Xtremo Publicado 25 de Julio del 2012 Publicado 25 de Julio del 2012 Quizás has oído escuchar que las personas casadas tienen mejor salud física y psicológica, que los solteros. Pero aquí está la letra pequeña: Las personas en matrimonios infelices no parecen obtener esos beneficios. De hecho, una relación rocosa puede hacerlos menos saludables. Por ejemplo, un estudio del 2005 mostró que el permanecer en un matrimonio insatisfactorio se puede aumentar el estrés y empeorar la salud. Un estudio posterior demostró que personas en relaciones cerradas y negativas eran más propensas a tener enfermedad del corazón. Eso no prueba que un buen matrimonio te hace saludable, o que un mal matrimonio te pone enfermo. Pero no hay duda – de que un mal matrimonio no es bueno para ti. Cuando Anastasia (apellido retenido por privacidad) se casó con su primer marido, ella encontró en él una persona considerada con sus sentimientos y que apoyaba su carrera como artista. Pero las cosas cambiaron con el tiempo. Cuando se quedó embarazada, él se negó a cocinar la pasta y las papas que ella deseaba, porque, como ella recuerda el dijo que los dos alimentos no van juntos. Ella también dice que una vez soltó el coche del bebé desde una colina, pensando que era gracioso, por suerte no paso nada. Anastasia se encontró tratando de expresar sus sentimientos al hombre que había prometido amar y cuidar, y sin embargo se convirtió en un continuo ejercicio de frustración. Él solía ser desdeñoso, diciéndole que no tomara las cosas tan en serio. Creo que la ira reprimida y que mi punto de vista sea validado y aceptado... arruinó mi salud, realmente ella dice. Tener en Cuenta el Estrés Si estás en un mal matrimonio, no hay que subestimar el estrés que se está cargando, dice Sharon Rivkin, MA, MFT, terapeuta de matrimonio y familia en Santa Rosa, California Ella dice que si tu relación día a día está llena de estrés, conflictos, o de silencio, estas poniendo en peligro tu salud cada día. ? ? Algunas parejas no pueden hacerlo, Rivkin dice, en el caso de cuando una pareja carece de empatía o es maltrata físicamente a la otra. Pero ella dice que si existe esperanza para la mayoría de las parejas, por más que hayan años de dolor y resentimiento. Aquí están cinco de los hábitos más comunes de un mal matrimonio y cómo trabajar con ellos. Mantener Todo Adentro Todas las pareja enfrentan retos, dice Susan Heitler, PhD, una psicóloga de Denver que se especializa en terapia matrimonial y familiar, pero si no hablan de sus problemas, la tensión marital y la distancia entre ustedes solo crecerá más.? ? Laura (apellido retenido por privacidad) recuerda cómo evitar entrar en conflicto con su ex-marido, un alcohólico en recuperación, en parte para proteger su sobriedad. Era como caminar sobre cáscaras de huevo alrededor de alguien, dice ella. Siempre quieres asegurarte de que estén bien y no quieran beber y no quieres que se estrese y no deseas iniciar peleas. La comunicación tensa en última instancia la condujo a la depresión. Las personas que crecieron en familias que se comunicaban bien acerca de los problemas hablan el idioma de la cooperación natural, dice Heitler. Pero muchas personas no aprenden estas habilidades ni las herramientas de la necesidad de hablar sobre asuntos sensibles de manera segura, cuando son jóvenes.? ? Trabajar en ello: Mejorar tus habilidades de comunicación. Heitler, autor de El Poder de Dos: Secretos de un Matrimonio Fuerte y Amoroso, sugiere recurrir a libros sobre comunicación, cursos de educación matrimonial, o sitios web en busca de ayuda. Los consejeros matrimoniales otra buena opción, pero Heitler dice que no todos enseñan habilidades de comunicación eficaces, hay que buscar uno que si lo haga, sin darse por vencido. Pobres Escuchando Todo el mundo quiere ser escuchado, pero las parejas en matrimonios con problemas no suelen ser escuchados de manera efectiva el uno al otro. Cuando no escuchamos, escuchamos una palabra que nos provoca y empezamos con nuestro argumento, dice Rivkin. Cuando alguien no se siente escuchado, no comparten las cosas más íntimas de sí mismos, porque no quieren ser vulnerables, dice Rivkin. Pero cuando se sienten escuchados, se profundiza la conversación. Trabajar en ello: Ponte de acuerdo con tu pareja a tomar turnos para escucharse el uno al otro durante 3-5 minutos sin interrupción. Cuando se empieza a escuchar, veras un nuevo punto de vista de tu pareja, dice Rivkin. Echarle la Culpa al Otro En los matrimonios infelices sumidos en discusiones no resueltas y resentimientos reprimidos, la gente suele culpar a su pareja en lugar de tomar responsabilidad por sus propias acciones, dice Rivkin. Pero culpar nunca resuelve nada. Solo se escala el argumento, dice Rivkin. Y a veces no se trata de ser malo con la pareja, sino mas bien es que estamos al final de nuestro ingenio. Trabajar en ello: Trata de encontrar los temas centrales por los realmente se esta luchando, Rivkin sugiere. Por ejemplo, ¿no te sientes escuchado, querido o apreciado? Si estás teniendo problemas para averiguar el problema principal, pregúntese a qué o a quién me recuerda esta pelea? Una vez entiendas la causa, entonces puedes cambiar tu comportamiento, dice Rivkin. Tomar al Otro Por Concedido Uno de los problemas más comunes en el matrimonio se asumir que tu pareja está siempre ahí porque se te concedió y ser cada vez menos sensibles a las necesidades de esa persona con el tiempo, dice Rivkin. Tal vez tu pareja ya no te saluda cuando llega a casa del trabajo. Tal vez él no reconoce que cocinas su comida favorita para la cena. ? ? Todos necesitamos aprecio y afecto, dice Rivkin. Sin eso, una persona comienza a sentirse solo, despreciado y olvidado. ? ? Trabajar en ello: Muéstrale a tu pareja alguna apreciación con un regalo o unas simples gracias. E invierte tiempo en la relación, como la planificación de una cita nocturna, Rivkin sugiere. Puede que te sientas muy resentido y enojado con tu pareja para poder mostrar agradecimiento. Si es así, dice Rivkin hay que hacerlo de todos modos, hay que forzarse. Ahí mismo, esa pared de resentimiento e ira se cae un poco, ella dice. Además, puedes construir intimidad, recordando lo que una vez te gusto de tu pareja y decirle a tu pareja en un momento tranquilo lo que te molesta de su conducta. Darse Por Vencido Demasiado Pronto No dude en pedir ayuda con su relación, especialmente si se ha intentado sin éxito para mejorar el matrimonio por tu propia cuenta. Trabajar en ello: Dale tiempo. No espere que las paredes de resentimiento bajen de inmediato. Rivkin sugiere permitir por lo menos tres meses para ver si está funcionando el trabajo con un terapeuta o con el asesoramiento de un libro de relaciones. El cambio puede venir lentamente. Pero no tenga miedo de tomar pasos de bebé. Un pequeño cambio puede ser enorme para empezar a cambiar un patrón muy grande, dice Rivkin.
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