejando engañar por estas mujeres que prometen orgasmos pero que no prometen cabal y honestamente el fin último y verdadero del sexo: La reproducción. Los orgasmos son el mecanismo de tu sistema vital que te alientan y motivan a reproducirte, pero has convertido tal proceso en un circulo vicioso de placer por placer, quedando tu ciclo biológico de alguna manera obstaculizado y perdiendo dinero en el proceso, y aunque se trate de relativamente poco dinero, no hay que desestimar el hecho de que es una perdida para ti…, ¿y es esto bueno? Me lo cuestiono en SERIO; y respondo: No lo sé, cada quien tiene que ver… cada quien tiene que hacerse responsable de su vida… sólo sé que algo no anda del todo bien con las putas y con lo referente a ellas…

El “enamoramiento” es un mecanismo más complejo que el mero “orgasmo simple”, y que está más avanzado y profundizado en el proceso reproductivo sexual; ya no solo se trata de reproducirse así sin más, se trata del hecho de que tu organismo se está preparando para contribuir activamente en la crianza y el cuidado del hijo que tú y esa mujer supuestamente procrearán; el enamoramiento hace que te conviertas en un protector y proveedor… El enamoramiento es una etapa más arriba en la escalera de ese complejo y delicado proceso biológico que te deja frágil y vulnerable frente a entes oportunistas e inescrupulosos (las putas: las descaradas, las asolapadas, y todo tipo y especie de esas criaturas del inframundo…). Mientras ella no se enamore, y tú sí lo hagas, quedarás expuesto, vulnerable y a su merced, y con el riesgo de ser “saqueado” por esa vil e inescrupulosa estafadora emocional que tomará tus recursos tanto como le sea posible. Lo ideal sería que ella también se enamore, para que ambos se apoyen y se sostengan en vuestra vulnerabilidad; pero una puta lo que menos quiere es enamorarse, y probablemente no vuelva a enamorarse si ya se enamoró intensamente de algún otro hombre en el pasado. La sexualidad femenina tiene sus etapas, etapas que no vuelven nunca más una vez transcurridas; si no llegas a la vida de una mujer en el momento justo donde ella tenía la máxima predisposición a enamorarse, no podrás enamorarla, hagas lo que hagas, y deberías saberlo.

Sólo un “súper hombre” sería capaz de seducir, conquistar y enamorar a cualquier prostituta (y a cualquier mujer en general), y no sólo él (podría) tendría que enamorarla, también tendría que restaurarla, repararla y transformarla (cosa muy difícil, un simple mortal no puede… a menos que ella misma tenga una muy fuerte disposición a hacerlo, o que no esté tan metida en la vaina… )… Cualquier narcisista patológico podría creerse que es un “súper hombre”, pero de ahí a serlo realmente hay una distancia inconmensurable… No sé si existan “los súper hombres”, pero lo más próximo o parecido a ellos, dudo mucho que se ande paseando por burdeles en búsqueda de mujeres que no ofrecen mucho en realidad. Estas mujeres sólo ofrecen un paliativo, un pequeño consuelo momentáneo; a veces una pequeña caricia a tu ego insuflado de ilusiones y fantasías, y nada más. Los hombres aquellos (los que tienden a encarnar el ideal perseguido por todas las mujeres del mundo), tienen respeto por sí mismos en primer lugar, así que se emparejan con mujeres que tengan algo plausible qué ofrecer; el mero coito no es suficiente, pues es menester una humanidad sensible, honesta, consciente, y que trascienda las apariencias… cualidades que en una puta son muy difíciles de hallar…

No sé si estas mujeres sean dignas de amor, pero creo que son dignas de compasión, compasión que les he dado, a todas con las que me he encontrado… he sido todo un caballero con todas ellas, un “gentleman”, aunque a veces vista prácticamente con “harapos” y ande con los zapatitos todo rotosos y raídos por no tener dinero para comprarme ropa y calzado nuevos, por habérmelo gastarlo todo en PUTAS, ¡POR LA PUTA MADRE!... ¡EN PUTAS!… A estas putas les he dado mi dinero, muy generosamente, sea bueno o malo el servicio, haya quedado satisfecho o no… les doy el dinero como un “regalo”, muy aparte del sexo, quiero creer que el sexo es una cosa muy aparte… Un putero como yo también es digno de compasión, pero este tipo de mujeres, suelen no sentir compasión por uno, ellas van a lo suyo, y siento que es un intercambio desigual, oportunista e injusto; y lo triste es que las mujeres de afuera de este mundillo de sexo vendido y comprado, raro, extraño, pero a la vez tan cotidiano, pues, este otro tipo de mujeres “normales (vamos a decir)” tampoco sentirían aprecio o compasión por un putero o ex putero, entonces sería raro que diga una de ellas: “Ah, eres putero, ¡pobrecito, yo te voy a acoger; mi vagina, mis tetas y todo mi cuerpo, es todo tuyo, completamente gratis!”, o si lo dicen, lo dicen con sarcasmo; más bien te señalarán y te tildarán de misógino, machista, explotador e inhumano (sin ver el otro lado de la moneda, que muchas veces es más cruel y desgarrador, tanto que a veces casi no tienes ni para comer por habértelo gastado todo en PUTAS)… No envidio a los rufianes y cafichos, que consiguen mujeres con facilidad y hasta hacen que ellas les den dinero a ellos, con sexo incluido obviamente; estos tipos carecen de la visión humana y holística que un poco exitoso con las mujeres sí suele tener; ellos y ellas son tal para cual, tipos y tipas primitivos, profundamente instintivos, no es casual que las putas se derritan por estos sujetos y que sus calzones caigan por si solos al tener en frente a los susodichos… Sin embargo, una que otra puta ligeramente perspicaz sí puede llegar a ver algo interesante en uno y entonces se sentirá atraída hacia uno, pero uno no quiere a una puta como pareja, que para eso están los rufianes, y pues a mí no me importa, que sean felices ellos con ellas y viceversa… Ojalá llegue a mi vida una mujer verdaderamente especial, ¡ojalá llegue pronto!, una mujer merecedora de mis atenciones, de mi amor que es pequeño como una hormiga pero inmenso como el cielo que se descubre por sobre mi cabeza… ¡Como para reflexionar todo este temita!, ¡como para reflexionar!

Sí, también he tenido la oportunidad de tener sexo “gratis” con algunas de estas prostitutas, tomé un par de veces esas oportunidades, pero no lo disfruté mucho… algo me decía que entraba a un juego peligroso al aceptarles sexo “gratis”, sentía como que estaba adquiriendo algún tipo de compromiso implícito con ellas, así que no dudaba en cortar la relación con ellas lo antes posible… No es que me guste pagar por sexo, por mí lo hago gratis todo el tiempo; es sólo que las putas son emocionalmente muy inestables y da miedo involucrarse con ellas; involucrar e invertir sentimientos en ellas, es casi seguro que es una inversión a saco roto, además que así siento que soy yo el que se está provechando de ellas porque siento que es difícil enamorarse genuinamente de una puta (siento que nunca le voy a corresponder en sus sentimientos, si es que ella se enamoró realmente de mí) aunque vaya a dejar su oficio de puta, en el fondo sabes que algo no anda bien, sientes como que le falta algo a la mujer ésa; es una sensación de rechazo indescriptible. Pero también, en cierto modo, me pasó lo opuesto; una de estas fulanas, y que obviamente disfrutaba del sexo conmigo (aunque dudo mucho que fuera el único, hay que ser muy iluso para creer que una puta disfruta del sexo sólo contigo… recuerda que estás con una puta, la probabilidad que llegue otro con quien también le guste tanto o más que contigo es muy próxima…una puta es una puta… probablemente no disfrute con todos sus clientes por igual, pero en cada día normal de su chamba, de los quince o veinte huevones que se la cepillan, no faltarán dos o tres que la hagan remecer bien, y eso hay que tenerlo bien presente, en especial si crees que te estás enamorando de ella…), notaba lo tenso que se ponía su cuerpo, los dedos de sus pies se doblaban, obvio que lo disfrutaba, pero nunca dejó de cobrarme; y es más, hasta me elevaba la tarifa, luego no quería rebajármela, y yo tenía que pagar nomás, esa mujer (quiero decir, ese cuerpo) me gustaba mucho, ella lo sabía y se aprovechaba de mi gusto por ella, se aprovechaba de mi tolerancia y mi generosidad; ellas saben cómo agarrarte, ellas apuestan a ganar y generalmente salen ganando en esa dinámica; no son mujeres muy inteligentes, pero sí muy astutas. Mi error fue aceptarle su propuesta de pagar más (por el dichoso “trato de pareja”, o por una hora… era como la tercera o cuarta vez que me atendía con ella…) con la promesa de que aumentando más dinero me diera un trato especial y preferencial; lo cierto es que el trato casi no varía cuando pagas la tarifa mínima que cuando aumentas la suma (quizá la primera vez que le pagas más se esmere un poquito más, pero luego se relajará y estarás pagando por nada…); y una vez que aumentas la suma, la próxima vez va a exigirte la misma suma que la vez anterior, y si por dártelas de buena gente le aceptas eso una tercera vez, ahí si ya te jodiste, te va a chantar ese precio y no te va aceptar menos, y tú tienes que darle la platita que pide o no te atiende; una mierda son las mujeres éstas, se aprovechan de tu nobleza y de tu calentura por ellas, y encima disfrutan de lo lindo contigo. Hay que llevar el dinero justo para una sesión con la tarifa mínima o estandar, ni un centavo más; así nunca podrán forzarte a pagar más, aunque te rebusquen los bolsillos, pero hay que hacerlo desde el principio; creo que es la mejor estrategia; así te ahorras lo que ibas a darle hoy, para el próximo fin de semana que te la encuentres, y así te la tiras muchos fines de semana de manera indefinida si es que la chica te gusta mucho; no es recomendable ir y tirártela a diario, esa desesperación ella lo nota y eso juega en tu contra; creo que es uno de los mejores consejos que puedo dejar acá, eso por mi vasta experiencia con estas mujeres; pero eso a mí ya no me sirve, ya perdí mucho tiempo y dinero que jamás volverán, aunque el dinero quizá puede volver pero no el tiempo. Si el consejo le sirve a alguien, pues que bien!

Si hay algo que aprendí de ser putero (algo que me sirva para la vida en mi relación con mujeres “no putas” que quizá vayan a estar en mi futuro, y con las que sí quisiera tener una relación sentimental), es que aprendí a confrontar y controlar mis celos en un grado razonable: Tolerar el hecho de que si hay alguna putita del burdel que frecuentas y hacia la cual empiezas a sentir cierto apego (crees que te estás enamorando de ella); pues estás en el escenario real y prácticamente perfecto de que en cualquier momento entra otro huevón a su cuarto, probablemente cinco minutos antes o después de ti y que se la puede tirar mejor de lo que tú lo haces, y de hecho lo más probables es que ocurra, más pronto de lo que te lo imaginas, y cuando ocurre, te dolerá, pero no te dolerá tanto porque de alguna forma era lo esperable, ya que ella es puta y eso tenía que ocurrir de todos modos, y hasta la oirás gemir a manos de otro huevón mientras esperas en el pasillo del burdel y quizá sean gemidos sinceros. Esa huevada te duele, pero lo aceptas, ni modo que rompas la puerta y te meches con el gil que se está cepillando a la que crees que es tu hembrita; no lo es, nadie es de nadie. El ser o haber sido putero alguna vez en tu vida puede ayudarte a ser tolerante, resiliente y psicológicamente más fuerte; aprendes a aceptar los hechos, la realidad… Y que si alguna vez alguna mujer “fuera” de un “burdel” (la que te dijo que era virgen y/o con poca experiencia sexual… siendo verdad o mentira eso que ella te dijo…), aprendes a aceptar el hecho de que quizá sea una putaza en potencia y que en el momento menos pensado te puede traicionar con el menos pensado. Y no es que debas convertirte en un paranoico y celópata de mierda que vive angustiado todo el tiempo, sino que ya sabes que este mundo tiende a ser un mundo mierdero, pues por referencia ya tienes una idea de que la lealtad ideal y que el amor perfecto y perpetuo son supuestos muy bonitos pero aún por verificarse; y que al gil que se metió con tu disque “mujer (tenga ella el titulo de “puta”, “ex puta” o lo que fuera)”, tienes que disculparlo, pues ni modo que le entierres un puñal en el pecho o te lo palomees con 30 plomazos, tienes que disculparlo porque a lo mejor el tipo es inocente, a lo mejor él no sabía que tu mujer era tu mujer, tienes que disculparlo porque es un hermano, no sé si de leche, pero sí es un hermano de la misma madre, de La Madre Tierra, el hogar de todos nosotros; y a la mujer que te traicione también tienes que disculparla, la cojuda no controla su vagina, porque es una pobre bestia bípeda y egocéntrica, pero que tienes que disculparla, porque has de saber que así es la gente, así son los humanos; pero eso sí, si tú sí has sido leal, entonces así como tienes el coraje y la valentía de aceptar y hasta comprender esa huevada (la realidad de las cosas tal cual son), asimismo debes tener también el coraje y la dignidad de decir: “Ok, mujer, hasta acá nomás conmigo, vete con ese fulano que tanto te gusta, sé feliz con él, y a mí por favor no me molestes más, adiós”. Ese tipo de huevadas puede suceder en cualquier escenario (nadie está libre), porque a lo mejor el mundo no es otra cosa que una especie de gran burdel pero que la mayoría de la gente vive creyendo que no lo es, y cuando se enteran de que lo es, les da un infarto al corazón o cosas peores. Hay que ser fuertes, vivir el presente, aceptar los hechos, dejarse de huevadas, asumir la responsabilidad de cuidarse a uno mismo, vivir con honestidad y sin perjudicar a nadie; aprender y perfeccionar el arte de vivir; uno tiene que convertirse en un “monstruo” como diría Jordan Peterson; uno tiene que integrar sus sombras en una personalidad cada vez más fortalecida, más constituida, más resistente, más sólida aunque flexiblemente adaptada. Si logras encontrar en tu vida esa rareza que llaman “amor”, cuídala, apréciala, estás siendo bendecido por El Cielo, aprecia esos favores divinos, y disfruta mientras puedas, ya que mañana no sabes qué pasará.

Me abstendría de ir donde las putas si tuviera una novia (una que nunca fue, ni es, ni será prostituta y/o una que carezca de un extenso historial sexual); de hecho así fue la vez que tuve una, a la que conocí por internet (¿qué haría yo de no ser por internet? ¡Jamás habría tenido una enamorada!, para alguien tan retraído y tímido como yo, internet es una tabla de salvación, aunque aun en internet sea difícil encontrar mujeres; si fuera fácil, ahora mismo no iría donde las putas…)… cuando andaba con esa chica que fue mi enamorada, dejé de ir donde las putas… solo cuando se acabó mi relación con ella, volví donde las putas y me costó readaptarme a ellas, sentí que la cosa era como forzada, acartonada y artificial; ir donde una puta después de años es una experiencia medio traumática. Dejar el amor sincero por una puta es como dejar los potajes por comida chatarra; es la calidad con cantidad VS la variedad pero con lo inmediatista, lo facilista y lo superficial… A las putas uno va porque no hay más a donde ir, es más que nada por soledad. Hay que mantener la esperanza, alguna mujer que valga la pena ya está por llegar.

Buenos días.

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hace 4 horas, Caminante Nocturno dijo:

Hola, presentes lectores de este notable punto de confraternidad.

No sé si uno pueda enamorarse o llegar realmente a amar a alguna puta dada; sin embargo, indudablemente sí que puedes sentir apego si frecuentas a una en particular, es algo que puede ocurrir; pero, luego de un tiempo, cuando vuelves a ver las cosas con claro realismo, cuando dejas de lado tu ilusión y llega el momento del desapego; pues, como todo proceso de desapego, el mismo que implica alejamiento y renuncia, puede ser doloroso, obviamente. Un puta, como ser humano, como persona y como mujer, por lo general y lamentablemente, no tiene muchas cualidades destacables que sean dignas de ser amadas; para empezar, ella ejerce un “oficio” de dudoso beneficio para sí misma y para la sociedad; llevada principalmente por la codicia, es básicamente una mujer sin dignidad y con pocos escrúpulos; ella no aporta a la sociedad, ella absorbe de la sociedad los recursos producidos por los hombres que acuden a ella, ella no está produciendo una obra de arte, no está inventando, ni creando, ni reparando, ni diseñando, ni construyendo alguna especie de máquina nueva que realmente esté poniendo en marcha a nuestra civilización, ni esto, ni aquello… ella sólo está aceptando la condición de ser un objeto casi sin alma, con la animalidad más brutal y descarada que la sociedad acepta pero que rechaza al mismo tiempo, que comprende pero no comprende, para así convertirse esa mujer en “una entidad” depredadora de pequeños y grandes productores (según su capacidad de depredación) movida por una codicia voraz, sin importar nada más. Y si ella llega a producir (mejor dicho, reproducir/procrear) algo, esos serán simplemente hijos, hijos que vienen al mundo en un hogar disfuncional e inestable… ¿Meterse con una puta para hacer familia?, ¡ni hablar!, las probabilidades de éxito con ella existen, pero son escasísimas! Son mujeres que viven al límite, están en modo “supervivencia”, y los hombres son percibidos como una amenaza para ellas (así los perciben, entonces generalmente no hay ni amistad sincera realmente con ellas…), a la vez que los hombres son una fuente cuasi gratuita e inagotable de recursos que ellas han de capturar y tomar (como una especie de botín de guerra), aunque siempre con un peligro latente; algunas se vuelven paranoicas, llegan a desquiciarse en cierto grado, su desconfianza en los hombres puede llegar a ser de un grado enfermizo.

Lastimosamente, me convertí en un putero como todos o casi todos ustedes, y ya llevo muchísimos años de putero, desde mucho antes de que este espacio de opinión y reflexión naciera… Digo “lastimosamente”, porque no considero que sea un motivo de orgullo; para otros tal vez sí lo sea, pero para mí no lo es… Me había jurado a mí mismo no tener nunca que pisar un burdel, pero me traicioné, cedí a mis instintos; por mí fuera, no gastar un centavo en puta alguna, nunca, ni antes, ni después, nunca! He acudido donde las meretrices éstas, muchísimas veces, hasta me hice cliente habitual de algunas de ellas, en especial de una a la cual apenas la vi ayer por última vez. Casi siempre tengo una sensación de insatisfacción cada vez que salgo de una sesión con una de éstas, es una mala sensación que me dura unas horas, un día, hasta una semana; es una mezcla de arrepentimiento con asco (llegando a casa, me lavo y relavo mis partes comprometidas, con abundante agua y jabón…) y también siento tristeza por mí mismo, mucha tristeza, al ver que de ninguna manera acabo de tener una relación plena con esa desconocida, misteriosa, oscura y decadente mujer; nunca me he adaptado completamente a la vida de putero, ¡¡¡¡cuánto quisiera una noviecita, una enamoradita, sexualmente atractiva, una mujer sexualmente entregada, leal y honesta!!! Pero no puedo evitar ser putero, el sexo es adictivo, aunque se dé en las peores condiciones, me temo que mis instintos son tan fuertes que prácticamente no puedo reprimirlos; y entonces cada vez que llega algo de dinero a mis manos por cualquier trabajo que realizo, sea mucho o poco ese dinero, no transcurre mucho tiempo antes de que ese dinero desaparezca de mis bolsillos y aparezca en las carteras de algunas de esas fulanas. Soy un tipo, creo que muy tímido, no tengo ni puñetera idea de cómo acercarme a una mujer (“no puta”) físicamente atractiva, mínimamente cultivada, sensible e inteligente, para que a partir de ese acercamiento inicial se pueda establecer una relación, aunque fuera de amistad, para empezar… los años no me enseñaron a vencer esa timidez, más bien creo que me he hecho más tímido con el paso del tiempo…

Soy un tipo solitario en toda regla, un lobo solitario, por así decirlo; no me gusta acudir a burdeles en compañía de amigos, por muy buenos y cercanos amigos que sean (aunque he aceptado cortésmente las pocas veces que me invitaron a ir, pero esas veces nunca hice uso del servicio de alguna puta, sólo estaba ahí por acompañar al amigo…)… pero si tengo que desfogarme, prefiero ir solo; considero que mi sexualidad es algo demasiado privado y personal como para tener que contar o compartir detalles pormenorizados… creo que ir a un burdel acompañado es como ir al baño a defecar acompañado, hay cosas que han de hacerse en soledad… hay cosas privadas, muy privadas y personales, por lo menos es lo que creo; y en un burdel, aunque se haga a puerta cerrada, todos los que están al otro lado de la puerta, saben lo que haces; así que lamentablemente nunca hay tanta privacidad que digamos, entonces es preferible que esos que están al otro lado, sean desconocidos, en lugar de que sean tus amigos; es lo que creo… Así que, si comento en este foro, es sólo porque acá hay un trato tendiente a lo impersonal y a lo anónimo. En mis visitas a estas casas de prostitutas, a veces me encontraba con que una multitud de hombres, apiñados, aglomerados y desesperados, estaban descaradamente observando muy de cerca hacia la puerta de la habitación donde posaba y se exhibía alguna meretriz cual objeto en venta, hasta que uno de ellos no tardaba en animarse a entrar a dicho cuarto; era un espectáculo casi circense y casi de zoológico que nunca me gustó ver, mientras intentaba determinar cuán hermosa era la puta en cuestión desde una distancia prudente y buscando alguna rendija de entre esos individuos ansiosos que me obstaculizaban la visión… y… lo acepte o no, soy parte de ese “zoológico”, soy uno más del “rebaño (¿dónde está “el pastor”?, ¿quién nos ha metido en este camino que inevitablemente se nos hizo más menos común?, ¿realmente elegimos este estilo de vida por voluntad propia?)”... Otras veces, cuando entraba a atenderme con alguna de estas pirujas, y antes de salir de la habitación, mientras me preparaba para salir, ya escuchaba murmullos de una multitud de gente tras la puerta, esperando afuera de la habitación, esperando a que la puerta se abriera; la puta abría la puerta y me encontraba cara a cara con ese pequeño montón de gente; muchos rostros dirigidos hacia la puerta, rostros con miradas hambrientas, algunas de esas miradas cargadas de comprensible e inocente animalidad humana, y otros rostros con miradas algo insensibles, diabólicas, psicopáticas… miradas dirigidas hacia la fémina que acababa de hacerme un servicio pseudo amoroso; y entonces me despedía de la puta y tenía que abrirme paso por en medio de ellos, era una sensación rara, muy rara!, me sentía observado y hasta invadido... a veces la mujer ésa gemía, y la multitud que esperaba afuera obviamente se ganaba con los gemidos... También, dicho sea de paso, no falta el tipo que cuando sales de un cuarto, te pregunta con descaro y sin pudor: “¿Oye, qué tal está la flaca?”, y uno por cortesía le responde: “Está bien nomás”; me parece que es una pregunta, aunque sencilla, demasiado personal e invasiva; nunca se me ocurriría hacerle ese tipo de pregunta a otro parroquiano, prefiero guardar silencio absoluto mientras espero pacientemente en el pasillo del burdel, no me parece que sea un lugar como para conversar ni para hacer amistad con nadie, pero respondo cortésmente si me preguntan algo… Cuando entro a un cuarto, hago de cuenta que no estoy en un burdel, que sólo existimos esa mujer y yo, que estamos los dos solos, que no hubo otro tipo que la penetraba antes que yo apenas hace un par de minutos, y que ni habrá otro después; intento olvidar por un momento lo evidente e inminente, y a veces lo consigo; me concentro en el cuerpo de ella y a veces olvido todo lo demás, y disfruto del momento, ¡un momento tan corto, por desgracia!... A veces tengo tan poco dinero que me voy a pie al puticlub de mi preferencia, siendo no pocos kilómetros los que hay que caminar para llegar allí, llevando en mis pequeños bolsillos el dinero justo para pagar el derecho a entrar al local y para una o dos sesiones de contacto físico con una mujer de curiosa vestimenta que apenas le cubre el cuerpo; voy, caminando en la oscuridad de la noche, en busca de ese contacto con esa desconocida, una extraña, misteriosa, y que sólo Dios sabe de dónde habrá salido, qué cosas habrá en su mente y en su corazón pero que está ahí esperando por mí (o por mi dinero, no sé…)... y tantas cosas más que para qué sigo contando?... Luego, en el camino de regreso, en medio de esos desolados y oscuros parajes, mientras me movilizo a pie por esas tenebrosas y “tranquilas” vías, a veces el cielo está límpido y despejado, y entonces puedo apreciar las estrellas que centellean “alegres y contentas”, flotando en la nada del espacio interestelar vacío, un espacio vacío que es llenado por El Misterio Más Grande Que Existe en ese cielo nocturno que se presenta ante mis ojos como Profundo e Infinito y de donde recibo todos mis sueños y hacia donde proyecto todas mis esperanzas, de aquel insondable misterio que yace tras las estrellas y que expande el espacio profundo, y que de algún modo también existe en mí; es uno de los momentos más bonitos, tanto que me hace olvidar que estuve, hace tan solo pocos minutos, en un lugar tan decadente como aquel lugar de prostitución, aunque tal vez humanamente necesario, tal vez, sólo tal vez… La Luna y las estrellas son mi consuelo en medio de la tremenda soledad que a veces siento, y miro y contemplo, según la estación del año; puedo ver en el cielo mientras voy y/o regreso caminando hacia y del burdel, la constelación de Orión, la franja del disco galáctico de La Vía Láctea, con sus millones y millones de estrellas; se trata de la galaxia donde está El Sistema Solar, vista de perfil y desde dentro de ella, vista por los ojos de una minúscula partícula de vida que es el que ahora escribe estas líneas… La verdad que la primera vez que fui a un burdel, el ver salir y entrar de manera continua y grosera, hombres tras hombres, al cuarto de una misma mujer, como que me traumó ver eso; he intentado asimilarlo, pero aún me choca a pesar de los años y la costumbre, pero intento no prestarle tanta atención; por eso es que muchas veces acudía muy temprano a estos “chongos”, para ser uno de los primeros en atenderse, para no tener que ver ese tipo de escenas…

He tenido experiencias “surrealistas” con algunas de estas meretrices, y quizá algún día me anime a contar aquí, a detalle, mis experiencias; experiencias que van más allá del mero coito (ustedes saben, cuestiones superficiales, “que lo hicimos así, asá, hubo tales posturas…” y bla bla bla… )… Alguna llegó a decirme que tengo mirada de loco, otra me dijo que le doy miedo porque camino despacito (lento), con las manos en los bolsillos y mirando al suelo; alguna otra me dijo que le parecía culto y educado, y que si no me importaría tener una relación sentimental con alguna de estas chicas de la vida “alegre” (creo que se me estaba insinuando)… otras me invitaron a ir su departamento, a la salida del “chongo”, etc…

He intentado asumirme como putero, aceptar mis impulsos, mi naturaleza; quiero creer que algo de bueno tiene gastar dinero en putas… Me deprime pensar que no hay nada de beneficioso en ello… y como fuere, creo que uno debe hacer los esfuerzos posibles por moderarse, o simplemente evitar ir donde una puta, evitarlo por completo si se pudiera… Sé que es un impulso instintivo lo que lo lleva a uno a acudir donde una puta, pero es un impulso que por sí mismo es ciego (hay que aceptar que uno tiene ese tipo de impulsos, pero tampoco hay que dejar que comanden y determinen tu vida; la emoción sin consciencia te podría orillar al abismo, y ello debe ser evitado… Hay que buscar trascender los sentimientos de soledad de alguna otra manera más productiva y satisfactoria a largo plazo, creo yo…). Como unidad biológica que uno es, uno tiene deseos innatos e inconscientes de reproducirse; pero, uno no está yendo precisamente a reproducirse cuando va a un “chongo” donde hay prostitutas; la parte consciente de uno lo sabe, y esa contradicción es dolorosa, y es aun más dolorosa cuanto más consciente de ello se es; como que uno sabe que se está engañando a sí mismo, uno se está saboteando a sí mismo y se está dejando engañar por estas mujeres que prometen orgasmos pero que no prometen cabal y honestamente el fin último y verdadero del sexo: La reproducción. Los orgasmos son el mecanismo de tu sistema vital que te alientan y motivan a reproducirte, pero has convertido tal proceso en un circulo vicioso de placer por placer, quedando tu ciclo biológico de alguna manera obstaculizado y perdiendo dinero en el proceso, y aunque se trate de relativamente poco dinero, no hay que desestimar el hecho de que es una perdida para ti…, ¿y es esto bueno? Me lo cuestiono en SERIO; y respondo: No lo sé, cada quien tiene que ver… cada quien tiene que hacerse responsable de su vida… sólo sé que algo no anda del todo bien con las putas y con lo referente a ellas…

El “enamoramiento” es un mecanismo más complejo que el mero “orgasmo simple”, y que está más avanzado y profundizado en el proceso reproductivo sexual; ya no solo se trata de reproducirse así sin más, se trata del hecho de que tu organismo se está preparando para contribuir activamente en la crianza y el cuidado del hijo que tú y esa mujer supuestamente procrearán; el enamoramiento hace que te conviertas en un protector y proveedor… El enamoramiento es una etapa más arriba en la escalera de ese complejo y delicado proceso biológico que te deja frágil y vulnerable frente a entes oportunistas e inescrupulosos (las putas: las descaradas, las asolapadas, y todo tipo y especie de esas criaturas del inframundo…). Mientras ella no se enamore, y tú sí lo hagas, quedarás expuesto, vulnerable y a su merced, y con el riesgo de ser “saqueado” por esa vil e inescrupulosa estafadora emocional que tomará tus recursos tanto como le sea posible. Lo ideal sería que ella también se enamore, para que ambos se apoyen y se sostengan en vuestra vulnerabilidad; pero una puta lo que menos quiere es enamorarse, y probablemente no vuelva a enamorarse si ya se enamoró intensamente de algún otro hombre en el pasado. La sexualidad femenina tiene sus etapas, etapas que no vuelven nunca más una vez transcurridas; si no llegas a la vida de una mujer en el momento justo donde ella tenía la máxima predisposición a enamorarse, no podrás enamorarla, hagas lo que hagas, y deberías saberlo.

Sólo un “súper hombre” sería capaz de seducir, conquistar y enamorar a cualquier prostituta (y a cualquier mujer en general), y no sólo él (podría) tendría que enamorarla, también tendría que restaurarla, repararla y transformarla (cosa muy difícil, un simple mortal no puede… a menos que ella misma tenga una muy fuerte disposición a hacerlo, o que no esté tan metida en la vaina… )… Cualquier narcisista patológico podría creerse que es un “súper hombre”, pero de ahí a serlo realmente hay una distancia inconmensurable… No sé si existan “los súper hombres”, pero lo más próximo o parecido a ellos, dudo mucho que se ande paseando por burdeles en búsqueda de mujeres que no ofrecen mucho en realidad. Estas mujeres sólo ofrecen un paliativo, un pequeño consuelo momentáneo; a veces una pequeña caricia a tu ego insuflado de ilusiones y fantasías, y nada más. Los hombres aquellos (los que tienden a encarnar el ideal perseguido por todas las mujeres del mundo), tienen respeto por sí mismos en primer lugar, así que se emparejan con mujeres que tengan algo plausible qué ofrecer; el mero coito no es suficiente, pues es menester una humanidad sensible, honesta, consciente, y que trascienda las apariencias… cualidades que en una puta son muy difíciles de hallar…

No sé si estas mujeres sean dignas de amor, pero creo que son dignas de compasión, compasión que les he dado, a todas con las que me he encontrado… he sido todo un caballero con todas ellas, un “gentleman”, aunque a veces vista prácticamente con “harapos” y ande con los zapatitos todo rotosos y raídos por no tener dinero para comprarme ropa y calzado nuevos, por habérmelo gastarlo todo en PUTAS, ¡POR LA PUTA MADRE!... ¡EN PUTAS!… A estas putas les he dado mi dinero, muy generosamente, sea bueno o malo el servicio, haya quedado satisfecho o no… les doy el dinero como un “regalo”, muy aparte del sexo, quiero creer que el sexo es una cosa muy aparte… Un putero como yo también es digno de compasión, pero este tipo de mujeres, suelen no sentir compasión por uno, ellas van a lo suyo, y siento que es un intercambio desigual, oportunista e injusto; y lo triste es que las mujeres de afuera de este mundillo de sexo vendido y comprado, raro, extraño, pero a la vez tan cotidiano, pues, este otro tipo de mujeres “normales (vamos a decir)” tampoco sentirían aprecio o compasión por un putero o ex putero, entonces sería raro que diga una de ellas: “Ah, eres putero, ¡pobrecito, yo te voy a acoger; mi vagina, mis tetas y todo mi cuerpo, es todo tuyo, completamente gratis!”, o si lo dicen, lo dicen con sarcasmo; más bien te señalarán y te tildarán de misógino, machista, explotador e inhumano (sin ver el otro lado de la moneda, que muchas veces es más cruel y desgarrador, tanto que a veces casi no tienes ni para comer por habértelo gastado todo en PUTAS)… No envidio a los rufianes y cafichos, que consiguen mujeres con facilidad y hasta hacen que ellas les den dinero a ellos, con sexo incluido obviamente; estos tipos carecen de la visión humana y holística que un poco exitoso con las mujeres sí suele tener; ellos y ellas son tal para cual, tipos y tipas primitivos, profundamente instintivos, no es casual que las putas se derritan por estos sujetos y que sus calzones caigan por si solos al tener en frente a los susodichos… Sin embargo, una que otra puta ligeramente perspicaz sí puede llegar a ver algo interesante en uno y entonces se sentirá atraída hacia uno, pero uno no quiere a una puta como pareja, que para eso están los rufianes, y pues a mí no me importa, que sean felices ellos con ellas y viceversa… Ojalá llegue a mi vida una mujer verdaderamente especial, ¡ojalá llegue pronto!, una mujer merecedora de mis atenciones, de mi amor que es pequeño como una hormiga pero inmenso como el cielo que se descubre por sobre mi cabeza… ¡Como para reflexionar todo este temita!, ¡como para reflexionar!

Sí, también he tenido la oportunidad de tener sexo “gratis” con algunas de estas prostitutas, tomé un par de veces esas oportunidades, pero no lo disfruté mucho… algo me decía que entraba a un juego peligroso al aceptarles sexo “gratis”, sentía como que estaba adquiriendo algún tipo de compromiso implícito con ellas, así que no dudaba en cortar la relación con ellas lo antes posible… No es que me guste pagar por sexo, por mí lo hago gratis todo el tiempo; es sólo que las putas son emocionalmente muy inestables y da miedo involucrarse con ellas; involucrar e invertir sentimientos en ellas, es casi seguro que es una inversión a saco roto, además que así siento que soy yo el que se está provechando de ellas porque siento que es difícil enamorarse genuinamente de una puta (siento que nunca le voy a corresponder en sus sentimientos, si es que ella se enamoró realmente de mí) aunque vaya a dejar su oficio de puta, en el fondo sabes que algo no anda bien, sientes como que le falta algo a la mujer ésa; es una sensación de rechazo indescriptible. Pero también, en cierto modo, me pasó lo opuesto; una de estas fulanas, y que obviamente disfrutaba del sexo conmigo (aunque dudo mucho que fuera el único, hay que ser muy iluso para creer que una puta disfruta del sexo sólo contigo… recuerda que estás con una puta, la probabilidad que llegue otro con quien también le guste tanto o más que contigo es muy próxima…una puta es una puta… probablemente no disfrute con todos sus clientes por igual, pero en cada día normal de su chamba, de los quince o veinte huevones que se la cepillan, no faltarán dos o tres que la hagan remecer bien, y eso hay que tenerlo bien presente, en especial si crees que te estás enamorando de ella…), notaba lo tenso que se ponía su cuerpo, los dedos de sus pies se doblaban, obvio que lo disfrutaba, pero nunca dejó de cobrarme; y es más, hasta me elevaba la tarifa, luego no quería rebajármela, y yo tenía que pagar nomás, esa mujer (quiero decir, ese cuerpo) me gustaba mucho, ella lo sabía y se aprovechaba de mi gusto por ella, se aprovechaba de mi tolerancia y mi generosidad; ellas saben cómo agarrarte, ellas apuestan a ganar y generalmente salen ganando en esa dinámica; no son mujeres muy inteligentes, pero sí muy astutas. Mi error fue aceptarle su propuesta de pagar más (por el dichoso “trato de pareja”, o por una hora… era como la tercera o cuarta vez que me atendía con ella…) con la promesa de que aumentando más dinero me diera un trato especial y preferencial; lo cierto es que el trato casi no varía cuando pagas la tarifa mínima que cuando aumentas la suma (quizá la primera vez que le pagas más se esmere un poquito más, pero luego se relajará y estarás pagando por nada…); y una vez que aumentas la suma, la próxima vez va a exigirte la misma suma que la vez anterior, y si por dártelas de buena gente le aceptas eso una tercera vez, ahí si ya te jodiste, te va a chantar ese precio y no te va aceptar menos, y tú tienes que darle la platita que pide o no te atiende; una mierda son las mujeres éstas, se aprovechan de tu nobleza y de tu calentura por ellas, y encima disfrutan de lo lindo contigo. Hay que llevar el dinero justo para una sesión con la tarifa mínima o estandar, ni un centavo más; así nunca podrán forzarte a pagar más, aunque te rebusquen los bolsillos, pero hay que hacerlo desde el principio; creo que es la mejor estrategia; así te ahorras lo que ibas a darle hoy, para el próximo fin de semana que te la encuentres, y así te la tiras muchos fines de semana de manera indefinida si es que la chica te gusta mucho; no es recomendable ir y tirártela a diario, esa desesperación ella lo nota y eso juega en tu contra; creo que es uno de los mejores consejos que puedo dejar acá, eso por mi vasta experiencia con estas mujeres; pero eso a mí ya no me sirve, ya perdí mucho tiempo y dinero que jamás volverán, aunque el dinero quizá puede volver pero no el tiempo. Si el consejo le sirve a alguien, pues que bien!

Si hay algo que aprendí de ser putero (algo que me sirva para la vida en mi relación con mujeres “no putas” que quizá vayan a estar en mi futuro, y con las que sí quisiera tener una relación sentimental), es que aprendí a confrontar y controlar mis celos en un grado razonable: Tolerar el hecho de que si hay alguna putita del burdel que frecuentas y hacia la cual empiezas a sentir cierto apego (crees que te estás enamorando de ella); pues estás en el escenario real y prácticamente perfecto de que en cualquier momento entra otro huevón a su cuarto, probablemente cinco minutos antes o después de ti y que se la puede tirar mejor de lo que tú lo haces, y de hecho lo más probables es que ocurra, más pronto de lo que te lo imaginas, y cuando ocurre, te dolerá, pero no te dolerá tanto porque de alguna forma era lo esperable, ya que ella es puta y eso tenía que ocurrir de todos modos, y hasta la oirás gemir a manos de otro huevón mientras esperas en el pasillo del burdel y quizá sean gemidos sinceros. Esa huevada te duele, pero lo aceptas, ni modo que rompas la puerta y te meches con el gil que se está cepillando a la que crees que es tu hembrita; no lo es, nadie es de nadie. El ser o haber sido putero alguna vez en tu vida puede ayudarte a ser tolerante, resiliente y psicológicamente más fuerte; aprendes a aceptar los hechos, la realidad… Y que si alguna vez alguna mujer “fuera” de un “burdel” (la que te dijo que era virgen y/o con poca experiencia sexual… siendo verdad o mentira eso que ella te dijo…), aprendes a aceptar el hecho de que quizá sea una putaza en potencia y que en el momento menos pensado te puede traicionar con el menos pensado. Y no es que debas convertirte en un paranoico y celópata de mierda que vive angustiado todo el tiempo, sino que ya sabes que este mundo tiende a ser un mundo mierdero, pues por referencia ya tienes una idea de que la lealtad ideal y que el amor perfecto y perpetuo son supuestos muy bonitos pero aún por verificarse; y que al gil que se metió con tu disque “mujer (tenga ella el titulo de “puta”, “ex puta” o lo que fuera)”, tienes que disculparlo, pues ni modo que le entierres un puñal en el pecho o te lo palomees con 30 plomazos, tienes que disculparlo porque a lo mejor el tipo es inocente, a lo mejor él no sabía que tu mujer era tu mujer, tienes que disculparlo porque es un hermano, no sé si de leche, pero sí es un hermano de la misma madre, de La Madre Tierra, el hogar de todos nosotros; y a la mujer que te traicione también tienes que disculparla, la cojuda no controla su vagina, porque es una pobre bestia bípeda y egocéntrica, pero que tienes que disculparla, porque has de saber que así es la gente, así son los humanos; pero eso sí, si tú sí has sido leal, entonces así como tienes el coraje y la valentía de aceptar y hasta comprender esa huevada (la realidad de las cosas tal cual son), asimismo debes tener también el coraje y la dignidad de decir: “Ok, mujer, hasta acá nomás conmigo, vete con ese fulano que tanto te gusta, sé feliz con él, y a mí por favor no me molestes más, adiós”. Ese tipo de huevadas puede suceder en cualquier escenario (nadie está libre), porque a lo mejor el mundo no es otra cosa que una especie de gran burdel pero que la mayoría de la gente vive creyendo que no lo es, y cuando se enteran de que lo es, les da un infarto al corazón o cosas peores. Hay que ser fuertes, vivir el presente, aceptar los hechos, dejarse de huevadas, asumir la responsabilidad de cuidarse a uno mismo, vivir con honestidad y sin perjudicar a nadie; aprender y perfeccionar el arte de vivir; uno tiene que convertirse en un “monstruo” como diría Jordan Peterson; uno tiene que integrar sus sombras en una personalidad cada vez más fortalecida, más constituida, más resistente, más sólida aunque flexiblemente adaptada. Si logras encontrar en tu vida esa rareza que llaman “amor”, cuídala, apréciala, estás siendo bendecido por El Cielo, aprecia esos favores divinos, y disfruta mientras puedas, ya que mañana no sabes qué pasará.

Me abstendría de ir donde las putas si tuviera una novia (una que nunca fue, ni es, ni será prostituta y/o una que carezca de un extenso historial sexual); de hecho así fue la vez que tuve una, a la que conocí por internet (¿qué haría yo de no ser por internet? ¡Jamás habría tenido una enamorada!, para alguien tan retraído y tímido como yo, internet es una tabla de salvación, aunque aun en internet sea difícil encontrar mujeres; si fuera fácil, ahora mismo no iría donde las putas…)… cuando andaba con esa chica que fue mi enamorada, dejé de ir donde las putas… solo cuando se acabó mi relación con ella, volví donde las putas y me costó readaptarme a ellas, sentí que la cosa era como forzada, acartonada y artificial; ir donde una puta después de años es una experiencia medio traumática. Dejar el amor sincero por una puta es como dejar los potajes por comida chatarra; es la calidad con cantidad VS la variedad pero con lo inmediatista, lo facilista y lo superficial… A las putas uno va porque no hay más a donde ir, es más que nada por soledad. Hay que mantener la esperanza, alguna mujer que valga la pena ya está por llegar.

Buenos días.

Hola hermano sin querer queriendo llegue a leer todo lo que mencionas y realmente me quedado con una sensación de tristeza. Espero que después de leer esto, pueda un poco controlarme , ya que todo lo que haz narrado pareciera que me estuvieras describiendo. He estado en lucha ya que en realidad esto es una adicción ( y el q dice que no , bueno no debería estar aquí) . Durante estos meses he tratado de controlarme pero haz días en que caigo , tengo la intención ya de retirarme de esto , y como lo mencionas dirigir esta adicción a otras cosas que hay por hacer en la vida. Te agradezco mucho por tu relato , también espero que puedas salir de esto , en estos días iré a buscar ayuda profesional , tal vez también deberías ir. 

Saludos hermano.

Publicado
En 9/9/2021 a las 17:48, Caminante Nocturno dijo:

Hola, presentes lectores de este notable punto de confraternidad.

No sé si uno pueda enamorarse o llegar realmente a amar a alguna puta dada; sin embargo, indudablemente sí que puedes sentir apego si frecuentas a una en particular, es algo que puede ocurrir; pero, luego de un tiempo, cuando vuelves a ver las cosas con claro realismo, cuando dejas de lado tu ilusión y llega el momento del desapego; pues, como todo proceso de desapego, el mismo que implica alejamiento y renuncia, puede ser doloroso, obviamente. Un puta, como ser humano, como persona y como mujer, por lo general y lamentablemente, no tiene muchas cualidades destacables que sean dignas de ser amadas; para empezar, ella ejerce un “oficio” de dudoso beneficio para sí misma y para la sociedad; llevada principalmente por la codicia, es básicamente una mujer sin dignidad y con pocos escrúpulos; ella no aporta a la sociedad, ella absorbe de la sociedad los recursos producidos por los hombres que acuden a ella, ella no está produciendo una obra de arte, no está inventando, ni creando, ni reparando, ni diseñando, ni construyendo alguna especie de máquina nueva que realmente esté poniendo en marcha a nuestra civilización, ni esto, ni aquello… ella sólo está aceptando la condición de ser un objeto casi sin alma, con la animalidad más brutal y descarada que la sociedad acepta pero que rechaza al mismo tiempo, que comprende pero no comprende, para así convertirse esa mujer en “una entidad” depredadora de pequeños y grandes productores (según su capacidad de depredación) movida por una codicia voraz, sin importar nada más. Y si ella llega a producir (mejor dicho, reproducir/procrear) algo, esos serán simplemente hijos, hijos que vienen al mundo en un hogar disfuncional e inestable… ¿Meterse con una puta para hacer familia?, ¡ni hablar!, las probabilidades de éxito con ella existen, pero son escasísimas! Son mujeres que viven al límite, están en modo “supervivencia”, y los hombres son percibidos como una amenaza para ellas (así los perciben, entonces generalmente no hay ni amistad sincera realmente con ellas…), a la vez que los hombres son una fuente cuasi gratuita e inagotable de recursos que ellas han de capturar y tomar (como una especie de botín de guerra), aunque siempre con un peligro latente; algunas se vuelven paranoicas, llegan a desquiciarse en cierto grado, su desconfianza en los hombres puede llegar a ser de un grado enfermizo.

Lastimosamente, me convertí en un putero como todos o casi todos ustedes, y ya llevo muchísimos años de putero, desde mucho antes de que este espacio de opinión y reflexión naciera… Digo “lastimosamente”, porque no considero que sea un motivo de orgullo; para otros tal vez sí lo sea, pero para mí no lo es… Me había jurado a mí mismo no tener nunca que pisar un burdel, pero me traicioné, cedí a mis instintos; por mí fuera, no gastar un centavo en puta alguna, nunca, ni antes, ni después, nunca! He acudido donde las meretrices éstas, muchísimas veces, hasta me hice cliente habitual de algunas de ellas, en especial de una a la cual apenas la vi ayer por última vez. Casi siempre tengo una sensación de insatisfacción cada vez que salgo de una sesión con una de éstas, es una mala sensación que me dura unas horas, un día, hasta una semana; es una mezcla de arrepentimiento con asco (llegando a casa, me lavo y relavo mis partes comprometidas, con abundante agua y jabón…) y también siento tristeza por mí mismo, mucha tristeza, al ver que de ninguna manera acabo de tener una relación plena con esa desconocida, misteriosa, oscura y decadente mujer; nunca me he adaptado completamente a la vida de putero, ¡¡¡¡cuánto quisiera una noviecita, una enamoradita, sexualmente atractiva, una mujer sexualmente entregada, leal y honesta!!! Pero no puedo evitar ser putero, el sexo es adictivo, aunque se dé en las peores condiciones, me temo que mis instintos son tan fuertes que prácticamente no puedo reprimirlos; y entonces cada vez que llega algo de dinero a mis manos por cualquier trabajo que realizo, sea mucho o poco ese dinero, no transcurre mucho tiempo antes de que ese dinero desaparezca de mis bolsillos y aparezca en las carteras de algunas de esas fulanas. Soy un tipo, creo que muy tímido, no tengo ni puñetera idea de cómo acercarme a una mujer (“no puta”) físicamente atractiva, mínimamente cultivada, sensible e inteligente, para que a partir de ese acercamiento inicial se pueda establecer una relación, aunque fuera de amistad, para empezar… los años no me enseñaron a vencer esa timidez, más bien creo que me he hecho más tímido con el paso del tiempo…

Soy un tipo solitario en toda regla, un lobo solitario, por así decirlo; no me gusta acudir a burdeles en compañía de amigos, por muy buenos y cercanos amigos que sean (aunque he aceptado cortésmente las pocas veces que me invitaron a ir, pero esas veces nunca hice uso del servicio de alguna puta, sólo estaba ahí por acompañar al amigo…)… pero si tengo que desfogarme, prefiero ir solo; considero que mi sexualidad es algo demasiado privado y personal como para tener que contar o compartir detalles pormenorizados… creo que ir a un burdel acompañado es como ir al baño a defecar acompañado, hay cosas que han de hacerse en soledad… hay cosas privadas, muy privadas y personales, por lo menos es lo que creo; y en un burdel, aunque se haga a puerta cerrada, todos los que están al otro lado de la puerta, saben lo que haces; así que lamentablemente nunca hay tanta privacidad que digamos, entonces es preferible que esos que están al otro lado, sean desconocidos, en lugar de que sean tus amigos; es lo que creo… Así que, si comento en este foro, es sólo porque acá hay un trato tendiente a lo impersonal y a lo anónimo. En mis visitas a estas casas de prostitutas, a veces me encontraba con que una multitud de hombres, apiñados, aglomerados y desesperados, estaban descaradamente observando muy de cerca hacia la puerta de la habitación donde posaba y se exhibía alguna meretriz cual objeto en venta, hasta que uno de ellos no tardaba en animarse a entrar a dicho cuarto; era un espectáculo casi circense y casi de zoológico que nunca me gustó ver, mientras intentaba determinar cuán hermosa era la puta en cuestión desde una distancia prudente y buscando alguna rendija de entre esos individuos ansiosos que me obstaculizaban la visión… y… lo acepte o no, soy parte de ese “zoológico”, soy uno más del “rebaño (¿dónde está “el pastor”?, ¿quién nos ha metido en este camino que inevitablemente se nos hizo más menos común?, ¿realmente elegimos este estilo de vida por voluntad propia?)”... Otras veces, cuando entraba a atenderme con alguna de estas pirujas, y antes de salir de la habitación, mientras me preparaba para salir, ya escuchaba murmullos de una multitud de gente tras la puerta, esperando afuera de la habitación, esperando a que la puerta se abriera; la puta abría la puerta y me encontraba cara a cara con ese pequeño montón de gente; muchos rostros dirigidos hacia la puerta, rostros con miradas hambrientas, algunas de esas miradas cargadas de comprensible e inocente animalidad humana, y otros rostros con miradas algo insensibles, diabólicas, psicopáticas… miradas dirigidas hacia la fémina que acababa de hacerme un servicio pseudo amoroso; y entonces me despedía de la puta y tenía que abrirme paso por en medio de ellos, era una sensación rara, muy rara!, me sentía observado y hasta invadido... a veces la mujer ésa gemía, y la multitud que esperaba afuera obviamente se ganaba con los gemidos... También, dicho sea de paso, no falta el tipo que cuando sales de un cuarto, te pregunta con descaro y sin pudor: “¿Oye, qué tal está la flaca?”, y uno por cortesía le responde: “Está bien nomás”; me parece que es una pregunta, aunque sencilla, demasiado personal e invasiva; nunca se me ocurriría hacerle ese tipo de pregunta a otro parroquiano, prefiero guardar silencio absoluto mientras espero pacientemente en el pasillo del burdel, no me parece que sea un lugar como para conversar ni para hacer amistad con nadie, pero respondo cortésmente si me preguntan algo… Cuando entro a un cuarto, hago de cuenta que no estoy en un burdel, que sólo existimos esa mujer y yo, que estamos los dos solos, que no hubo otro tipo que la penetraba antes que yo apenas hace un par de minutos, y que ni habrá otro después; intento olvidar por un momento lo evidente e inminente, y a veces lo consigo; me concentro en el cuerpo de ella y a veces olvido todo lo demás, y disfruto del momento, ¡un momento tan corto, por desgracia!... A veces tengo tan poco dinero que me voy a pie al puticlub de mi preferencia, siendo no pocos kilómetros los que hay que caminar para llegar allí, llevando en mis pequeños bolsillos el dinero justo para pagar el derecho a entrar al local y para una o dos sesiones de contacto físico con una mujer de curiosa vestimenta que apenas le cubre el cuerpo; voy, caminando en la oscuridad de la noche, en busca de ese contacto con esa desconocida, una extraña, misteriosa, y que sólo Dios sabe de dónde habrá salido, qué cosas habrá en su mente y en su corazón pero que está ahí esperando por mí (o por mi dinero, no sé…)... y tantas cosas más que para qué sigo contando?... Luego, en el camino de regreso, en medio de esos desolados y oscuros parajes, mientras me movilizo a pie por esas tenebrosas y “tranquilas” vías, a veces el cielo está límpido y despejado, y entonces puedo apreciar las estrellas que centellean “alegres y contentas”, flotando en la nada del espacio interestelar vacío, un espacio vacío que es llenado por El Misterio Más Grande Que Existe en ese cielo nocturno que se presenta ante mis ojos como Profundo e Infinito y de donde recibo todos mis sueños y hacia donde proyecto todas mis esperanzas, de aquel insondable misterio que yace tras las estrellas y que expande el espacio profundo, y que de algún modo también existe en mí; es uno de los momentos más bonitos, tanto que me hace olvidar que estuve, hace tan solo pocos minutos, en un lugar tan decadente como aquel lugar de prostitución, aunque tal vez humanamente necesario, tal vez, sólo tal vez… La Luna y las estrellas son mi consuelo en medio de la tremenda soledad que a veces siento, y miro y contemplo, según la estación del año; puedo ver en el cielo mientras voy y/o regreso caminando hacia y del burdel, la constelación de Orión, la franja del disco galáctico de La Vía Láctea, con sus millones y millones de estrellas; se trata de la galaxia donde está El Sistema Solar, vista de perfil y desde dentro de ella, vista por los ojos de una minúscula partícula de vida que es el que ahora escribe estas líneas… La verdad que la primera vez que fui a un burdel, el ver salir y entrar de manera continua y grosera, hombres tras hombres, al cuarto de una misma mujer, como que me traumó ver eso; he intentado asimilarlo, pero aún me choca a pesar de los años y la costumbre, pero intento no prestarle tanta atención; por eso es que muchas veces acudía muy temprano a estos “chongos”, para ser uno de los primeros en atenderse, para no tener que ver ese tipo de escenas…

He tenido experiencias “surrealistas” con algunas de estas meretrices, y quizá algún día me anime a contar aquí, a detalle, mis experiencias; experiencias que van más allá del mero coito (ustedes saben, cuestiones superficiales, “que lo hicimos así, asá, hubo tales posturas…” y bla bla bla… )… Alguna llegó a decirme que tengo mirada de loco, otra me dijo que le doy miedo porque camino despacito (lento), con las manos en los bolsillos y mirando al suelo; alguna otra me dijo que le parecía culto y educado, y que si no me importaría tener una relación sentimental con alguna de estas chicas de la vida “alegre” (creo que se me estaba insinuando)… otras me invitaron a ir su departamento, a la salida del “chongo”, etc…

He intentado asumirme como putero, aceptar mis impulsos, mi naturaleza; quiero creer que algo de bueno tiene gastar dinero en putas… Me deprime pensar que no hay nada de beneficioso en ello… y como fuere, creo que uno debe hacer los esfuerzos posibles por moderarse, o simplemente evitar ir donde una puta, evitarlo por completo si se pudiera… Sé que es un impulso instintivo lo que lo lleva a uno a acudir donde una puta, pero es un impulso que por sí mismo es ciego (hay que aceptar que uno tiene ese tipo de impulsos, pero tampoco hay que dejar que comanden y determinen tu vida; la emoción sin consciencia te podría orillar al abismo, y ello debe ser evitado… Hay que buscar trascender los sentimientos de soledad de alguna otra manera más productiva y satisfactoria a largo plazo, creo yo…). Como unidad biológica que uno es, uno tiene deseos innatos e inconscientes de reproducirse; pero, uno no está yendo precisamente a reproducirse cuando va a un “chongo” donde hay prostitutas; la parte consciente de uno lo sabe, y esa contradicción es dolorosa, y es aun más dolorosa cuanto más consciente de ello se es; como que uno sabe que se está engañando a sí mismo, uno se está saboteando a sí mismo y se está dejando engañar por estas mujeres que prometen orgasmos pero que no prometen cabal y honestamente el fin último y verdadero del sexo: La reproducción. Los orgasmos son el mecanismo de tu sistema vital que te alientan y motivan a reproducirte, pero has convertido tal proceso en un circulo vicioso de placer por placer, quedando tu ciclo biológico de alguna manera obstaculizado y perdiendo dinero en el proceso, y aunque se trate de relativamente poco dinero, no hay que desestimar el hecho de que es una perdida para ti…, ¿y es esto bueno? Me lo cuestiono en SERIO; y respondo: No lo sé, cada quien tiene que ver… cada quien tiene que hacerse responsable de su vida… sólo sé que algo no anda del todo bien con las putas y con lo referente a ellas…

El “enamoramiento” es un mecanismo más complejo que el mero “orgasmo simple”, y que está más avanzado y profundizado en el proceso reproductivo sexual; ya no solo se trata de reproducirse así sin más, se trata del hecho de que tu organismo se está preparando para contribuir activamente en la crianza y el cuidado del hijo que tú y esa mujer supuestamente procrearán; el enamoramiento hace que te conviertas en un protector y proveedor… El enamoramiento es una etapa más arriba en la escalera de ese complejo y delicado proceso biológico que te deja frágil y vulnerable frente a entes oportunistas e inescrupulosos (las putas: las descaradas, las asolapadas, y todo tipo y especie de esas criaturas del inframundo…). Mientras ella no se enamore, y tú sí lo hagas, quedarás expuesto, vulnerable y a su merced, y con el riesgo de ser “saqueado” por esa vil e inescrupulosa estafadora emocional que tomará tus recursos tanto como le sea posible. Lo ideal sería que ella también se enamore, para que ambos se apoyen y se sostengan en vuestra vulnerabilidad; pero una puta lo que menos quiere es enamorarse, y probablemente no vuelva a enamorarse si ya se enamoró intensamente de algún otro hombre en el pasado. La sexualidad femenina tiene sus etapas, etapas que no vuelven nunca más una vez transcurridas; si no llegas a la vida de una mujer en el momento justo donde ella tenía la máxima predisposición a enamorarse, no podrás enamorarla, hagas lo que hagas, y deberías saberlo.

Sólo un “súper hombre” sería capaz de seducir, conquistar y enamorar a cualquier prostituta (y a cualquier mujer en general), y no sólo él (podría) tendría que enamorarla, también tendría que restaurarla, repararla y transformarla (cosa muy difícil, un simple mortal no puede… a menos que ella misma tenga una muy fuerte disposición a hacerlo, o que no esté tan metida en la vaina… )… Cualquier narcisista patológico podría creerse que es un “súper hombre”, pero de ahí a serlo realmente hay una distancia inconmensurable… No sé si existan “los súper hombres”, pero lo más próximo o parecido a ellos, dudo mucho que se ande paseando por burdeles en búsqueda de mujeres que no ofrecen mucho en realidad. Estas mujeres sólo ofrecen un paliativo, un pequeño consuelo momentáneo; a veces una pequeña caricia a tu ego insuflado de ilusiones y fantasías, y nada más. Los hombres aquellos (los que tienden a encarnar el ideal perseguido por todas las mujeres del mundo), tienen respeto por sí mismos en primer lugar, así que se emparejan con mujeres que tengan algo plausible qué ofrecer; el mero coito no es suficiente, pues es menester una humanidad sensible, honesta, consciente, y que trascienda las apariencias… cualidades que en una puta son muy difíciles de hallar…

No sé si estas mujeres sean dignas de amor, pero creo que son dignas de compasión, compasión que les he dado, a todas con las que me he encontrado… he sido todo un caballero con todas ellas, un “gentleman”, aunque a veces vista prácticamente con “harapos” y ande con los zapatitos todo rotosos y raídos por no tener dinero para comprarme ropa y calzado nuevos, por habérmelo gastarlo todo en PUTAS, ¡POR LA PUTA MADRE!... ¡EN PUTAS!… A estas putas les he dado mi dinero, muy generosamente, sea bueno o malo el servicio, haya quedado satisfecho o no… les doy el dinero como un “regalo”, muy aparte del sexo, quiero creer que el sexo es una cosa muy aparte… Un putero como yo también es digno de compasión, pero este tipo de mujeres, suelen no sentir compasión por uno, ellas van a lo suyo, y siento que es un intercambio desigual, oportunista e injusto; y lo triste es que las mujeres de afuera de este mundillo de sexo vendido y comprado, raro, extraño, pero a la vez tan cotidiano, pues, este otro tipo de mujeres “normales (vamos a decir)” tampoco sentirían aprecio o compasión por un putero o ex putero, entonces sería raro que diga una de ellas: “Ah, eres putero, ¡pobrecito, yo te voy a acoger; mi vagina, mis tetas y todo mi cuerpo, es todo tuyo, completamente gratis!”, o si lo dicen, lo dicen con sarcasmo; más bien te señalarán y te tildarán de misógino, machista, explotador e inhumano (sin ver el otro lado de la moneda, que muchas veces es más cruel y desgarrador, tanto que a veces casi no tienes ni para comer por habértelo gastado todo en PUTAS)… No envidio a los rufianes y cafichos, que consiguen mujeres con facilidad y hasta hacen que ellas les den dinero a ellos, con sexo incluido obviamente; estos tipos carecen de la visión humana y holística que un poco exitoso con las mujeres sí suele tener; ellos y ellas son tal para cual, tipos y tipas primitivos, profundamente instintivos, no es casual que las putas se derritan por estos sujetos y que sus calzones caigan por si solos al tener en frente a los susodichos… Sin embargo, una que otra puta ligeramente perspicaz sí puede llegar a ver algo interesante en uno y entonces se sentirá atraída hacia uno, pero uno no quiere a una puta como pareja, que para eso están los rufianes, y pues a mí no me importa, que sean felices ellos con ellas y viceversa… Ojalá llegue a mi vida una mujer verdaderamente especial, ¡ojalá llegue pronto!, una mujer merecedora de mis atenciones, de mi amor que es pequeño como una hormiga pero inmenso como el cielo que se descubre por sobre mi cabeza… ¡Como para reflexionar todo este temita!, ¡como para reflexionar!

Sí, también he tenido la oportunidad de tener sexo “gratis” con algunas de estas prostitutas, tomé un par de veces esas oportunidades, pero no lo disfruté mucho… algo me decía que entraba a un juego peligroso al aceptarles sexo “gratis”, sentía como que estaba adquiriendo algún tipo de compromiso implícito con ellas, así que no dudaba en cortar la relación con ellas lo antes posible… No es que me guste pagar por sexo, por mí lo hago gratis todo el tiempo; es sólo que las putas son emocionalmente muy inestables y da miedo involucrarse con ellas; involucrar e invertir sentimientos en ellas, es casi seguro que es una inversión a saco roto, además que así siento que soy yo el que se está provechando de ellas porque siento que es difícil enamorarse genuinamente de una puta (siento que nunca le voy a corresponder en sus sentimientos, si es que ella se enamoró realmente de mí) aunque vaya a dejar su oficio de puta, en el fondo sabes que algo no anda bien, sientes como que le falta algo a la mujer ésa; es una sensación de rechazo indescriptible. Pero también, en cierto modo, me pasó lo opuesto; una de estas fulanas, y que obviamente disfrutaba del sexo conmigo (aunque dudo mucho que fuera el único, hay que ser muy iluso para creer que una puta disfruta del sexo sólo contigo… recuerda que estás con una puta, la probabilidad que llegue otro con quien también le guste tanto o más que contigo es muy próxima…una puta es una puta… probablemente no disfrute con todos sus clientes por igual, pero en cada día normal de su chamba, de los quince o veinte huevones que se la cepillan, no faltarán dos o tres que la hagan remecer bien, y eso hay que tenerlo bien presente, en especial si crees que te estás enamorando de ella…), notaba lo tenso que se ponía su cuerpo, los dedos de sus pies se doblaban, obvio que lo disfrutaba, pero nunca dejó de cobrarme; y es más, hasta me elevaba la tarifa, luego no quería rebajármela, y yo tenía que pagar nomás, esa mujer (quiero decir, ese cuerpo) me gustaba mucho, ella lo sabía y se aprovechaba de mi gusto por ella, se aprovechaba de mi tolerancia y mi generosidad; ellas saben cómo agarrarte, ellas apuestan a ganar y generalmente salen ganando en esa dinámica; no son mujeres muy inteligentes, pero sí muy astutas. Mi error fue aceptarle su propuesta de pagar más (por el dichoso “trato de pareja”, o por una hora… era como la tercera o cuarta vez que me atendía con ella…) con la promesa de que aumentando más dinero me diera un trato especial y preferencial; lo cierto es que el trato casi no varía cuando pagas la tarifa mínima que cuando aumentas la suma (quizá la primera vez que le pagas más se esmere un poquito más, pero luego se relajará y estarás pagando por nada…); y una vez que aumentas la suma, la próxima vez va a exigirte la misma suma que la vez anterior, y si por dártelas de buena gente le aceptas eso una tercera vez, ahí si ya te jodiste, te va a chantar ese precio y no te va aceptar menos, y tú tienes que darle la platita que pide o no te atiende; una mierda son las mujeres éstas, se aprovechan de tu nobleza y de tu calentura por ellas, y encima disfrutan de lo lindo contigo. Hay que llevar el dinero justo para una sesión con la tarifa mínima o estandar, ni un centavo más; así nunca podrán forzarte a pagar más, aunque te rebusquen los bolsillos, pero hay que hacerlo desde el principio; creo que es la mejor estrategia; así te ahorras lo que ibas a darle hoy, para el próximo fin de semana que te la encuentres, y así te la tiras muchos fines de semana de manera indefinida si es que la chica te gusta mucho; no es recomendable ir y tirártela a diario, esa desesperación ella lo nota y eso juega en tu contra; creo que es uno de los mejores consejos que puedo dejar acá, eso por mi vasta experiencia con estas mujeres; pero eso a mí ya no me sirve, ya perdí mucho tiempo y dinero que jamás volverán, aunque el dinero quizá puede volver pero no el tiempo. Si el consejo le sirve a alguien, pues que bien!

Si hay algo que aprendí de ser putero (algo que me sirva para la vida en mi relación con mujeres “no putas” que quizá vayan a estar en mi futuro, y con las que sí quisiera tener una relación sentimental), es que aprendí a confrontar y controlar mis celos en un grado razonable: Tolerar el hecho de que si hay alguna putita del burdel que frecuentas y hacia la cual empiezas a sentir cierto apego (crees que te estás enamorando de ella); pues estás en el escenario real y prácticamente perfecto de que en cualquier momento entra otro huevón a su cuarto, probablemente cinco minutos antes o después de ti y que se la puede tirar mejor de lo que tú lo haces, y de hecho lo más probables es que ocurra, más pronto de lo que te lo imaginas, y cuando ocurre, te dolerá, pero no te dolerá tanto porque de alguna forma era lo esperable, ya que ella es puta y eso tenía que ocurrir de todos modos, y hasta la oirás gemir a manos de otro huevón mientras esperas en el pasillo del burdel y quizá sean gemidos sinceros. Esa huevada te duele, pero lo aceptas, ni modo que rompas la puerta y te meches con el gil que se está cepillando a la que crees que es tu hembrita; no lo es, nadie es de nadie. El ser o haber sido putero alguna vez en tu vida puede ayudarte a ser tolerante, resiliente y psicológicamente más fuerte; aprendes a aceptar los hechos, la realidad… Y que si alguna vez alguna mujer “fuera” de un “burdel” (la que te dijo que era virgen y/o con poca experiencia sexual… siendo verdad o mentira eso que ella te dijo…), aprendes a aceptar el hecho de que quizá sea una putaza en potencia y que en el momento menos pensado te puede traicionar con el menos pensado. Y no es que debas convertirte en un paranoico y celópata de mierda que vive angustiado todo el tiempo, sino que ya sabes que este mundo tiende a ser un mundo mierdero, pues por referencia ya tienes una idea de que la lealtad ideal y que el amor perfecto y perpetuo son supuestos muy bonitos pero aún por verificarse; y que al gil que se metió con tu disque “mujer (tenga ella el titulo de “puta”, “ex puta” o lo que fuera)”, tienes que disculparlo, pues ni modo que le entierres un puñal en el pecho o te lo palomees con 30 plomazos, tienes que disculparlo porque a lo mejor el tipo es inocente, a lo mejor él no sabía que tu mujer era tu mujer, tienes que disculparlo porque es un hermano, no sé si de leche, pero sí es un hermano de la misma madre, de La Madre Tierra, el hogar de todos nosotros; y a la mujer que te traicione también tienes que disculparla, la cojuda no controla su vagina, porque es una pobre bestia bípeda y egocéntrica, pero que tienes que disculparla, porque has de saber que así es la gente, así son los humanos; pero eso sí, si tú sí has sido leal, entonces así como tienes el coraje y la valentía de aceptar y hasta comprender esa huevada (la realidad de las cosas tal cual son), asimismo debes tener también el coraje y la dignidad de decir: “Ok, mujer, hasta acá nomás conmigo, vete con ese fulano que tanto te gusta, sé feliz con él, y a mí por favor no me molestes más, adiós”. Ese tipo de huevadas puede suceder en cualquier escenario (nadie está libre), porque a lo mejor el mundo no es otra cosa que una especie de gran burdel pero que la mayoría de la gente vive creyendo que no lo es, y cuando se enteran de que lo es, les da un infarto al corazón o cosas peores. Hay que ser fuertes, vivir el presente, aceptar los hechos, dejarse de huevadas, asumir la responsabilidad de cuidarse a uno mismo, vivir con honestidad y sin perjudicar a nadie; aprender y perfeccionar el arte de vivir; uno tiene que convertirse en un “monstruo” como diría Jordan Peterson; uno tiene que integrar sus sombras en una personalidad cada vez más fortalecida, más constituida, más resistente, más sólida aunque flexiblemente adaptada. Si logras encontrar en tu vida esa rareza que llaman “amor”, cuídala, apréciala, estás siendo bendecido por El Cielo, aprecia esos favores divinos, y disfruta mientras puedas, ya que mañana no sabes qué pasará.

Me abstendría de ir donde las putas si tuviera una novia (una que nunca fue, ni es, ni será prostituta y/o una que carezca de un extenso historial sexual); de hecho así fue la vez que tuve una, a la que conocí por internet (¿qué haría yo de no ser por internet? ¡Jamás habría tenido una enamorada!, para alguien tan retraído y tímido como yo, internet es una tabla de salvación, aunque aun en internet sea difícil encontrar mujeres; si fuera fácil, ahora mismo no iría donde las putas…)… cuando andaba con esa chica que fue mi enamorada, dejé de ir donde las putas… solo cuando se acabó mi relación con ella, volví donde las putas y me costó readaptarme a ellas, sentí que la cosa era como forzada, acartonada y artificial; ir donde una puta después de años es una experiencia medio traumática. Dejar el amor sincero por una puta es como dejar los potajes por comida chatarra; es la calidad con cantidad VS la variedad pero con lo inmediatista, lo facilista y lo superficial… A las putas uno va porque no hay más a donde ir, es más que nada por soledad. Hay que mantener la esperanza, alguna mujer que valga la pena ya está por llegar.

Buenos días.

Admiro tu valentía al contar tu testimonio, es cierto es un vicio, si es eso, procura tener guita y trabajo estable, o puedes hacerlo un vacilon de fin de semana o quincena. 

Aún estando casado o con pareja, la idea de no enamorarse esq debes saber desde un principio las reglas del juego, justo todas las haz mencionado tu con detalles. 

El vicio se gana por la frecuencia, tal vez no seas vicioso pero si un mal administrador de tu vida, que la poca ganancia q produces lo gastas sin ver tus necesidades. 

Psicólogicamente la mente humana demora 90 días en cambiar un hábito por otro y en el día 45 puedes hacer retroceder un vicio por si les sirve algo. 

Si estas cansado de gastar toda tu plata en puta, apenas cobres, ve donde una tienda de ropa y comida, gastalo todo. 

Renegaras un poco, pero tu felicidad y tranquilidad será mucho más grande. 

Asi hasta q aprendas a manejar tu dinerito. 

Mejor ya no seas puntero, tu historia es deprimente, ahora q le entres a una mujer y te haga caso, debes aceptar la idea q no son como las putas q todas te dirán si papi pasa. 

Muchas te rechazaran hasta q una acepte a un ser despreciable y amorfo como tumbes porq vio q tienes coranzoncito. Broma😝

Si deseas algo mejor, pues se algo mejor también, sino chapa lo q hay, total la idea esq ya no vayas de puta pa q te compres zapatillas nuevas jajajajajajajja😝

 

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Si una mujer normal son la cagada cuando se quieren separar de ti. Te quitan todo. Una puta seria lo peor de todo. Mejor cachen y no se enamoren de putas, porq solo les interesa nuestro dinero. 

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En 9/9/2021 a las 17:48, Caminante Nocturno dijo:

 

"... El “enamoramiento” es un mecanismo más complejo que el mero “orgasmo simple”, ... … El enamoramiento es una etapa más arriba en la escalera de ese complejo y delicado proceso biológico que te deja frágil y vulnerable ... [a] esa vil e inescrupulosa estafadora emocional que tomará tus recursos tanto como le sea posible. Lo ideal sería que ella también se enamore, para que ambos se apoyen y se sostengan en vuestra vulnerabilidad; pero una puta lo que menos quiere es enamorarse, y probablemente no vuelva a enamorarse si ya se enamoró intensamente de algún otro hombre en el pasado. ...

 

Sólo un “súper hombre” sería capaz de seducir, conquistar y enamorar a cualquier prostituta (y a cualquier mujer en general), y no sólo él (podría) tendría que enamorarla, también tendría que restaurarla, repararla y transformarla (cosa muy difícil, un simple mortal no puede… a menos que ella misma tenga una muy fuerte disposición a hacerlo, o que no esté tan metida en la vaina… )… Cualquier narcisista patológico podría creerse que es un “súper hombre”, pero de ahí a serlo realmente hay una distancia inconmensurable… ...

 

¡Bro, te inspírate! :haha:, como bien mencionas, enamorarse es un mecanismo, que para desgracia nuestra, nubla la razón, eso me recuerda el desarrollo de la escena donde bailan el tango Roxane, en la película Moulin Rouge, ahí se explica cómo es el mecanismo del enamoramiento de un putero hacía una puta, mismo que adjunto para la hermandad.

Sobre enamorar a una puta, claro!, hay que ser un súper héroe, capaz sacarla de su letargo mental y económico.

Un súper hombre, que le solucione la vida, cosa difícil y que te dejará durmiendo con un ojo abierto, porque siempre puede llegar otro súper chonguero :rap:que te reemplace en la cama. :hell_boy:

No podemos ser bobos entregando nuestro corazón a cambio del culo de una puta, porqué podríamos perder la cabeza. :what:

¡Saludos hermanos!.  :byebye:

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  • 5 weeks later...
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Nunca me enamoraria de una puta,las considero mujeres de segunda, es más hasta he terminado con un par de novias al enterarme que tenían un pasado movidito. Pero si he llegado a salir con 3 putas 1 colombiana 1 veneca y 1 peruana todas jóvenes en sus 20 yo ando por ahí tbm 25. Siempre les hice saber su lugar, ya que yo tengo mi enamorada. Con todas fue igual primero me escribían para que lás visité en sus cubiles y cuando iba pagaba 30 min y me quedaba siempre más tiempo como 1h o 2h . Luego te dicen para salir un domingo y luego sin darte cuenta estas con la puta tirando pelado toda la noche bien borrachos y drogados y sign gastar 1 sol. Luego se dan cuenta que uno nunca dejará a su enamorada por estar con ellas y poco a poco se alejan o por ahí se consiguen una pareja o regresan con su ex. 

Yo siempre he considerado que la pareja que uno escoja debe ser especial, nunca me gusto que mis parejas hayan tenido muchas parejas antes que yo. Suerte encontré una pita que parece que me casare con ella porque encontrar vírgenes en estos tiempos es más difícil que peru gane el mundial

Pero todos pensamos diferente y lo más importante es que uno se feliz sin importar lo que digan los demás. 

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enamorarse es mas que la atraccion fisica y sexual, es tambien admirar su estilo de vida y forma de ser, creo que ninguna kine ha hecho eso en mi. mas bien si he estado enxuxado o obsesionado con un par de chamas, la primera fue porque a parte de ser bonita, se pasaba del tiempo que pagaba y tiraba como si fuera mi flaca, le llevaba hasta chocolates o donas a su depa. la segunda no fue hace mucho era identica a una modelo peruana que considero mi crush y era demasiado hermosa, me gustaban sobre todo sus labios, pagaba mas de lo que pedia y le pedia el asterisco siempre, se fue y al no saber nada de ella pues me da una sensacion de melancolia, pero nada que un par de polvos seguidos en el chongo no resuelvan

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  • 3 weeks later...
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Enamorarse de una kine no es viable,las kines solo les importa juntar dinero para sus gastos ,salvo que la Kine sea nueva joven ,soltera,novata,ahi quiza la puedes gilear y si por suerte la encuentres en sus 1eros dias o 1er dia de chamba, ya que pasando los dias la novata va aprender del rubro ya no va atracar,o porque ya tiene caseros fijos que le piden como minimo 1 hora  o porque otras putas le lavaron el cerebro sobre su forma de tratar a los clientes.

Si la kine es mama luchona capaz no se enamore de ti y solo se deja llevar para que te seas su cliente Vip,te va pedir que le invites a comer que a su hijo le falta esto  otro,si ves que una kine tacitamente como que se quiere apegar con eso ,haste el que la escuchas ,dile que para la proxima mejor  y safas ,tu no sabes si esa kine tiene marido fijo u otro hdl que tambien esta en la misma situacion que tu de enamoradizo para que no te ganes problemas.Ese tipo de Putas Mamas luchonas son de esas que esperan a un solvente que las conscienta que no sea muy indagador para que las mantengas y dejen para siempre la chamba, si no encuentran ,bueno se dedicaran a trabajar de vendedoras de ropa etc.

Cuando creas que ya estas en salida con una Kine y te da su wasap,averigua si tiene face y ahi veas si te es conveniente seguir o ya no,capaz tiene pareja ,asi ella te acepte trato de amante ,ella no lo dejaria,quizas xk es solvente y tiene trabajo fijo.

Y si te encuentras con esas kines que se las sabes todas no importa la edad,te van a agarrar de punto solo para que seas su cliente ,peor si es de lss que son solicitadas te dira que hay otros esperando o que ya otro separo cita .

 

 

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  • 3 months later...
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hace aprox 5 años conoci a una germa entre broma y broma nos fuimos enamorando pasaron 6 meses le propuse que sea mi flaca era bien rica tetona culito redondo formado era chistosita y alegre y todo iba bien, conociendola mas le lleva asu casa tenia una hija de 8 años pero tenia una jato bien amoblada pintada con mayolica hasta el segundo piso que segun ella lo habia construido con ardua chamba y prestamo del banco senti que me habia ganado la loteria xq yo ni tenia una tv en mi cuarto pero ella tenia hasta en el baño creo. jejejeje era norteña pero vivia sola con su hijo xq el papa de su hijo tambien era del norte pero era mototaxista nika que le haya dado un solo ladrillo, cuando la conoci trabajaba en una peluqueria dije tanto ganaran las peluqueras ya bueno dije no hay que justar por las apariencias en fin ella estaba sola un dia me dice que la acompañe a ver su terrenos en una invaciones y fuimos y resulto que tenia como 3 lotes separados ya pagados al contado, asu dije que tal suerte, yo que era su mayor no tenia donde caerme muerto... hasta hay todo bien aun no conviviamos pero ella me propuso ya que necesitaba el calor de un macho alfa le dije que ya estamos a un paso de eso aunque me quedaba algunas veces en su casa a dormir...... en el sexo era una maravilla tiravamos sin pre peladitos yo feliz me la chupaba como una diosa del sexo con todo y bolas yo la chupaba esas enormes ubres con pesones hinchados sentia que estaba en el paraiso pero nunca me vaceaba dentro de ella lo hacia fuera encima del culo o donde llegara, despues del arduo mate se me venia ala mente que de donde aprendio todo esto una germa normal comun y corriente no hace eso, ensima tiene una jataso de dos pisos todo acabado y tiene terrenos y que su ex pareja era un piraña mototaxista... medio raro decia bueno lo importante es que éramos felices ya tanta confianza habia en que nos veiamos nuestas redes sociales yo agarraba su cel y ella el mio hasta que un dia me decidi a buscar entre sus contactos y le tenia agregado al uno de los cafichos de huachipa dije como xuxa le tienes agregado a este o es que la conoce y siguiendo buscando encontre algunas caras conocidas de kines de la rica miel, focas, oasis y conejas no le cuestione sobre esos contactos cada quien sabe lo suyo ni tampoco me puse averiguar mas decidi dejarlo hay desde hay la relacion empezo a morir hasta cuando llego el momento le dije que la queria mucho por la clase de persona que era xq se habia sacado la mugre por darle una buena vida a su hija pero que todavia no estaba preparado para dar el siguiente paso y terminamos nunca supe si realmente fua kine o no pero por el bonito cuerpo que tenia y por todo el dinero que habia juntado para adquirir todo eso mas los contactos que tenia con los cafichos y kines de huachipa desidi alejarme.

Moraleja; uno nuca sabe con quien se mete, valora a las personas por como son y no por cuanto tengan, nunca digan que se van enamorar de una kine hoy en dia la mayoria de chicas se dedican a este oficia x la nesecidad, como dicen ellas tambien se enamora nadie es de piedra jejejejejejeje

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Yo me enamore de una amiga de la universidad  pero era puta y sabía que si estaba con ella sería una cabra de montaña . Pero igual me la como con los servicios que brinda ... 🎉😅🤣

  • 1 year later...
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buenos tardes , no sabia que este tema estaba abierto , y especialmente para mi desde hace 1 año estoy pensando y no dejo de pensar sobre este tema, pero he leido muy poco comentarios aqui .

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Los que llevamos varios años en este vicio sabemos que enchucharse de una kine no es algo remoto, se llega a dar y puedo dar fe de ello, tiene que ver con tu estado emocional del momento, sucede que cuando estás bajoneado anímicamente por problemas personales o laborales y te encuentras a una kine que te trata como su amante, ten por seguro que llegarás a tener un aprecio a esa kine por más que ella solo quiera sacar provecho económico, pero la realidad nos demuestra que las kines al igual que las drogas son el peor psicólogo a quien recurrir.

  • 1 month later...
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Esto ocurre ,y mucho .Lo malo es que si te dejas dominar ,no sólo te saca todo el money ,no sólo te humilla con otros más ,sino que te arruinas la vida por ser un iluso que creia de verdad que te podia respetar .

Se piensa con la materia gris ,no con la materia blanca ...

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La sigo amando :too_sad: Aracely corredor izquierdo C-23 del Troka; el mejor polvo y la mujer perfecta para mi :too_sad:  marcó un antes y un después en mi vida puteril :cry:
solo me arrepiento no haber tenido el valor en decirte todo lo que sentía, baby :too_sad:

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